AMC, en sus inicios, se dio a conocer como una cadena que emitía cine clásico. Cuando en los 2000 vieron que las televisiones empezaron a apostar por producciones originales, decidieron cambiar la Televisión, tal y como la conocemos, siendo la casa de una de las mejores series de la historia como fue Mad Men, y otra serie que a lo largo de los años ha acabado convirtiéndose en una serie de culto, y para muchos la mejor serie de la historia, como fue Breaking Bad. Y después salieron otras muchas series y películas. Podemos hablar de estas otras historias, pero no es lo que nos concierne. La serie que nos interesa surge en un momento importante de la cadena cuando no sabían, después de que acabaran estas dos series, qué rumbo tomar. Y fue cuando empezaron a introducir producciones que algunas acabaron consagrándose y otras, quedaron en un segundo plano, pero siguieron adelante con su historia. Y esta serie que acabo de finalizar en estas vacaciones no hace sino valorar el gran ojo que tiene esta cadena por producciones originales interesantes, aunque queden en un segundo plano frente a las grandes ganadoras.

La serie “Turn”, creada por Craig Silverstein y basada en la novela de Alexander Rose nos cuenta la historia de los colonos americanos desde un nuevo punto de vista, viendo que no todos ellos eran militares y que podrían ser gente normal y corriente. En este caso nos narra como se creó, y operó, el primer grupo de inteligencia conocido como “The Culper Ring”, una red de inteligencia que se encargará de apoyar a los colonos americanos durante la Guerra de Independencia. La serie se centra en el personaje de Abraham Woodhull, hijo de Richard Woodhull magistrado de Setauket y su viaje e implicación a lo largo de este conflicto. En este sentido, padre e hijo protagonizarán una guerra psicológica entre ellos por ver quién tendrá un mayor poder e influencia en un mundo en cambio en el que todo cambia cuando se inicia la revolución. De ahí en adelante, la serie toma un camino interesante y deja al espectador, ante tanto nombre y eventos, una historia que no es tan conocida, ni siquiera para los propios americanos y que da la sensación de que no han sido ellos los que la han hecho. Conocemos la historia del Motín del té o la Declaración de Independencia, pero la historia que había detrás de este conflicto poco se conocía salvo por los expertos en Historia Estadounidense.

La serie viene presentada a través de 4 temporadas bastante bien estructuradas, y un tiempo de episodio que hace que no se haga larga, permitiendo a la serie brillar por sí sola. No llega al nivel de las grandes series de esta temática, pero hace que su historia sea interesante. Aunque se toma bastantes licencias, es una serie que presenta bastante exactitud histórica a la hora de reproducir el evento, ya que batallas como las de Trenton o York son presentadas con bastante exactitud. No solo los eventos, sino que los personajes también son históricos como el primer presidente George Washington y personajes como Benedict Arnold, Rogers o la familia Woodhull. Representa bien el papel que jugaron los espías del Culper Ring, y de los soldados británicos que simbolizan bien esa tristeza en la derrota y la imposibilidad de mantener a la Corona en las Colonias. Y en esta historia bastante tuvieron que decir los que participaron y muchos desconocían si lo que hacían tendría consecuencias o se redimirían. Y es que, como a veces se nombra en la Biblia, “nunca se sabe qué puede guardar el corazón de una persona.”

Junto con un reparto que reúne a grandes intérpretes como Jamie Bell o Kevin McNally, y ciertas licencias, Turn es una serie bastante conseguida, que rehúye de la propaganda fácil y del idealismo para mostrarnos que todos eran grises y que ninguno en sus intenciones es bueno o malo. Sólo hay que ver el trato que tenían tanto unos como otros hacia los negros. Y es que como se hablaba en la serie, “La Revolución nunca acaba. Fue considerada un triunfo sobre los malvados, pero las líneas del campo de batalla nunca fueron claras. La verdadera batalla, entre el bien y el mal, es la que libramos en nuestro interior.” Al expresar esta idea, es la que me permitió ver que no es una serie más dentro de la propaganda “yankee”, sino que rehúye de ella y pretende ponernos frente a un espejo y reconocer que a veces, estos tipos de conflictos no sirven para nada. Fijémonos en lo que está ocurriendo en el mundo. En definitiva, una serie interesante que nos aporta una nueva visión, aunque con sus licencias, de lo que consistió la Guerra de la Independencia. “I can’t wait anymore.”

Cuando Marvel durante la Fase 4 decidió ampliar su basto universo cinematográfico, podríamos pensar que sería una apuesta arriesgada de ir ganando dinero aprovechando el tirón de la plataforma de Disney+ y sus periferias. La fase 4 sirvió como una reintroducción al UCM con nuevos personajes y profundizar en algunos de las fases anteriores como fueron Wanda, Dr. Strange, Sam u otros. Cuando anunciaron que iban a sacar una serie de Loki, me pregunté si era necesario después de un final de redención visto en “Thor Ragnarok” y su prematura muerte en “Vengadores: Infinity War”, pero parece que habían encontrado un hueco para continuar su historia después de “Vengadores: Endgame” y personalmente, no me pareció suficiente para un arco que ya parecía finalizado. Finalmente consiguió introducir uno de los dúos con más química del UCM y un villano que, vista la situación actual y cómo está yendo estas nuevas fases, va a ser complicado que volvamos a verle interpretado por su actor, o dando alas a otro personaje.

