Redactada: 2024-03-10
Qué temporada más rara, por favor. Ya desde el principio, con esas referencias a "La cosa", se notaba que iba a ser una temporada muy diferente a las anteriores, pero con el paso de los capítulos ha superado por mucho a mi desconcierto inicial.
Estamos en Alaska, en una estación de investigación en el ártico donde sus ocho investigadores desaparecen sin dejar rastro. Lo normal es que esa desaparición fuera el principal misterio de la trama, pero no. Aquí hay también ciencia ficción, presencias del más allá, eventos sobrenaturales... la locura, y más cuando la serie en todo momento intenta convencernos de que todo resulte creíble y verosímil, pero es complicado de entrar en el juego cuando todo es tan desconcertante y encima sin apenas explicaciones. Además tampoco es que todo eso esté bien integrado con el caso de la desaparición, de hecho hay muchos de esos momentos que se desarrollan paralelamente y parece que están ahí solo para liarte más. Yo he acabado con la cabeza como un bombo, y con ese final ya ni os cuento.
En el lado bueno pues la trama cuando se centra en el caso en sí no ha estado mal, y Jodie Foster, pese a lo que diga el rancio de Boyero, sigue siendo una diosa y una pedazo de actriz. Las partes más dedicadas al drama social y familiar también me han gustado aunque se saliesen de la investigación.

Una de cal y otra de arena. No es la True Detective que me enamoró en su día.

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