Si me hubieran preguntado con 9 años (acababa de ver en el cine el Episodio I y tenía fundidos los VHS de la trilogía clásica de tanto verlos) que cómo debería ser una nueva trilogía, seguramente habría enumerado muchas de las cosas que tiene esta película, pero claro, ahora me doy cuenta de que esas cosas por sí solas no funcionan. Ese es quizás el mayor problema de 'Star Wars: The Rise of Skywalker', una película que parece única y exclusivamente destinada a satisfacer al niño que cualquier fanático de esta franquicia lleva dentro, pero que al final acaba pecando de ser más efectista que efectiva. Esto se nota sobre todo en cómo la trama recurre con frecuencia al uso de escenas que resultan muy impactantes —bien por la acción o bien porque van dirigidas a tocar la fibra sensible—, pero mal unidas entre sí por otros momentos insustanciales y a veces inexplicables, lo que se traduce en un resultado final algo irregular y que puede transmitir la sensación de que la historia no va a ninguna parte.

Y, si hablamos solo del fanservice, hay que decir que su uso es descarado y, en su mayor parte, innecesario. J.J. Abrams ya abusó de esto en el Episodio VII, pero por ser el inicio de una nueva trilogía creo que muchos lo perdonamos. Lo malo es que parece que Abrams ha llegado al último episodio queriendo dar más prioridad a sus ideas y a su espíritu fanservicero que a intentar continuar la historia del episodio anterior. Se notan mucho las desavenencias entre ambos directores y al final somos nosotros los que lo pagamos. Esto no es como cuando en el colegio te mandaban hacer un trabajo por parejas y cada uno hacía una parte por su cuenta y luego lo juntabais. Ahí te ponían buena nota porque solo era buscar información en Wikipedia, pero esto es cine, y la coherencia y la narrativa se resienten si cada uno hace lo que le sale del sable de luz.

En fin, me pongo intenso aunque realmente no pienso que sea un final terrible, pero sí decepcionante viendo el potencial que tenía la trilogía cuando comenzó.

La última película de star wars de una trilogía que ha sido polémica desde un principio y que termina siendo algo muy “irrelevante” para la franquicia.

J.J. Abrams se ha vuelto a poner manos a la obra con esta última película de una trilogía que ha terminado dividiendo a los fans.

Una película que desde el inicio de la presentación del tráiler, da la sensación de que ha sido creada para contentar al fan, pero que no deja muy claro el cómo continuará la historia que quedo pendiente en la anterior entrega.

Sin contar todas las cosas “incoherentes” que ha habido a lo largo de toda la película, dejándote con más incógnitas que soluciones, en términos generales ha estado entretenida y con un ritmo constante de buena acción y efectos especiales que siempre tiene su toque propio, pero que por desgracia solo ha sido eso lo bueno de esta película.

Más de uno que sea realmente fan, se puede llegar a ofender con esta crítica, sin embargo es lo que hay. Una trama de lo más pobre que no llega a ninguna parte o bueno, si llega, pero el director en cuestión hacen que se saque situaciones de la manga que no vienen al caso o simplemente nos tratan de “ineptos” al cambiar todo lo que nos han estado contando hasta la fecha de ahora.

Con un drama que no podemos engañar a nadie, no terminas de empatizar ni con la “supuesta” escena más triste la película, que lo único que acabas pensando es: “pues vale. ¿Y ahora qué?

En cuestión a los actores han estado bastante bien, ha destacar la actuación de Adam Driver, que aunque a muchos no les ha terminado de convencer, a mí me gusto desde un principio. La que no me llega a terminar de convencer es la actuación de Daisy Ridley que no me acaba de transmitir nada de las emociones de su personaje.

Bueno, si buscas una película con espadas láser, naves espaciales y buenas escenas de acción esta es tu película, pero si bienes para saber sobre la trama principal y encontrar explicaciones coherentes, no la veas, dan la sensación de que van en la misma dirección que la saga de Aliens.

Para hablar de esta película es necesario tener en cuenta todo lo que ha sido esta nueva era de Star wars.

Una vez vista, se puede decir, que Disney no tenía ningún tipo de proyecto, únicamente querían explotar la marca.
J.J Abrams y Ryan Johnson no tienen ningún tipo de culpa. Cada uno hizo lo que quería, convirtiendo a esta trilogía mejor que las precuelas.

Debido a todo esto, llegamos al batiburrillo sin sentido que es Star Wars IX.
Que mas que una película parece 2 en una. El ritmo es atropelladísimo y no te deja descansar, asi por lo menos no te puedes parar a pensar en el guión mientras la ves.

J.J intenta cerrar como puede una trilogía que casi no se ha desarrollado y por lo tanto se tiene que sacar de la manga todos los gadget que sean posibles hasta terminar, lo que la hace un entretenimiento mayúsculo y que me deja con un sabor de boca agridulce.
Mi orden de todas las pelis hasta la fecha sería:
Star Wars V
Star Wars IV
Star Wars VI
Rogue One
Star Wars VII
Star Wars III
Star Wars VIII
Star Wars IX
Han Solo
Star Wars I
Star Wars II

No esperaba gran cosa y aun así han logrado decepcionarme…

Esta última entrega de esta fallada trilogía marca Disney es con diferencia la peor de las 3.

Un batiburrillo de escenas atropelladas y sin sentido, momentos absurdos, un fan service exagerado para tener a los nuevos fans contentos y personajes clásicos para intentar mantenernos contentos a los clásicos (cosa que no consiguen).

Los personajes siguen en su línea, sin destacar gran cosa y sin que consigamos empanizar con ellos, Kylo Ren tan cutre como siempre y Rey cada momento que sale más poderosa porque sí.

El final mejor ni hablar, un intento de cerrar toda la saga de mala manera.Para lo corta que es se me hizo larga y pesada, y como dije antes, la peor de la trilogía Disney y una de las peores de la saga…

Mi veredicto: trilogía innecesaria.