La serie del Dios del Engaño, en la mitología conocido como Loki Laufeyson y en Marvel conocido como Odinson, nos cuenta que, después de los sucesos ocurridos en Endgame en el año 2012, al escapar, viola la ley de las variantes temporales y es apresado por la AVT por crímenes contra la línea soberana del tiempo. Una vez preso, decide colaborar con la AVT para encontrar a quién está cometiendo crímenes en su nombre. Pero a su vez va descubriendo que las cosas no son lo que parecen y descubre que la AVT no es lo que parece ser y que hay alguien moviendo los hilos por detrás. La serie sirve como presentación de muchas cosas, entre ellas a personajes como Mobius, O.B., Sylvie, los Guardianes del Tiempo o El que Prevalece, pero después de las últimas noticias, no sé qué harán desde Marvel Studios y si se sacarán un conejo de la chistera o vuelven a usar el mismo método que en las anteriores películas y series.

Y es que la serie al servir como introducción a nuevos elementos y nuevas historias, ha introducido una nueva forma de contarla, jugando con el tiempo y otras tramas. Es verdad que a veces al dar tantas vueltas, daba la sensación de que la cosa no iba a ser perfecta ya que, había capítulos que no pasaba absolutamente nada, y en la primera temporada que parece que tenía el rumbo establecido, a mí me pareció bien que finalizase así y que su final fuese abierto, dejando que las cosas estén totalmente desordenadas y el caos reine. Pero se impuso el peso de los guionistas y en una segunda temporada después de ese final abierto, dio la sensación de que querían dar muchas vueltas, además de muchas escenas en las que faltaban fluidez o continuidad, dejando cambios fríos y sin certeza de qué rumbo coger, para dar un final que es digno como el propio significado de Loki a lo largo de todo su arco, que sigue a la búsqueda de un glorioso propósito que no quita que la segunda temporada haya estado bastante desordenada.

Hoy he puesto fin a esta serie, después de ver el documental del cómo se hizo la segunda temporada que ha sido un quiero y no puedo en prácticamente su totalidad, y parecía que podría marcar un inicio de algo interesante. Si lees este cómic, te podrías hacer alguna idea de lo que ocurre, pero aun con esas no consigue sorprender. Siempre he dado una oportunidad a cualquier serie, pero debo empezar a decir hasta aquí cuando continúo una serie que no funciona. Y es que, después del juicio a Jonathan Majors, el resultado final es más incierto ya que desconocemos qué rumbo se tomará después de la decisión. Tenía un reparto bastante interesante pero que acaba por no sorprender y quedarse en la superficie. Por lo demás, si quieres saber más acerca de esta nueva fase, dale una oportunidad, pero no es algo fundamental. Veremos si al final, las películas y series de superhéroes consiguen cambiar su fórmula o siguen saturándonos después de tantas representaciones y cada cuál más variada y a la vez similar a las demás.

Hace unas semanas, debatiendo con una buena amiga mía acerca de las plataformas de streaming, nos pusimos a cuestionar diferentes decisiones de la plataforma de la N roja y cómo han ido cambiando ciertas estrategias a lo largo de los años. Llevo siendo suscriptor de Netflix 7 años seguidos y ya solo lo veo por ciertas series que llegan a la plataforma y a las cuales les estoy cogiendo cierto cariño y de vez en cuando suelen emitir ciertas series que acaben convirtiéndose en buques insignias. Hace años, la plataforma tenía una serie de elementos que servían como referencia y motivo de suscripción más allá del constante abuso de estrenos y debatible modelo de consumición. Y entre ellas, hoy pone fin la tercera, y última, de las series que era motivo para la suscripción a esta plataforma (las otras eran BoJack y Ozark, si queréis saber mi opinión al respecto). Hoy se marcha la serie más premiada, y personalmente, la más compleja y vertiginosa de todas ellas, una serie que ha enganchado a propios y extraños y que ha conseguido ganarse un hueco entre las grandes series de TV.

“The Crown” nos cuenta, entre algunas ficciones, el camino que tuvo la Reina Isabel en su camino hacia una corona sacudida por un mundo en posguerra, unos primeros ministros que querían ser más que la Corona o una familia que estaba detrás analizando todos sus pasos, desde cómo actuar ante un posible escándalo o cómo luchar ante cualquier humillación en su país ya sea desde dentro de Palacio o los políticos que se encuentran en ese momento de la historia. Su reinado está marcado por muchos momentos importantes, como fueron la posguerra, el país en recesión, los miembros de la familia y sus complicaciones, o sus propios problemas al no saber cómo afrontarlos en algunos momentos históricos como fueron la descolonización, la Commonwealth, el IRA u otras complicaciones durante sus 60 años de reinado. Porque esto hay que decirlo, no cuenta toda la historia a lo largo de los años ya que decide acabar en la década de los 2000, cuando finalmente Carlos y Camila se casan (anda que desde Cádiz no se había hecho mucho cachondeo al respecto). Y a lo largo de esas seis décadas, conseguimos explorar la evolución de un país y de una monarquía que se ha tenido que adaptar a los tiempos.

