Crítica de 12 monos por MartaPD

Redactada: 2024-03-28
En la Antigüedad la locura era habitualmente tratada de forma distinta socialmente, viéndose a menudo a los "locos" como visionarios, genios o profetas religiosos, personas cuyo comportamiento se alejaba de lo socialmente aceptado y que podían incluso aportar "sabiduría" o ideas nuevas, divergentes (quedémonos con este término). Hasta el siglo XIX, con el establecimiento de la medicina moderna, esta locura no empezó a ser compartimentalizada en trastornos y patologizada tratando a los locos ya como enfermos, personas que "por su bien" o por el de la sociedad como tal debían de ser controlados, psiquiatrizados e institucionalizados en base a diferentes diagnósticos. Vale, pues todo esto tiene a mi parecer una presencia constante en esta película, en gran parte diría que es su base teórica.

En 12 Monkeys una especie de viajero del futuro llega a 1990 a recolectar información sobre la plaga que en su presente ya ha diezmado y prácticamente extinguido a toda la población mundial, que sobrevive en un mundo subterráneo, con la intención de saber cómo fue creado el virus y de qué manera inmunizarse y volver a repoblar la superficie. Pero rápidamente es tratado como un loco e institucionalizado, sus constantes diatribas son tomadas como una fantasía creada por su mente enferma hasta el punto de que él mismo llega a dudar de su cordura y de cuál es la realidad. Si bien Bruce Willis nunca ha sido un actor de muchos registros y siempre hace el mismo papel, la realidad es que el tío hace muy bien ese mismo papel y aquí está genial con un protagonista siempre entre la locura y el heroísmo. Las actuaciones son excelentes, Brad Pitt es un secundario de lujo, con intervenciones delirantes y magnéticas. Madeleine Stowe completa el trío de principales con una interpretación quizás más sobria y seria pero profundamente necesaria, al tratarse de una psiquiatra que finalmente tiene la mente "lo suficientemente abierta" para empezar a dudar de sus creencias racionales y abrazar las teorías del protagonista y su intento de salvación de la humanidad.

La película hace todo lo que debe hacer, con juegos temporales e inteligentes referencias intertextuales a lo largo de su metraje que te van a llevar a un momento anterior de la misma y que encajan como un guante. Diría que la trama está perfectamente trenzada, no veo que le sobre nada. Como filme de ciencia ficción es brillante en casi todos los aspectos (aunque a lo mejor pueda resultar confuso para quien no esté 100% pendiente de todo) y no necesita de grandes efectos especiales para llevarte a ese futuro postapocalíptico.

Terry Gilliam parió aquí una obra compleja y de culto, en donde creo que ha tomado todo este caudal de ideas sobre la locura y las predicciones proféticas sobre el futuro y ha sabido entender que se podía hacer una gran película de viajes en el tiempo con ellas. Incluso con su poquita de crítica hacia la experimentación biomédica con animales y el lugar de la psiquiatría en nuestra sociedad a la hora de aceptar a quien es funcional para el sistema y de rechazar y patologizar a quien no. Jeffrey dice algunas cosas al respecto cuando están en el manicomio y otro de los pacientes le explica por qué él es divergente y le pregunta a James si también lo es. En efecto, James es divergente y solo podría ser etiquetado como un loco en nuestro sistema. "What we say is the truth is what everybody accepts, right? I mean, psychiatry is the latest religion. We decide what's right and wrong, we decide who's crazy or not". Palabra de psiquiatra.
Guion
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Banda sonora
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