Crítica de 12 monos por rubenleobcn

'12 Monkeys' es mi película favorita de Terry Gilliam, una distopía, mezcla de múltiples subgéneros de la ciencia ficción, con un diseño único de Gilliam, que la convierten en un referente.

Lo que aporta '12 Monkeys' al género de la ciencia ficción de viajes en el tiempo es que el protagonista, James Cole, sufre los efectos psicológicos del viaje en el tiempo, y acaba por no saber qué es realidad. Además, la película reconoce que las cosas que han pasado no se pueden alterar y que intentar evitar un cataclismo (en este caso la liberación del virus) no se puede detener ni cambiar. Como dice James Cole mientras está en un hospital psiquiátrico: "Ya sucedió". El verdadero dilema en el que se mete la película no es un argumento para salvar el mundo, es la lucha interna de James Cole por sobrevivir a sí mismo.

Es un concepto nuevo e innovador, y funciona de maravilla gracias a un guión magnífico escrito cuidadosamente por los hermanos David Peoples y Janet Peoples, junto a la creatividad de Terry Gilliam. Entre los tres, consiguen narrar sin errores una historia no lineal, la historia se distorsiona incorporando diferentes secuencias de tiempo: flashbacks, sueños, recuerdos, presente, pasado, futuro, e incluso una escena de 'Vertigo'.

Gilliam escoge a Roger Pratt para una magnífica fotografía gris, que cambia según estamos en el pasado o futuro, para no perdernos. Visualmente, Gilliam es un maestro de la desolación y de las sombras, que rivalizan con Tim Burton en sus paisajes e imágenes abatidos. Con una cinematografía fría, amplia y envolvente, Gilliam se sumerge en el entorno incoloro y la oscuridad de sus personajes. Las escenas a menudo están bañadas en un extraño blanco roto, que sirve de contraste con los personajes que a menudo se vuelven locos.

Sin duda Bruce Willis hace una de las mejores actuaciones de su carrera, sin volver a sus clichés heroicos, y en su lugar retrata a un hombre simple, conmovedor y trágico. Gran interpretación en su primer encuentro con la doctora, y cuando escucha por primera vez una canción, la bella "What a wonderful world". Brad Pitt te hace dudar de su estado de salud mental, llevándose la atención en todas las escenas en las que aparece, con una actuación única, loca y extravagante, que merecidamente le valió una nominación al Oscar. Buena actuación también la de Madeleine Stowe, que consigue estar a la altura entre dos grandes, manteniéndose firme, inyectando a su personaje energía y fuerza mientras se derrumba el mundo que cree conocer.

La banda sonora compuesta, arreglada y dirigida por Paul Buckmaster es perfecta, logra su objetivo de crear una atmósfera perturbadora y desquiciante. El tema principal basado en 'Suite Punta del Este' de Astor Piazzolla, le va como anillo al dedo y no nos lo quitaremos de la cabeza durante toda la película.

Obra de referencia Sci-fi de obligado visionado para los seguidores del género.
Todo lo que veo son personas muertas.