Es muy difícil clasificar esta serie, ya que su historia a lo largo de las temporadas es diferente y, a través de algunos momentos, podemos encontrarlo más interesante o menos. Lo que sí no hay duda es que es una serie que mantiene ese drama que la caracteriza, retratando una monarquía que nunca fue fácil, y que venía a menos después de una guerra en la que los poderes establecidos cambiaron. La Reina intenta buscar su sitio en ese mundo en constante evolución y en sus distintas épocas, a través de las 3 actrices, consigue mantener el nivel y un papel que está a la altura de la serie, ubicando a la monarquía en el nuevo orden mundial. Claire Foy, Olivia Colman e Imelda Staunton representan a una Isabel que se merienda la pantalla y lleva su papel más allá de su figura y su representación en la serie. Es verdad que las dos últimas temporadas, no consiguen estar al nivel de las anteriores ya que, al tenerlo más presente en nuestra memoria, parece que no han querido arriesgar y ha dado la sensación de que no sabían cómo cerrar la serie. Y es que la serie había ganado mucho cuando más se acercaba a la parte política; en mi opinión, la temporada de Thatcher es la mejor de la serie ya que muestra esa lucha de poder entre su inmovilismo en Reino Unido, y el resto de los países que miraban con recelo las medidas que tomaban. El capítulo de Tony Blair en la sexta temporada es de los más divertidos, pero queda eclipsado por la historia de Diana Spencer y su trágico final, y unas tramas como la de Kate y Guillermo, o el propio Carlos, que se quedan a medias.

Si algo ha tenido la serie, es un reparto de lujo y unas estrellas que, con la temporada de premios, han acabado siendo reconocidas. Ahí tenemos a Claire Foy, Matt Smith, Vanessa Kirby o Josh O’Connor que eran intérpretes desconocidos para muchos o Helena Bonham Carter, Olivia Colman o Charles Dance elevan un elenco que ya apuntaba a maneras. No es fácil en una serie que puede llegar a presentar cierto desgaste, debido al número de temporadas, mantener el nivel pero la serie lo consigue y además acaba consiguiendo un buen nivel. Y ahí están sus seguidores y los premios detrás. No esperes una serie rápida y de atracón fácil, es bastante compleja y a veces puede llegar a doler lo que ves. Por desgracia también llega a ser algo manipuladora, queriendo ser crítica en algunos aspectos y quedándose en la superficie, pero no se puede negar que es una serie necesaria. En definitiva, una serie que ha puesto fin a una era en una plataforma que ahora tratará de buscar un nuevo ariete que permita a sus suscriptores seguir disfrutando de la misma. Parece que algunas las ha encontrado, veremos lo que llegará en los próximos años y si están a la altura de las que han puesto fin. “The Crown must win. Must always win.”

Las series de Ciencia Ficción siempre han sido algo muy purista. De hecho, es uno de los géneros que muy poca gente quiere acercarse a conocer, y no es por la forma de contar sus historias, sino porque se aleja de la realidad humana. Sin embargo, con el avance tecnológico a lo largo de los últimos años, parece que todos esos avances no andan muy lejos de los que aparecían en las historias de Asimov, Ursula K. Le Guin o Bradbury y esta temática ha pasado a llamarse “Ciencia”, sin el término ficción. Y es ahí donde series como “The Expanse”, “Galactica” o “Star Trek” empiezan a parecerse a algo más real. Ken Liu, traductor de la trilogía de Cixin Liu “El problema de los 3 Cuerpos”, gracias a sus conocimientos en tecnología e informática es uno de los escritores de Ciencia Ficción más conocidos y ganador de numerosos premios Nébula y Hugo, consigue darnos a conocer algunas obras que han pasado por la televisión y han llevado su nombre, como es algún capítulo de “Love, Death + Robots” y esta serie que nos concierne, que no ha tenido el reconocimiento que se le esperaba pero ha cautivado a la crítica y a los fans más puristas.

“Pantheon” se centra en una serie de personajes en un mundo en el que la tecnología, Matemáticas y la Inteligencia Artificial está muy presente y centrada en la persona de Maddie que descubre, después de clase, que hay alguien desde su ordenador que le ayuda haciendo pasar vergüenza a sus compañeros que le intentan molestar. Algo tremendamente sencillo de no ser porque la persona que lo ha salvado es su padre, que lleva muerto algunos años. A su vez, se alía con un chico llamado Caspian y junto descubren una conspiración a nivel global que está relacionado con las “Inteligencias Subidas” (o en Inglés UI), la nube, Internet o la propia libertad. Además de descubrir la auténtica naturaleza de Caspian, Maddie y él descubren que la tecnología ofrece numerosos dilemas que, al depender del propio ser humano, pretende concienciarnos sobre lo que consideramos correcto, y ambos se ven envueltos en lo que parece ser un tipo de Guerra Mundial Tecnológica en la que deberán evitar a toda costa la destrucción de todo lo que les es conocido.

