Tercera entrega y justo el ecuador de la saga, ya que a pesar de ser sólo cuatro libros terminaron siendo cinco películas. Y creo que es el punto clave de la saga porque es en la que ya tenemos presentados a los vampiros, ya conocemos a los lobos, todo está listo y por fin hay interacción en condiciones.

Eclipse empieza con un flashback de un personaje al que en principio no conocemos pero del que pronto sabremos más, a medida que vayamos descubriendo qué se cuece y quién está detrás de todo, aunque teniendo en cuenta que lleva amenazando desde Crepúsculo, pues ya iba tocando que hiciera algo. La manada de los lobos ha aumentado, con sus correspondientes dramas, y aunque siguen en guerra con los vampiros tienen una aliada en común a la que quieren proteger.

Lo mejor de todo es que el instituto aquí ya apenas aparece, y no por el instituto en sí, sino porque por fin dejamos atrás a Jessica, Mike y compañía, aunque aún los tenemos que aguantar pero muy brevemente, y he de decir que el discurso de Jessica me gusta mucho y es fácil identificarse con él, pero esa etapa ha terminado. Salvando las distancias, digamos que podría corresponder a Harry Potter y el prisionero de Azkaban, salvando MUCHO las distancias, pero en el sentido de que esta película es más oscura que las anteriores. No por la villana, porque da bastante pereza desde la primera película y no es que aporte gran cosa, casi es más protagonista Riley que ella, pero ese ejército que se va acercando parece un peligro al que tener en cuenta.

Si ya en la anterior empezaba el Team Edward VS. Team Jacob, aquí tenemos el triángulo amoroso ya en su máximo esplendor, aunque resulta un tanto lamentable, porque los dos tratan a Bella como una pelota que se van pasando, todo se convierte en a ver quién la tiene más larga o quién la quiere más y los detalles con ella son más para marcar territorio que por demostrar afecto como tal. Casi parece que se están intentando poner celosos el uno al otro y que van a terminar liados entre ellos, diría que hay algún fanfic al respecto y no me extrañaría nada.

Lo que más me gusta es que se le da más protagonismo a Rosalie y Jasper, de los que no sabíamos absolutamente nada, y de hecho pronuncian tres palabras cada uno en las otras dos películas, pero aquí conocemos su historia. No recuerdo exactamente en qué libro nos contaban las de los demás, porque allí los llegamos a conocer a todos y es más fácil comprender sus motivaciones y su personalidad, pero aquí es necesario para justificar el comportamiento de ella y los conocimientos de él.

Como ya he dicho, esta tercera parte es más oscura que las anteriores, los personajes tienen más relación los unos con los otros, mientras que en la anterior unos prácticamente desaparecían y a los otros no es que los conociéramos demasiado, y sobre todo tiene más acción, los entrenamientos, las peleas, y las escenas en Seattle, al menos pasa algo, lo que no se puede decir del final y de quienes aparecen para no hacer nada por segunda vez.

Se supone, o al menos es la versión que han dado después, que cambiaron a Rachelle Lefevre por Bryce Dallas Howard por problemas de agenda de la primera, pero en su día hubo bastante polémica y por lo visto la despidieron de la nada, tal vez porque Bryce era más famosa, porque buscaban otro físico o porque aquí ya tendría más protagonismo, pero la primera Victoria se veía mucho más salvaje e imponente, a esta no me la creo nada.

Es curioso que con esta me ha pasado todo lo contrario que con Luna Nueva, que la recordaba mejor y me aburrió al volver a verla, mientras que esta recordaba que no me gustaba demasiado, a pesar de que no le he cambiado la nota, y ahora puedo decir que hasta la fecha, al menos en este revisionado que estoy haciendo, es la que más me gusta.

Una enemiga vuelve, sangre, terror y nulas expresiones de Kristen Stewart es lo que tenemos en esta entrega.

Los vampiros y los lobos se unen para proteger a Bella que no sabe hacer nada mas que quedarse quieta y dejar que todos se maten entre si por su amor.

Poco mas que añadir la verdad ya que la recuerdo vagamente, como somnífero funciona de lujo.