¿En qué punto estamos con el universo de “The Conjuring” ?
Cuando se estrenó la primera película de “Expediente Warren”, la idea de crear un universo de películas atravesado por sus criaturas sobrenaturales resultaba bastante atractiva. Empezar el primer spin-off dedicado a “Annabelle”, tan llamativa cuando fue introducida en la saga madre, lo tenía todo para seducir a un cine de terror entonces muy necesitado de muñecas malvadas. Pero entonces, he aquí que la primera “Annabelle” pareció salirse del camino para errar el tiro al resultar abismalmente vacía y aburrida, y al no saber nunca muy bien qué hacer con su muñeca de ojos saltones más que hacer otra película de espíritus demoníacos. La anunciada extensión de este universo pudo haber tenido su primer gran fracaso, pero a nadie pareció importarle demasiado, dado el enorme éxito comercial de la pequeña dama inerte. La segunda "Expediente Warren" hizo que la gente lo olvidara rápidamente, ya que la calidad volvía a estar ahí con el toque de James Wan. Pero Wan ya daba muestras de estar agotándose, y su marcha como director a otros géneros cinematográficos no hizo más que confirmarlo. Los otros spin-offs del Conjuring-verso pronto se redujeron a una fórmula simple: confiar un proyecto a un director que había disfrutado de un poco de éxito terrorífico y dejarle que se las apañara con poco que contar aparte de un cupo de jumpscares que rellenar. Si David F. Sandberg ("Nunca apagues la luz") consigue ofrecer una precuela de las aventuras de Annabelle más lograda que su predecesora (y, sobre todo, un poco menos mala), Corin Hardy ("Los Hijos del Diablo") y Michael Chaves (futuro director de "Expediente Warren: Obligado por el demonio") la cagaron por completo dando vida a las escapadas en solitario de la monja Valak (lo peor de lo peor en cuanto a nadería) y la Llorona (la Dama Blanca, vagamente vinculada a todo esto a través de un personaje secundario en una película cuyo clasicismo roza la pérdida de tiempo). Aunque la última película siguió siendo un éxito, a pesar de un fuerte bajón, ya nada puede ocultar la indigencia con la que este universo parece querer continuar. Entonces, ¿qué podemos esperar de un nuevo opus de la franquicia 'Annabelle', esta vez del guionista de las dos primeras películas, Gary Dauberman? Sobre el papel, la película tiene unos cuantos argumentos que esgrimir, como el de seguir directamente la estela de la primera "Expediente Wareen" e introducir de nuevo a la muñeca en el entorno más explosivo que hemos visto hasta ahora, donde se encuentra cautiva en la famosa habitación donde el matrimonio Warren guarda su colección de objetos malditos....
Al revivir la primera aparición de Annabelle en la gran pantalla y la secuela que nunca antes habíamos visto, Gary Dauberman ha conseguido un pequeño milagro: ha recuperado el aura maligna e impactante de la muñeca del "Expediente Warren" original. Por supuesto, la presencia del matrimonio Warren y su paulatina toma de conciencia de lo peligrosa que puede llegar a ser la muñeca tienen algo que ver (Patrick Wilson y Vera Farmiga saben cómo subir la temperatura conociéndose al dedillo los papeles de sus personajes), pero también cabe destacar que centrarse en el aspecto de "imán de espíritus" de la muñeca le confiere por fin una dimensión amenazadora completamente distinta a la de las dos películas anteriores. En este sentido, Gary Dauberman es endiabladamente bueno a la hora de imponer la pesada presencia de la muñeca en la sala de trofeos de los Warren, con una ceremonia para evitar que ejerza un dominio que podría descarrilarlo todo.
Si la habitación está llena de explosivos sobrenaturales, Annabelle es el detonador, temporalmente enjaulado y dispuesto a todo para salir. Gary Dauberman aprovecha al máximo este hecho en una primera parte muy buena, que no deja de explotar la fantasía que representa el imaginario maligno de la famosa habitación, posiblemente parasitada por la muñeca. Al mismo tiempo, nos introduce en la vida cotidiana de la hija Warren (que, como recordarán, ya empezó a trastear con el mal karma de Annabelle en la primera 'Expediente Warren'), su niñera Mary Ellen y la mejor amiga de esta última, Daniela. Mientras Ed y Lorraine están fuera de casa, es Daniela quien aprovecha la oportunidad para acercarse demasiado a la extraña colección de la mansión... Se pasa un poco de la raya y desencadena una travesura paranormal, pero uno de los puntos fuertes de la película es que se hace querer por el público a través del objetivo que persigue. Este será el caso de los cuatro personajes en el centro de los acontecimientos, entre el peso que descansa sobre los hombros de la hija de los Warren (bien ayudada por la densidad que le aporta la pequeña Mckenna Grace, decididamente muy dotada) y la despreocupación adolescente que a veces enmascara los defectos de los otros protagonistas, esta "Annabelle: Vuelve a casa" no tiene ciertamente los personajes más profundos del mundo, pero conservarán su simpatía durante toda la película, lo que no es poco. Y cuando la película empieza a subir la intensidad de sus apariciones, empiezas a pensar seriamente que ésta es por fin LA película que va a explotar al máximo el potencial de la muñeca y de todos los demás "juguetes" de los que dispone, ya que el conjunto resulta bastante apasionante...
Desgraciadamente, a mitad de camino (más o menos cuando los personajes se separan), después de habernos hecho babear ante la diversidad de los contenidos de la famosa habitación lista para ser desatada, la película finalmente se esfuerza por materializarlos para estar a la altura de las expectativas que ha suscitado. Lo que debería haber sido un perpetuo espectáculo pirotécnico de combinaciones posibles y de inventiva de espíritus desquiciados (incluso podríamos haber imaginado la locura, pero en versión poco divertida, de una orgía de fantasmas al estilo de "La cabaña en el bosque") se quedará siempre un poco demasiado serio y un poco repetitivo. Claro que destacarán algunas apariciones (al azar, cierto juego y algo muy intrigantemente exótico) pero, en su mayor parte, Gary Dauberman se mantendrá demasiado dentro de los límites de una cierta normalidad sobrenatural inseparable del Conjuring-verso como para sorprender realmente, y el hecho de que se individualicen constantemente en función de la amenaza (con algunas excepciones) hará que lo que debería haber sido un escaparate para nuevos spin-offs plausibles no revele al final ningún peligro real que sea lo suficientemente original por sí mismo como para sustentar un nuevo largometraje (lo que probablemente sea la mejor demostración del clasicismo del conjunto, a pesar de su eficacia). No se puede negar la generosidad del conjunto, siempre pasa algo en pantalla -todo lo contrario que en la primera "Annabelle", por ejemplo-, pero incluso cuando el final intenta ofrecer mucho más, no podemos evitar la sensación de que este tercer episodio está muy lejos de cumplir las emocionantes promesas de su debut...
No obstante, si sólo hubiera una película de la trilogía "Annabelle", sería claramente ésta de su guionista residente, que ha conseguido resucitar a la muñeca Annabelle tal y como la conocimos. "Annabelle: Vuelve a casa" consigue seducirnos durante un buen rato antes de que todo se estropee y no ofrecer nada más que un espectáculo esperado, pero lo cierto es que esta es la Annabelle que nos habría encantado ver desde el principio de sus sádicas travesuras en solitario. Puede que eso no sea suficiente para convencernos una vez más de la viabilidad de este Conjuring-verso, pero es suficiente para ofrecer una experiencia de entretenimiento terrorífico mucho más generosa que todos los spin-offs juntos....