Craig Silverstein, quien hizo la conocida “TURN: Espías de Washington”, da el salto a la animación y, con la ayuda de los textos de “The Hidden Girl and Other Stories” consigue traernos esta notable serie de Ciencia Ficción que no hace sino cuestionarnos si merece la pena la inmortalidad virtual, por el hecho de que siempre estaremos ahí pero nunca sabremos qué será de nuestra utilidad. Y de ahí esa lucha porque nuestros recuerdos se queden ahí para siempre o acaben perdidos en nuestra mente, sabiendo que cuando alguien muera se perderán con ellos. Es una serie que ha tenido un viaje interesante pero que jamás entenderé su cancelación después de la primera temporada, teniéndola renovada por una segunda y los episodios finalizados. Sin embargo, Amazon en algunos lugares (solo Nueva Zelanda y Australia) sacó la segunda temporada y ha conseguido finalizar esta historia. Parece que puede haber finalizado tal y como la conocemos, pero creo que es un final necesario y uno de los mejores cierres posibles. Una serie que deberíamos ver, si queremos saber más sobre los límites tecnológicos en estos avances, con un apartado visual y de historia de los mejores de los últimos años en ese aspecto y que esperemos que sirva para que la animación no se quede atrás.

Siempre he sido seguidor de la animación y no podía ni imaginar que hiciesen una serie que llegase a encandilar, enamorarme o hablar durante horas de los diseños en su animación o de su historia que recuerda a la imaginación infinita de Miyazaki o las vivencias experienciales que eran Pixar y sus películas. En un mundo en el que no sabemos si vivimos ya con el miedo a las IAs o a los remakes de los clásicos, Netflix y Luke Pearson decidieron dar alas a una de las creaciones más bellas y, seguramente, de las más redondas. Esta serie que comenzó su andadura allá por el 2018 se despide como, posiblemente, la mejor serie de animación de la plataforma y esta temporada es uno de los mejores regalos de este 2023 como cierre al año, aunque todavía queden algunas cosas por estrenarse.

Hilda, basada en los cómics homónimos de Luke Pearson, narra la historia de Hilda, una infante niña que intenta buscar su sitio en el mundo. Junto con su madre Joanna y su ciervizorro Twig, vive en medio del bosque donde ella se embarca en aventuras, pero descubre que no se encuentra sóla ya que descubre a otras criaturas como Elfos, Trolls, Woofs Hadas, o gigantes. Y una historia que empieza de esta forma acaba dando desarrollo en una serie de aventuras y comedia que poco tiene que envidiar a otras del género. Debido a un trabajo que le surge a su madre, Hilda debe dejar su casa del bosque y marcharse a la ciudad, dejando atrás su vida de aventuras pero descubre que, en la ciudad, esas aventuras no cesarán y le irá a cambiar su vida para siempre.

A diferencia de los cómics, que empezaron siendo algo más maduros y oscuros, la serie ha decidido adaptarse para todos los públicos y esto le ha sentado bastante bien, sobre todo porque deciden desarrollar a Hilda como una chica más ingenua y que siempre está bajo la protección de su madre, y es que, cuando somos niños, nos dejamos llevar por nuestros impulsos y acciones, y nuestros padres siempre andan protegiéndonos de cualquier peligro. Y en un mundo del que desconocemos gran parte de su contenido nos confiamos y caemos pero, gracias a las compañías, aprendemos y lo entendemos mejor. Es una serie bastante transgresora ya que, el personaje es una figura que huye de los tópicos y se centra en una persona valiente y tozuda, pero a la vez cariñosa y comprensiva. Hilda intenta ver ese lado bueno de las cosas y, con la ayuda de Frida y David, consiguen formar una dinámica que hace a la serie seguir un camino definido, y con muchas posibilidades y desafíos a explorar.

3 temporadas, y una película entre la 2ª y la 3ª, que han dado forma a una serie que ha ido ganando enteros temporada tras temporada. Y es que en cada una de ellas, han decidido ir más allá, corrigiendo o mejorando esos detalles que podrían ser defectuosos. Cada temporada se centra en una gran trama y si te dejas llevar, consigues emocionarte ya que nos recuerdan a nuestros pequeño niño que seguimos llevando en nuestro interior, haciendo que nos dejemos llevar o empatizar con los distintos momentos y personajes. Y sí, los cómics son muy similares. La principal diferencia es que son historias cerradas dejando la interpretación al lector y aquí dejas la continuidad como principal hilo narrativo. Y es que está tercera temporada ha sido la más lineal de todas, pero también la más oscura ya que hay momentos muy duros, y esto es similar conforme pasan las temporadas. Sí que podría cambiar algo del final, pero es que hace justicia a una historia de una chica que no tenía más que aventuras en solitario, y acabó teniéndolo todo con sus amigos y su madre.

