La peor temporada de las 12, y diría que con diferencia, especialmente la segunda mitad, que sencillamente yo ya no sabía ni lo que estaba viendo. Los primeros capítulos me dieron curiosidad, y realmente pensé que podía estar ante una historia interesante, una versión modernizada de La Semilla del Diablo, pero poco a poco la historia se ha ido metiendo en distintos fangos y no ha podido salir. Le doy un 5 y no un suspenso precisamente por esos primeros capítulos que dieron una falsa esperanza.

No he leído el libro en el que está basada, pero creo que la principal culpable es Halley Feiffer, la guionista de la temporada, porque se nota que la temporada tiene un sello concreto, y entiendo que es el que ha marcado ella. Personalmente tampoco me gusta el reparto, no me parece al nivel de los grandes actores y actrices que han pasado por la más de una década que lleva esta antología ya (dónde está mi Lily Rabe? :( ), pero respeto a quienes les guste esta selección de actores y actrices, no me parece el principal problema.

Si Halley Feiffer vuelve a ser la guionista de la siguiente temporada, creo que abandonaré por fin esta serie, la cual sigo desde su estreno.

Lo primero que te entra por los ojos de Shogun es su calidad visual, con sólo ver el tráiler ya sabes que se trata de una producción con mucho dinero detrás y un gusto exquisito en su fotografía. Lo segundo, la cultura y ambientación japonesa de época, la temática samurái, y la promesa de un conflicto grandilocuente.

Y todo ello lo encuentras en Shogun, pero también esperas acción, batallas, y coreografías de pelea dignas del Kurosawa más cruento. Pero no, vas a tener que acumular paciencia, porque Shogun es una producción grande moderna, y como toda producción grande moderna, está llena de cliffhangers, momentos de gran introspección, conversaciones kilométricas (algunas geniales, otras por amor al arte), y, sobretodo, una trama inteligente perfectamente orquestada, al estilo de maravillas como Breaking Bad y Juego de Tronos, guardando mucho las distancias.

Es por ello que ver Shogun es una experiencia bella, que requiere paciencia, probablemente un segundo visionado para ver cada detalle, y que te guarda los momentos intensos y memorables con cuentagotas. También hay que hacer mención a una pequeña reserva de comedia, muy útil y no forzada, para engrasar la maquinaria. Así como su gran reparto, y la gran construcción de varios personajes, muy meritorio en tan pocos episodios.

Así pues, si es todo ésto lo que buscas, ésta es tu serie, pero no entres a ella con prisas y sed de sangre, porque te puede frustrar su ocasional falta de ritmo, y puede que se te escapen detalles, si no ves cada capítulo con la concentración necesaria. Se trata, a grandes rasgos, más de una serie política en el marco de la cultura samurái, que de una serie bélica o de acción. Y desde luego, está envuelta en un paquete precioso.

Ahora sí que sí, ahora sí que es verdad que se han acabado los 24 años de serie (ya escribí una crítica general sobre ella cuando supuestamente había acabado, hace años xDD). Ésta temporada final la he sentido menos alocada, más cercana al realismo, no sé si ha sido aposta o ha sido una evolución natural. El caso es que ha sido bonito poder ver por última vez a éstos personajes únicos, casi octogenarios ya, haciendo algo que no se puede encontrar hoy en ninguna otra serie en activo, así que los vamos a echar MUCHO de menos.

Se acaba la última gran sitcom de la TV :(

P.D: Mención al fallecimiento de Richard Lewis, me parece super irónico que su fallecimiento llegue tras grabar la última temporada, es bonito ver lo bien que se llevaba con Larry, es algo que se nota en sus (pocas) escenas, que no se puede actuar.

Mantiene el nivel de la temporada anterior, al final el concepto no cambia lo más mínimo y todos los capítulos podrían formar parte de una única temporada. Sí que es verdad que ya pierde ese factor sorpresa como tal, pero aún así en cada capítulo te consigue sorprender de alguna manera, y mandarte a sitios mentales inesperados.

No espero que la tercera y última temporada cambie mucho tampoco, pero no importa, ésta serie ya es original de por sí por el concepto.

Las alocadas aventuras de Don Quijote y Sancho Panza. Los molinos son muy monos.

Un caso con muchas aristas y capas, investigado por una genia y un mastodonte que hace las veces de alivio cómico. Sobre el carisma de la pareja que forman ambos se construye el poder enorme de enganche que tiene esta historia. Sumado a una producción impecable, y a muchos pequeños detalles detectivescos que harán las delicias de los amantes de éste género, todo ésto hace que estemos ante una adaptación notable, pues se nota que proviene de una obra literaria.

Muchas ganas de ver cómo continúa todo, de ver qué hay dentro de la siguiente matrioshka.

A nivel artístico, de producción, de actuaciones, y de banda sonora, me ha parecido de 10. El problema es que cuesta entrar dentro de este mundo que propone, hay capítulos que casi se sienten como un sueño, en el que todo lo que ves es muy artístico, pero que no sabes muy bien realmente hacia dónde va.

Obviamente he entendido el leit motiv principal de la trama, pero la sensación final que te queda es muy difusa. Como digo, la sensación es de ser algo que has soñado, para bien, o para mal.

American Horror Story definitivamente está explorando una parte más detectivesca sin dejar de tener su propio sello, que como siempre, es muy característico.

Me gusta mucho cómo evolucionan los personajes, tiene mérito teniendo en cuenta que es una sitcom.

Estas ocho historias independientes son probablemente lo mejor que le ha pasado al universo de American Horror Story desde Asylum.

Cuando la serie era popular y estaba en distintas cadenas, veía alguna escena (doblada, no sé si eso influía), y no me llamaba para nada la atención, de hecho hasta la evitaba un poco. Al final, años después, empecé a verle un poco la gracia, y decidí empezarla de 0, en 2020, y la he acabado hoy. La he estado viendo siempre en los desayunos, así que la asocio totalmente a esta hora del día, el despertar, la alegría, el chiste fácil, el buen rollo, etc.

Las primeras temporadas son muy graciosas y le tomas cariño a todos los personajes, te das cuenta de que especialmente Cam y Phil son increíbles, y también puedes ver que es un poco distinta a otras sitcom, a pesar de que sus elementos por separado los puedas encontrar fuera.

En las últimas temporadas, por puro peso de los años, algunos personajes se desdibujan, y hay que darles un giro a su personalidad y sus subtramas (hablo especialmente de los niños cuando dejan de serlo, que no son pocos), pero creo que lo hacen muy bien, de forma lógica, sin olvidar que estamos en una sitcom, y evidentemente hay elementos de la trama que se fuerzan en favor de la hilaridad.

La última temporada la he vivido de forma extraña, de forma distinta a otras series, porque, por un lado, realmente ya no era tan divertida como al principio, sin embargo, en la recta final, no quería que acabase, y eso creo que es porque tiene un equilibrio perfecto entre el humor, y el efecto sentimental. En el doble capítulo final me ha sorprendido el hecho de que realmente me he emocionado bastante, sin esperarlo, y eso creo que habla muy bien de la serie, al final puedo decir que me ha hecho reir, y me ha hecho "llorar", eso es muy especial. Creo que de hecho le voy a subir del 8 al 8'5, porque esa dualidad lo merece.