Redactada: 2020-02-29
'La trinchera infinita' es un estado mental de desasosiego producido por el extremo encierro al que se ve sometido Higinio, interpretado por un incansable Antonio de la Torre. La obra ahonda en las penurias sufridas por los llamados "topos", personas que ante el temor a las represalias de las tropas falangistas, se vieron obligados a esconderse en agujeros que hacían en sus propias casas. Haciendo partícipes de esta ignominia a sus seres queridos, en este caso Rosa, la luchadora esposa a la cual Belén Cuesta retrata de forma impecable; y Jaime, el hijo que simboliza el recordatorio viviente de que la vida sigue sin él, que nada se detiene porque haya dejado de vivir la vida. Higinio está tan acostumbrado a su oscuridad y a su escondite que las alucinaciones que sufre suponen un cierto alivio a la hora de afrontar su dolor, una suerte de lenguaje con una parte de sí mismo que desconocía. Su angustia está incrustada en su alma hasta tal punto que el sueño de la libertad le produce vértigo, le produce un pánico atroz, porque las jaulas retienen y encierran, pero con el paso del tiempo llegan a convertirse en un refugio seguro ante el temor de la incerteza exterior.
La claustrofobia se estampa contra el sueño de ver el mar. De la nostalgia por sentir su olor por primera vez y sentir que, por fin, Rosa e Higinio son libres de sentir, querer y ser lo que ambos quieran sentir, querer y ser. Treinta años de una vida perdidos por una guerra en la que, a fin de cuentas, nadie ha ganado. Solo hay vencidos. Solo hay víctimas.
Guion
Banda sonora
Interpretación
Efectos
Ritmo
Entretenimiento
Complejidad
Sentimiento
Duracion
Credibilidad
Fotografía
Dirección

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