Pocas veces puedo decir que una serie es recomendable de principio a fin. Esta lo es. Y además consigue emocionar, algo que en estos momentos no parece fácil. Tiene personajes carismáticos, un elenco interesante (Bella Ramsey es increíble) y una historia llena de imaginación sin límites. Déjate llevar porque se disfruta mucho cual niño pequeño, y su forma de entender las cosas hace que, para un adulto, sea bastante apetecible de ver. Gracias Luke por los cómics, esos temas de la Banda Sonora y la historia. "Si dejas atrás un lugar, también será tu hogar."

Desde que salió hace unos años, Apple TV no era más que otra plataforma de streaming que aparecía en el mercado para competir y aprovechar a la gente que tuviese su aparato de la marca de la manzanita mordida a que disfrutase de sus trabajos. Sorprendentemente, se ha asentado ganándose un nombre con grandes directores, productores e intérpretes que empiezan a aparecer y tomar forma tanto en el cine como en la televisión con proyectos que van ganando un nombre en las ventanas de premios. En un momento en el que las series podrían empezar a resultar repetitivas, Apple le da la vuelta y te saca una serie de la que se habló en verano, pero tampoco tuvo mucho marketing a la hora de vender el producto, como muchas veces pasan con sus series. Con un elenco de actores interesante, y una historia que puede dar bastantes escalofríos, llegó esta serie para dejar momentos de mal cuerpo y un sentimiento de culpa que es bastante notorio.

“Black Bird” nos muestra la historia de Jimmy Keene, el hijo de un policía que se encontró envuelto en un caso de drogas y en un asesinato que no cometió. Debido a su falta de colaboración con la Justicia, Jimmy es sentenciado a 10 años de prisión por pertenencia de armas y tráfico de drogas. Al ver en él una figura con encanto y de líder, el FBI decide captar su atención y le proponen un trato: una conmutación total de su condena a cambio de ayudar a encontrar la confesión de un asesino en serie. Esa lucha por Jimmy de querer salir de la cárcel hace que tome este camino, pero a lo que se enfrentará no será nada fácil, ya que conocer a Larry Hall fue uno de los momentos más peligrosos de su vida, llegándose a cuestionar múltiples episodios de su vida.

No os voy a negar que es una serie que te hace pasar un mal rato. Es una historia que oyes ciertas declaraciones y actitudes y sientes nauseas por todas las cosas que ocurren a lo largo de la misma. Y parte de esa responsabilidad es el trabajo de la cámara. Esa prisión de alta seguridad en Missouri es una de las muchas zonas agobiantes que hacen que tu cuerpo acabe agotado, no confíes en nadie y tengas que vigilar tu espalda ya que te encuentras encerrado con multitud de asesinos. Esa experiencia vivida por Jimmy, interpretado por un notable Taron Egerton, hace que la vivencia se convierta en un auténtico infierno llegando a rozar la locura o la paranoia. Esos momentos previos, y durante la sala de aislamiento, son de esas cosas que deseas no ver, porque llegan a ser agobiantes. Su familia, que ve lo mal que lo puede estar pasando evita que vaya allí, pero él decide tomar la decisión por esa posible injusticia que ha tenido y porque ve un foco de esperanza para una salida que se ve cerca, pero hay que lucharla. Pero si hay un personaje que se merece la palma, aunque suene a un romanticismo del asesino, es Paul Walter Hauser quien interpreta a Larry Hall, el auténtico malo de esta historia. Su carácter de primeras afable, hace que pienses que han encerrado al primero que encontraron por ahí o alguien que trataba de cubrir a alguien. Nada más lejos de la realidad, bajo esa fachada esconde un auténtico asesino. Y es uno de los motivos por los cuales su papel se convierte en sobresaliente, además se esos flashbacks en el pasado de los personajes. Destacar también el papel de Ray Liotta en uno de sus últimos pinitos en escena.

Siendo una gran historia, aunque tarda un cierto tiempo en arrancar, la serie se convierte en una de las mejores de la temporada 2022/23 ya que, con unas grandes interpretaciones y un guion que se sale, “Black Bird” ha conseguido elevar el caché de una plataforma novel llegando a equipararla con otras miniseries del año. Han intentado darles la oportunidad a las historias “reales” y parece que no les ha salido mal. Si además de esto le añades a Mogwai con su banda sonora, la serie sigue sumando enteros. Tiene un final muy duro, pero a la vez esperanzador ya que, en este mundo, todos nos merecemos una segunda oportunidad, aunque no todo el mundo decide usarla de la misma manera o merecerla. Sin duda, una de las series de esta temporada pasada.

