La vi en su día cuando la estrenaron en la tele, y ahora que la han puesto en Netflix no he podido resistirme a verla de nuevo, ya que siendo sinceros, recordaba que me gustó muchísimo pero que no me había enterado de nada...
Es una serie con una trama muy enrevesada e intrigante, maravillosamente protagonizada por Lydia Bosch, en la que partimos de un asesinato aparentemente sin gran importancia que nos lleva a todo tipo de rencillas y dramas familiares, venganzas del pasado, disputas empresariales, potenciales epidemias causadas por un virus (a estas alturas... XD) y mil cosas más. Vista de nuevo me doy cuenta de que era casi imposible seguir el hilo hace casi 20 años cuando veías un capítulo de 80 minutos por semana, ya que es muchísima la información que hay que asimilar en cada uno, muchos nombres, personajes y giros de guion. En cada capítulo sospecharás de alguien diferente.
Engancha desde el primero, y no ha envejecido nada mal desde mi punto de vista. En el reparto sobresalen, además de Lydia, las grandes actuaciones de los veteranos Fernando Guillén y Concha Velasco, y las de Ginés García Millán, Ana Gracia y Pedro Casablanc. Aquí descubrimos a Miguel Ángel Silvestre (aunque en la segunda nos dieron el cambiazo por Álex González) y a Jan Cornet.
La mayor pega que le pongo es la sobreactuación en muchas escenas y algunos diálogos excesivamente forzados, la facilidad que tenía esta gente para conseguir armas, y que todo lo quieran investigar por su cuenta sin que la policía sirva para nada, pero en el fondo eso no le quita mérito, ya que es una serie que tiene de todo para entretener.
El final es bastante cerrado y satisfactorio, si bien dejaron un "pequeño" hilo suelto de cara a una posible tercera temporada que no llegó.
Me hace gracia recordar al verla que en aquella época era lo "más" tener el móvil más pequeño posible ¡Ay! Cómo hemos cambiado...

He tardado casi dos años desde que vi la segunda temporada en ponerme con la tercera porque sabía que se venía cambio de actores/personajes y no me puede dar más pereza que ocurra eso en una serie. Pero hace unos días decidí seguirla antes de ponerme otra serie nueva y me he vuelto a enganchar del todo y me la he ventilado en menos de una semana.
Aunque al principio quieres que vuelvan los anteriores, lo cierto es que el cambio está muy bien llevado y los nuevos se han ganado mi cariño, las tres. Además el nuevo personaje de la "paliducha" se ha ganado mi simpatía y espero que siga en la cuarta. La trama tiene algunas lagunas y asuntos que quedan sin resolver (la "posesión" de los cuerpos por las luciérnagas y lo que ocurre con ellos queda un poco en el aire; que Laura, Susana y Bea no tengan enlace ni más información de la pasarela) pero se lo perdono porque la he disfrutado igualmente.
El final de esta tercera temporada habría sido un final perfecto para la serie, espero que no lo hayan estropeado en la última, porque por ahora se va a mi Top 5 de series nacionales sin duda.

En esta temporada, Jeremy cambia las ovejas por vacas, y una vez puesta la tienda en funcionamiento, ahora se propone abrir un restaurante que se abastezca solo de productos de la granja, pero los vecinos y el ayuntamiento no se lo pondrán nada fácil.
Otra temporada de cultivo en la que nos integramos en esta divertida familia. No puedo negar que me lo paso muy bien con sus aventuras y desventuras, la ignorancia de Clarkson en muchos aspectos del mundo agrícola y cómo Kaleb le pone las pilas y se vacilan mutuamente y sus intentos (y los míos) de entender qué narices dice Gerald. Vida campestre al 100%, podemos ver la inseminación de las vacas y sus partos, la plantación y recogida de diferentes cultivos, la construcción de diferentes edificios de la granja, los temas administrativos, las consecuencias del Brexit a la hora de recibir subvenciones y las repercusiones de la guerra de Ucrania en el precio de fertilizantes y semillas.
Sigo diciendo que el hombre no da pena en ningún momento, porque aunque la granja no vaya bien del todo, tiene pasta de sobra para compensar pérdidas, no como si fuese cualquier persona de a pie, pero aún así, es bastante ilustrativo de cómo son las cosas en realidad.
Esperando que haya una tercera y veamos el restaurante a pleno rendimiento.