Es curioso que de una saga tan fantástica como ‘The Conjuring’ salgan unos spin-offs tan malos. A estas alturas no os voy a explicar quién es Annabelle, porque la entrañable muñeca es más conocida que el Frigopie (y con motivos de sobra). El problema de estas películas independientes de la saga original son lo surrealistas que son. Vale que criticar que un film de terror sea surrealista no es muy justo, pero esto es demasiado para la cocorota. Por ejemplo, la urna que protege a la muñeca tiene un cartel que literalmente dice “¡peligro! No abrir jamás” (menos mal que me lo dices muchacho que si igual me daban ganas de sacar a Annabelle a comer unas castañas); pues no todos piensan como yo (evidentemente) porque la típica adolescente estúpida e impresionable saca a la muñeca de la urna porque le hace gracia (y porque es estúpida que ya lo dije antes). La historia comienza con la vuelta de Annabelle al sótano de los Warren. Cuando los padres salen de viaje, la hija se queda a cargo de una niñera y una amiga que juega con lo que no debe y se lía la marimorena. ‘Annabelle vuelve a casa’ promete sustos y te los regala a mansalva, pero como película se queda corta y bastante descafeinada.
Me declaro fan de la cría que se lleva en la mochila al colegio a un Cristo crucificado más grande que su pupitre. ¿En serio los padres mata - demonios no le pueden regalar una estampita de la Virgen de los Dolores o una medallita? Digo yo vamos. Como conclusión sabemos tres cosas: 1. Las muñecas son terroríficas; 2. Los asmáticos llevamos muy mal el tema espíritus; y 3. Los protagonistas de las pelis de miedo son extremadamente valientes porque yo al primer ruido estoy corriendo calle abajo como una condenada.

Otro incidente Warren en el cine.

Yo insisto en que se abusa de todas las sagas cinematográficas, -a excepción de las ya clásicas, léase James Bond, Star Trek, Misión Imposible, Star Wars y similares-, y deberían tener una lógica finalización, tanto para no hastiar al respetable como para el bien de ellas mismas, confirmando este nuevo filme de Annabelle todo lo anteriormente expuesto.

Es más de lo mismo; no obstante, la cinta asusta bien y resulta COMPETENTE. .2 sobre 5. ..PICARD..

Pues esta es la tercera entrega de la famosa muñeca, después de una precuela bastante floja y de la precuela de la precuela estuvo bastante bien, llega por fin la película que transcurre ya en la epoca en la que la tienen los Warren. Dejando de lado que por lo que sea la actriz de la hija es otra diferente a la de la saga Warren, al menos esta ya se empieza a sentir en el mismo universo. Pero lo malo seria que esta película lo tendría todo para ser interesante, lo de que Annabelle al escapar hace que todos los objetos de la habitación de los Warren hagan de las suya es una idea muy potente, lo malo es que apenas se explora ni pasa nada, todo esto ***contenido con spoilers***

Aunque esta por debajo de la anterior película de Annabelle, es mas entretenida que la primera así que no esta del todo mal