Desde lo personal, cuando se habla de animación, hay gente que es muy cafetera y te habla de grandezas de series clásicas o de series modernas que se han convertido en buque insignia de esta temática o en productos que la gente tiende a infravalorar por el hecho de que “es animación”. Hay muchas cosas que decir al respecto, pero en este tema, la cosa cambia cuando la gente ve animes ya que es “algo distinto a la animación”. 10 años hace que se emitió esta serie y puedo decir que ha sido de las series, si no la que más, que he oído hablar en diferentes ámbitos. Es verdad que estamos en la época de las redes sociales y ese efecto altavoz ha hecho que la cosa cambie en cuanto a la concepción de los productos, pero no recuerdo un fenómeno en el anime, salvo algunos casos, como el que ha pasado con esta serie. El anime se estrenó en España gracias a Movistar series, y ha gozado de buena salud después con los simulcasts en Selecta Vision y otros lugares.

“Shingeki No Kyojin” cuenta la historia de Eren, un chico que vive con sus padres en una zona pacífica con su amigo Armin y su hermana adoptada Mikasa cuando de repente unas criaturas enormes, llamadas titanes, entran en la zona que habitan y se comen a su madre. Esa escena impactó tanto al joven Eren que decidió unirse al ejército para vengar la muerte de su madre. Ahí conoce a los que serán sus compañeros y amigos, además de descubrir algo que le cambiará para siempre: Eren se comió a su padre y adquirió los poderes de un titán. Esta revelación hace que el propósito de Eren y del grupo militar con el que trabajará cambie para siempre, y es que habían encontrado la oportunidad para poder contraatacar, y así evitar que la humanidad vuelva a sufrir. Con múltiples revelaciones y acción desenfrenada, la serie se desenvuelve de forma fluida y con momentos que harán que se la recuerde.

Esta serie no va de blancos y de negros, ni de buenos y malos. Es una serie que, en ese aspecto, se diferencia de otras muchas de su género. La actitud y las acciones de los personajes hacen que sea más fácil de entender, ya que son muy volubles en un momento en el que te puedan adoctrinar muy fácilmente. La serie lleva al espectador hacia límites insospechados pasando por momentos muy difíciles en los que el dilema moral impone en los momentos clave. Mucha gente me comentó que empezó a ver la serie solamente por los titanes, yo me acabé quedando por saber qué narices había en el sótano, y se convirtió en uno de los capítulos más esclarecedores. Descubres que la historia que te contaron en los primeros capítulos del anime es solo la cara visible, lo oculto es bastante complejo. Da tiempo en sus casi 90 capítulos a desarrollar a sus protagonistas y otros secundarios. No me parece una historia que llega a ser perfecta, ya sea porque necesita algo más de desarrollo en algunas partes o porque diferentes hechos se resuelven más rápido. Y no culpo tampoco al mangaka, que escribir una historia de 139 capítulos en 11 años aproximadamente, fue algo complejo.

Y voy a lo polémico, que es lo que se considera el final del anime y del manga. Fue muy controvertido ya que la gente se esperaba algo mucho más sangriento y duro. En lo personal, me parece un final que hace justicia a la serie. Eren es un ser que ansía la libertad como algo último, y si tiene que matar a toda la humanidad, lo haría sin pensárselo dos veces. Esa lucha mental con Zeke y con Ymir en el lugar de unión de los eldianos, dice mucho más de lo que parece. Eren es un pájaro que quiere acabar libre de su jaula, mientras que Zeke, para evitar que la historia se repita, quiere evitar que los eldianos tengan descendencia, dejándoles morir. Eren sabía que ese plan no iba a suceder si Zeke tendría el control sobre Ymir como descendiente, por eso Eren da ese paso, sacrificándose por sus amigos y erigiéndose él como el auténtico malo. Dije que no era una historia de extremos, pues esta es una de las razones. Y, aunque parte de la historia pueda parecerse a la nuestra, no deja de ser un simple reflejo de lo que son las acciones y consecuencias de la conducta humana a lo largo de la Historia de la Humanidad, que muchas veces no es tan blanca como se piensa o tan negra como denostamos y que incluso puede ser cíclica. Y si encima metes a adolescentes, pues mucho más difícil poder cambiarles su punto de vista si ya están adoctrinados.

Es un anime que te podrá gustar u odiar, lo podrás encumbrar o mandar al abismo, pero no se puede negar que es de los animes que más éxito ha cosechado fuera del país del Sol Naciente. Tiene una de las bandas sonoras más icónicas y una música por parte de diversos grupos que elevan el nivel de la historia. Yo después de ver la primera parte de la cuarta temporada, decidí leerme el manga y, si ya tenía momentos chulos y les añades esa música, acabas entendiendo por qué la serie mejora. 10 años ha durado su viaje, como 10 años que han merecido la pena esperar y dos estudios diferentes haciendo una historia recordada, a pesar de sus defectos o de sus errores en la animación. Gracias Mappa y Wit Studio. Hasta pronto, Shingeki No Kyojin. “Shinzo wo Sasageyo”.