Repite el esquema de la primera temporada, con la diferencia de que esta vez hay más personajes (al equipo de investigación se une el personal del barco) y se me ha hecho un poco más enrevesado todo, ya que no da tiempo a profundizar en ellos y cuando mencionan nombres a veces no sabía de quién estaban hablando. Pero volvemos a contar con los flashback para aclarar la historia al final y queda más claro.
Recuperamos a dos personajes de la temporada anterior (he echado en falta a Johan) y, por motivos evidentes al fin de esta, todos los demás son nuevos, más y más variopintos, entre los que destacan los españoles Enrique Arce y Hovik Keuchkerian. La trama, que creía cerrada tras la primera, también continúa, seguimos buscando una bacteria que se alimenta de CO2 para detener el cambio climático, esta vez mediante un alga en un carguero en medio del mar.
Aunque menos que la primera, me ha gustado también esta segunda temporada; tampoco he conseguido anticipar del todo por donde iban los tiros, considero que mantiene la tensión, y el final me ha dejado con ganas de más, aunque esta vez sea cerrado (digo yo). Quizá lo que más me ha decepcionado ha sido Maggie , pensé que su papel en toda la trama y sobre todo en el desenlace sería mayor.

La empecé con muchas ganas y porque me parecía muy interesante la premisa de la que parte: una futura sociedad distópica que ha perdido el sentido de la vista, lo que ha provocado una regresión a un modo de vida poco menos que prehistórico, en el que las escasas personas videntes que nacen son consideradas "brujos" y perseguidas para darles muerte.
La serie es interesante si nos olvidamos de esa premisa, porque son ciegos para lo que les da la gana. Quiero decir, que hay ciertos momentos en los que sí, es coherente, pero en muchas escenas no tiene sentido la ropa que llevan, los peinados que se hacen (vamos, que a mi peluquera le lleva dos horas hacerme algo así en la cabeza con la vista perfecta, como para creerme que un ciego te peina así), la forma de luchar, de moverse, ¡el sentido de la orientación que tienen es admirable! Vale que son ciegos de nacimiento y que desarrollan más otros sentidos y pueden hacer muchas cosas que nos sorprenderían y bla, bla, bla... pero son ciegos, no todos pueden ser Daredevil y a veces lo parece.
Si dejamos de lado ese aspecto, pues la serie tiene un componente de intrigas políticas bastante interesante, siendo la segunda y tercera temporadas bastante mejores que la primera, que iba sin rumbo aparente. La han terminado a su debido tiempo, ya que no habría tenido mucho sentido seguir estirando una idea que no supieron desarrollar, ya que al final, lo dicho, que sean ciegos es lo de menos. A mí el final no me ha decepcionado.
La serie está hecha a medida de Jason Momoa, que es aquí Khal Drogo 2.0, con algo más de personalidad y liderazgo. Él, Hera Hilmar y Christian Camargo son los actores que más me han gustado de un reparto en el que hay de todo, porque hay algún personaje al que me habría cargado desde el primer momento en que abre la boca, por insoportable, insufrible, cansino, pesado... (véase Kofun y Sibeth Kane).
No la recomiendo encarecidamente, pero sí la considero interesante, y al ser solo tres temporadas, no se hace difícil de ver.

He aquí un buen ejemplo de que un gran presupuesto no garantiza un buen producto. Tantos millones invertidos por Amazon en una guía paisajística, con escenarios preciosos y decorados élficos de ensueño, si, pero con personajes en su mayoría sin carisma (creo que sólo exceptuaría a Elrond y los enanos, cuyos momentos son los más entretenidos), tramas lentas y con poca emoción y ninguna batalla que se pueda considerar épica. Creo que de toda la temporada sólo han valido realmente la pena los dos o tres últimos capítulos.
No me meto ya en si hay demasiado material inventado o si es fiel al mundo Tolkien, porque han pasado demasiados años desde la última vez que leí El silmarillion, El hobbit o la trilogía ESDLA como para acordarme, pero ya solo por el hecho de que consigan que su protagonista, Galadriel, un personaje del que estaba ansiosa por ver más, me caiga mal al segundo capítulo y acabe la serie considerándola una auténtica petarda en lugar de una heroína, es que algo han hecho mal.
¿Seguiré viéndola? Pues sí, probablemente. Pero mucho tendrán que mejorar las siguientes temporadas para que llegue a considerarla un producto a la altura.

