Crítica de The Office por JPQP

Los finales son complicados; cerrar bien una historia, especialmente una larga es difícil y puede hacer que una obra acabe siendo recordada por un pésimo final y no todo lo que vino antes.

Con la última temporada de The Office no ocurre; es difícil decir que es mala como tal, pero es de lejos la peor de todas porque aunque sigue teniendo momentazos tanto cómicos (y encontramos algunos de los mejores gags de la serie aquí) como dramáticos, y aunque da un buen cierre a la trama y a sus personajes (a su mayoría al menos), es una temporada que destroza personajes y sus relaciones.

Empecemos con Pam y Jim, a los que puedo al menos mencionar sin usar el spoiler, porque han sido una parte vital a lo largo de la serie con su relación; el problema es que una relación romántica en ficción no da tanto de sí: los personajes se conocen (paso que en The Office nos saltamos) uno empieza a gustarle el otro y vamos al clásico tira y afloja en que cuando ese decide pasar página el otro se da cuenta de que le quería, entonces tras ello al fin acaban juntos, luego más adelante se casan, y para acabar tienen un hijo.

Jim y Pam hace tiempo que hicieron todos los pasos, y llegados a ese punto, como trama no da más de sí y podrían simplemente tener una pareja que por lo general funciona bastante bien, pero deciden tirar por el rumbo de la crisis matrimonial .

De primeras el mayor problema es que quitando alguna instancia muy puntual no hemos tenido ningún equivalente a esto, incluso cortándose tramas que podían dar pie a ello como fue el caso de la infidelidad de Jim en la octava temporada que John Krasinski se negó a que se hiciera (la existencia de dicha trama no hubiera mejorado este problema, solo lo habría adelantado), con lo que el que ahora ocurra algo como lo que vemos durante gran parte de la temporada se siente forzado.

Por supuesto, podríamos entrar en la metanarrativa de que esto que vemos es un documental que está siendo grabado dentro de dicho universo, pero aquí vamos a dos problemas, por un lado que el documental en sí tiene un problema tremendo al que vuelvo luego, y por el otro que podemos pensar que los productores del documental decidieron cortar cualquier escena del estilo en temporadas previas para meterlas aquí porque necesitan construir la narración; la cuestión es que al final del día esto sigue siendo un falso documental, con lo que retroactivamente los defectos narrativos vuelven a la producción de esta serie real.

Y sin embargo, con todos los problemas que hay con dicha trama, ni se acerca al destrozo que se ha hecho con Andy . El personaje funcionaba como un reemplazo de Michael porque si bien podía parecer una versión de marca blanca de aquel, no era un personaje nuevo y mucha de su personalidad se mantuvo (aunque fuera exagerada como ocurrió con el resto de personajes) con lo que no parecía una manera cutre de reemplazar un actor que se marcha de la serie ; sin embargo, tras todo lo que se nos presenta en las temporadas previas, especialmente en la octava aquí deciden hacer que el personaje sea una versión insoportable de sí mismo, y puedo entender que por fuerza mayor se tuvo que ausentar y buscaron la excusa del viaje en barco, pero eso no excusa que con tanto rollo con su relación con Erin en la que tardan en salir mucho menos que tardaron Pam y Jim, lo dejan por una tontería, Erin sale con Gabe, para dejarlo porque sigue enamorada de Andy, para que este tenga pareja, para que decida dejarla al fin para estar con Erin... Todo para que ella decida dejarle por un personaje nuevo (que dentro de la narración los personajes llevan meses conociéndole, sí, pero el público no) . Y podría estar aquí desgranando cada uno de los problemas que hay con la construcción y el arco de este personaje en la temporada, pero entonces la mitad de la crítica tendría que estar en spoilers.

Con el resto de personajes en algunos casos, aunque no tan exagerado también hay problemas: como las nuevas adiciones que aunque funcionan para algunos gags, se les da demasiada importancia; con otros sí llegan a hacer un mejor trabajo aunque considerando que la mayoría no tiene tanto peso como los que he mencionado antes, tampoco acaban de compensar.

Luego en lo que respecta al documental, la trama va a ir a ello para que tome un papel más relevante y no sea simplemente una excusa para el formato de la serie. Pero el documental no tiene sentido... Descubrimos que el documental tiene solo nueve episodios (uno por cada año de grabación) y eso implica que gran parte de lo que vemos no se verá en pantalla, con lo que mucha de las tramas que se presentarán en el documental no tendrán coherencia (a menos que una voz en off haga un resumen de lo que no se ve) porque hay demasiado a recortar .

Aun con ello, como dije la temporada tiene algunos de los mejores gags de la serie y momentos preciosos, especialmente en el desenlace, lo que pasa es que tenerlo en consideranción cuando se basa en que tras nueve temporadas le coges cariño a los personajes (incluso los que son unos gilipollas) y que una selección musical adecuada cambia completamente una escena, pues me parece un poco de trampa.

En definitiva, la última temporada de la versión estadounidense de The Office está lejos de poder ser considerada mala si la comparamos con otros finales de serie, pero si lo comparamos con temporadas previas de esta misma serie es terrible.