Cuando era niño, en los años 2000, recordaba ir al cole o el instituto y había muchas compañeras de clase que tenían en sus carpetas fotos de Mario Casas, Yon González o Hugo Silva. Pero lo que más me sorprendió es que había de actores internacionales como Zac Efron, Orlando Bloom o, el que más me sorprendía, Frankie Muniz. Y es que este actor fue muy seguido por mucha gente por su papel en las películas Super Agente Cody Banks, y su secuela, pero nadie le recordaba por la serie que dio fama al mismo actor. Recuerdo a muchos compañeros intentando comprarse la ropa que llevaban los actores, copiando su forma de ser o incluso, sus peinados. Cuando una mañana puse la tele, y vi esta serie, empecé a entender por qué gustaba mucho este actor. Y esta serie no hace que su personaje sea el único recordado; muchos de ellos consiguen elevar la serie a ser una de las más queridas y recordadas de los 2000.

La serie “Malcolm” se centra en la historia de Malcolm, el tercer hijo de una familia disfuncional que se descubre que tiene un coeficiente intelectual altísimo, pero eso le resulta sospechoso ya que su familia no es precisamente la más cuerda del lugar; su padre es una persona despistada e ingenua, pero a su vez amante de su familia; su madre es la figura déspota, autoritaria y un poco loca; un hermano mayor, Francis, metido en una escuela militar para aprender lo que no aprendió con su familia; su otro hermano, Reese, es el torpe de la familia pero descubre que posee talentos ocultos, en algunos casos están muy ocultos; y su hermano menor Dewey, un niño amargado por haberse perdido su infancia por culpa de sus hermanos y sus padres pero que posee una inteligencia para ser el raro de la familia y cometer atrocidades. Se acrecienta el hecho de que Malcolm es el de en medio cuando Lois da luz a su quinto hijo, Jamie, un personaje del que no sabemos cuando es pequeño su género y que siempre se sale con la suya a pesar de ser un bebé.

Como se observa durante toda la serie, es una historia sobre relaciones familiares y personales dentro de una familia disfuncional. En referencia al creador de la serie, a pesar de que el apellido Wilkerson solo sale en el piloto, no se quiso estigmatisar a ninguna familia o introducir ningún caracter étnico. Esto hizo que la serie pusiese esta actitud de la familia como algo frecuente y usual, eliminando los apellidos o incluso, por momentos en la quinta temporada, si Jamie era niño o niña. Sin embargo, da su crítica hacia ciertos aspectos del panorama americano con una sutileza y sigue siendo family friendly. La serie tiene puntos que llaman la atención como el hecho de que Malcolm esté rompiendo la cuarta pared constantemente para dar a entender al espectador en qué consiste la situación que está ocurriendo, los inicios de los episodios son muy recordados como muchas series de comedia posteriores, véase “The Office”, “Community”, “Brooklyn Nine- Nine”, …. A pesar de llamarse la serie por el nombre de Malcolm, tiene tiempo en sus siete temporadas, de profundizar en muchos personajes, como su familia y algunos amigos de los protagonistas. Uno de los personajes al que vas cogiendo más cariño es al de Dewey ya que, a pesar de su infancia olvidada, es al que se le ocurre las ideas más divertidas. Malcolm experimenta lo que es estar en una clase siendo diferente, y no quiere en una para niños con un coeficiente alto. Él quiere ser normal en ese sentido, por eso su vida es algo injusta. Y es que explorar las dificultades de un adolescente puede ser un tema muy repetitivo pero esta serie consigue que, al fijarse en esos aspectos anteriores, hace que la serie sea vista con otros ojos.

Y es que fue capaz de llevar a la fama a muchos de los intérpretes que aparecen, pero también les encasilló. Y es el caso de Erik Per Sullivan, quien interpreta al personaje de Dewey, que vive alejado de la vida pública después de 2010. Pero también dio notoriedad a algunos otros, como fue el caso de Frankie Muniz o Bryan Cranston, quienes fueron reconocidos por papeles posteriores o subidos a los pedestales. Y es que después de esta serie, el valor de Cranston se multiplicó con su aparición en una de las más recordadas. Pero lo que mejor se recuerda de Malcolm son sus gags, sus personajes y muchas de las locuras que ocurren en su pequeña pantalla. Echo de menos más continuidad dentro de la serie o el hecho de no haber alargado tanto los episodios (eran otros tiempos) pero, a pesar de ello, consigue ser recordada por lo que es, una de las comedias más icónicas de los 2000s, y un buen inicio para conocer la comedia de la nueva era de la TV. Y siempre podéis pensar como Malcolm, que siendo adolescente quiere escapar del nido familiar para ser libre, pero recuerda que ellos, sus seres queridos y su familia, siempre estarán ahí para lo que necesitemos. “Life is unfair”.