Recientemente saltó la polémica con esta serie por las declaraciones de Álvaro Morte sobre su interpretación de un Elcano “de izquierdas”. Yo reconozco que he visto la serie por él, actor que me encanta, aunque aquí ni se acerca a su mejor papel, y como soy bastante apolítica, no he visto ideología ni de derechas ni de izquierdas en ella. Como serie de aventuras para entretenimiento, tiene un pase. Como serie histórica para narrar la mayor hazaña marítima de la historia, se me queda escasita.
Partiendo de la buena idea de hacerla breve, cuatro capítulos de una hora o como se dividió finalmente, seis de 40 minutos, decepciona que en vez de ir al grano muchas veces pasen tiempo mostrándonos a los marineros tirados por el barco pasando penurias. Marineros cansinos además, que al tercer día ya querían dar vuelta porque faltaba mucho para llegar, si de verdad hubiese sido así, poco mundo se habría descubierto. Menos mal que Magallanes era ambicioso y decidido y por sus mismísimos, que él encontraba el paso del Atlántico al (después llamado) Pacífico.
Anacronismos hay un montón, desaprovechamiento de paisajes, escenas marítimas muy oscuras en las que cuesta ver algo y barcos y personajes que aparecen y desaparecen. Los portugueses hablan portugués entre ellos, y eso está muy bien, le da realismo, siendo gallega esperaba entenderlo, pero es que Rodrigo Santoro es brasileño, y el portugués de Brasil y el de Portugal tienen un acento totalmente diferente, y para mi decepción he tenido que ponerme los subtítulos, y no solo para entender a los portugueses a veces…
Dos escenas concretas me llamaron la atención en los últimos capítulos, una para bien, y otra para mal: para bien, la muerte de Magallanes, contada en flashbacks, mostrándonos primero la desolación de sus marinos y luego cómo ocurrió ésta ; para mal, la llegada a España y la salida del barco como si fueran zombis. Evidentemente llegaban hechos polvo, pero me podría imaginar esa llegada de cien maneras distintas, y ninguna sería esa .
No la considero tan malísima como la ponen algunas críticas que he leído en otras páginas, pero para una miniserie que podría haber sido épica como la hazaña que narra, se queda muy lejos de ese adjetivo.

Hacía tiempo que no me ponía con una serie romántica, y esta me tenía buena pinta, tanto por sus protagonistas, ya que tanto Theo James como Rose Leslie me gustan mucho, como por el añadido de los viajes en el tiempo. En general me ha parecido una buena serie, romántica, pero sin resultar empalagosa, entretenida y original, en la que vamos conociendo el desarrollo de una relación de pareja bastante enrevesada a lo largo de la vida de sus protagonistas. Aquí no hay nada lineal, todo va y viene, como Henry. Una relación especial, en la que él conoce el pasado de Clare, y ella conoce el futuro de Henry, cada uno tiene información del otro que ellos mismos desconocen y se van descubriendo mutuamente.
La química entre Ygritte (GoT) y Cuatro (Divergente) resulta mucho mejor de lo que esperaba. Ella se luce en su actuación y muestra muy bien la evolución de su personaje, mientras que él, además de lucir tipo (pero mucho, qué pena esto de tener que viajar en el tiempo desnudo siempre, ejem, ejem) aporta el carisma y cierto misterio que hacen interesante a Henry a través de los años. Las caracterizaciones son buenas a la hora de mostrarnos sus diferentes edades y en sus interacciones consigo mismo. Hay parecido y continuidad entre los actores que lo interpretan a él en su niñez y adolescencia, mientras que la Clare adolescente no me acaba de encajar entre la niña y la adulta.
Su punto negativo es que hacia el final se centra demasiado en el romance, lo cual no sería malo si no fuese porque deja muchas cuestiones en el aire respecto al tema temporal que presentan en los primeros capítulos y después quedan olvidadas. Y aunque es una serie bonita y sin duda la he disfrutado muchísimo, el final me ha dejado un poco “meh”, creo que la podrían haber estirado un par de capítulos y profundizar más en algunas cosas.
Siguiente paso: hacerme con el libro para rellenar esos huecos que hay seguro.
Actualización tras leerme el libro: Tiene que haber otra temporada, se han quedado a mitad de la historia, ahora todo tiene sentido!

Pensé que era una miniserie, pero acabo de leer que van a hacer una nueva temporada (con diferente trama y reparto, evidentemente), así que la crítica se queda aquí en lugar de en la ficha general.
Descubrí esta serie por encontrarse Álvaro Morte entre el reparto y me esperaba un pequeño papel por su parte, pero afortunadamente no ha sido así. Con un reparto bastante internacional y una ficha técnica española en su mayoría, The head es una especie de Cluedo en la que tenemos que averiguar quién es el asesino en el hielo. Lo cierto es que el título no viene mucho a cuento, la cabeza es lo de menos...
Un equipo científico en la Antártida busca una solución para el cambio climático; al llegar el invierno y su continua oscuridad, parte del equipo se marcha, dejando a un reducido grupo en la base. A su vuelta, seis meses después, encuentran a casi todo el equipo muerto, dos personas han desaparecido y hay una única superviviente escondida y muerta de miedo. Poco a poco, a través de los recuerdos de Maggie y los descubrimientos que hacen, van averiguando lo ocurrido.
Aunque puede considerarse la típica serie de misterio, es corta, tiene buen ritmo, un buen elenco y engancha. Al principio sospechas de todos y cada uno tiene sus secretos. Tiene suspense, tiene acción y un final sorprendente que ata perfectamente todos los cabos (aunque al principio no lo parezca).
No sé si veré la segunda temporada (parece ser que será algo parecido pero en un carguero), pero esta me ha gustado mucho.