El de Star Wars es un universo que no para de crecer y desde el final de la última trilogía, hubo bastantes voces que empezaron a clamar por un carpetazo definitivo a esta saga y todo lo que tuviese que ver con ella. Con la llegada de Disney+, hubo ciertos proyectos que quedaron en el tintero y se decidió cerrarlos, obteniendo una mayor notoriedad y esperanza para una franquicia que se había quedado algo atrás. Y con la llegada de “The Mandalorian” y el final de “The Clone Wars”, la crítica se fijó en Dave Filoni como ese heredero del legado de George Lucas que necesitaban para que reflotase la franquicia, después de unos años pasando sin pena ni gloria. Y cuando decidieron explorar el Mandoverse, llamado así para referirse a los eventos posteriores al Episodio VI, permitió que se reformulase lo que vimos en el Episodio VII introduciendo también algunos personajes de “Legends” , ampliando así el extenso universo. Y llegamos, después de “The Mandalorian” y “El Libro de Boba Fett”, a la serie que nos concierne.

“Ahsoka” se centra en el personaje que fue introducido como aprendiz de Anakin Skywalker durante la serie de “The Clone Wars”, en la que ella aprende lo que es ser una Jedi en tiempos de guerra. En esta serie continúa donde nos dejó “The Mandalorian” y “El Libro de Boba Fett”, y es en su búsqueda del Gran Almirante Thrawn, quien parece haber sobrevivido después de los eventos de “Rebels”. Lo que Ahsoka no sabe es que, en su camino, también se encontrará a varios enemigos que no le pondrán nada fácil dicha búsqueda. Baylan Skoll y Shin Hati consiguen liberar a la Hermana Morgan Elsbeth de la prisión de la Nueva República y se convierte en una misión para Ahsoka detenerla. Para ello, solicitará la ayuda de unos viejos amigos, como Hera Syndulla o Sabine Wren y con Huyang conseguirán evitar que Morgan Elsbeth obtenga su propósito, además de adaptarse a las situaciones actuales o redescubrirse a uno mismo.

Y es que esta serie se ha convertido en una serie para cafeteros de Star Wars. A diferencia de “Andor” para cuyo visionado no necesitas haber visto nada anterior de Star Wars, aquí uno se puede perder en medio de tantos personajes y nombres, ya que la mayoría son personajes que han salido en las series de animación de Star Wars. Y para el público general, muchos no han visto esas series, haciendo que todo pueda parecer confuso o complicado a la hora de situar eventos y personajes, lo cual me parece una falta de respeto al trabajo original del que se basa que, a pesar de tener un carácter infantil, presentan eventos claves a la hora de entender cómo y quiénes son esos personajes. Mucha gente no se ha sentido identificada con esta serie porque se ha alejado de lo “original” o “diferente”. Personalmente para mí ha sido un placer haber disfrutado de una serie cuyo tono se parece al Star Wars de George Lucas que yo viví desde niño y una culminación para esas series de animación que visioné durante muchos años que, a pesar de ser esa temática infantil en la que un pueblo pequeño como David vence al Goliath, es algo que siempre ha estado presente en Star Wars. Pero quién soy yo para decir qué es lo mejor y lo peor, lo original o lo diferente, si el libro de los gustos no se ha publicado.

En cuanto al reparto, me parece que Rosario Dawson hace un gran papel interpretando a Ahsoka Tano, dando una muestra de madurez conseguida a lo largo de los años y que permite hacer ver a los personajes de alrededor una lider aunque ella misma no se sienta identificada con ese papel. También me ha gustado Mary Elisabeth Winstead como Hera, David Tennant como Huyang o Ray Stevenson como Baylan Skoll. Pero lo que me ha gustado es ver al personaje del Gran Almirante Thrawn en Live Action, y es que, si la voz de Lars Mikkelsen resultaba potente, su presencia hace que el personaje sea profundo y oscuro, y era ese momento que quería ver y no me dejó frío, sino que fue bien llevado. Hay cameos bien hechos, y uno siempre cree que un personaje es eterno, y la aparición de C-3PO no hace más que confirmarlo. Es una lástima que no se haya aprovechado del todo ya que, los personajes de Skoll y de Hati se quedan a medio camino, una convirtiéndose en un agente del Caos y el otro en un responsable del equilibrio. Y es que la muerte de Ray Stevenson no hizo más que finalizar la historia de un personaje que podría haber sido muy interesante. Y ese final con los tres en un planeta, recordando a las historias de Mortis (el equilibrio de la Fuerza con el Padre y los hijos siendo la balanza), y Ezra volviendo con Hera me han gustado bastante (aunque me resultó algo extraño)

En definitiva, una serie de cafeteros de Star Wars que, a pesar de sus altibajos y problemas de ritmo, consigue ser un producto solvente de Star Wars que consigue atraer a jóvenes y adultos, noveles y curtidos, haciendo disfrutar y ampliando esa mitología de una Galaxia que ya ha dejado de ser única y que, ahora se encuentra más en peligro que nunca, pues Thrawn viene a dar guerra contra todo y contra todos. Ahora nos quedará saber ese próximo movimiento. “Wherever you are, may the Force be with you.”