¡31 a 0 ! Treinta y un goles encajados, ¡un marcador sinónimo de humillación total para la selección de Samoa contra Australia en la fase de clasificación para el Mundial de 2002! El equipo nunca se recuperó después de aquello, no consiguiendo marcar ni un solo gol y permaneciendo en el limbo más profundo de todas las clasificaciones del fútbol internacional... Al menos, hasta 2011, cuando, con vistas a la clasificación para el Mundial de 2014, la federación del archipiélago decidió elevar su nivel acogiendo al frente del equipo al entrenador holandés Thomas Rogen, él mismo caído en desgracia por sus compañeros, para convertir a los samoanos en auténticos futbolistas capaces de devolver por fin el honor a toda un pueblo...
Inspirándose en el documental homónimo de Mike Brett y Steve Jamison sobre las extraordinarias hazañas de esta alegre banda de inadaptados (cuya esencia es cierta), Taika Waititi ha encontrado evidentemente una oportunidad de oro para hacer el tipo de película feel-good en la que se ha convertido en un maestro a lo largo de su carrera. Con su humor basado esencialmente en el choque de culturas y la oposición total de caracteres entre el airado entrenador Thomas Rogen, que se toma su misión como un castigo, y las pacíficas vidas de los amables habitantes del archipiélago que le acogen como a un héroe capaz de convertir en profesionales a un equipo que dista mucho de ser capaz de ello, las cosas como son. Por supuesto, el mecanismo de reconstrucción mutua que se producirá entre el entrenador y su equipo parece más que obvio, incluso demasiado fácil. La verdad es que en los primeros minutos empiezas incluso a dudar de si, a pesar de su buen humor, la película puede llevarte al algún lado, más allá de disfrutar sus bellos paisajes, con semejantes ingredientes...
¡Pero eso es pasar por alto el talento y el saber hacer de Taika Waititi en este terreno, quien, como guía de los buenos sentimientos y el humor (literalmente, hace de narrador y guía de esta comunidad), nos invita a una partida del género ciertamente convencional pero endiabladamente bien orquestada!
Una vez superados los recelos iniciales, no tardamos en sonreír -e incluso reír a carcajadas- con los samoanos, a los que se trata siempre de forma totalmente fuera de lugar, pero a los que Waititi mira con tanta ternura y respeto (sencillamente, amor). Lo mismo ocurre con el entrenador Rogen (interpretado por un Fassbender al que no estamos acostumbrados a ver en terrenos tan ligeros), cuyos estridentes vuelos de fantasía ocultan un dolor que sigue muy vivo.
Esta capacidad para combinar lo absurdo con la emoción en una ósmosis permanente, benévola y perfectamente acompasada está destinada a llegar directamente al fondo de nuestros corazoncitos, sobre todo en esta época, para no soltarnos nunca mientras esta banda de conmovedores perdedores se enfrenta a los obstáculos (incluidos los eternos enemigos y los diabólicos ladrones tonganos), Especialmente cuando la música de Michael Giacchino se une para un final verdaderamente épico que lleva la etiqueta de "película para sentirse bien" a sus límites más lejanos.
Clásica pero condenadamente bien hecha, "El peor equipo del mundo (Next Goal Wins)" es la película perfecta para recordarnos hasta qué punto Taika Waititi puede ser un director de juego ideal cuando juega en casa, en su campo favorito. Es suficiente para casi hacerte olvidar (e incluso perdonar) la decepción de "Thor: Love and Thunder" con una buena dosis de fútbol.

Mira que he jugado a las nueve de la mañana, con una helada importante en campos de tierra y con el mítico Mikasa entre los pies, pues prefiero que me peguen un balonazo en plena cara en estas condiciones que volver a ver esta película tan mala.

La película se basa en un hecho real que recuerdo y que es la típica noticia que te sale en la web de Marca en modo entre curiosidad y de relleno. 31-0, es la mayor victoria de una selección internacional de fútbol en partido oficial, el resultado clasificatorio para el mundial que le endosa la selección australiana al para mi desconocido totalmente, Samoa Americana, había oído hablar de Samoa, pero Samoa Americana, es lo bueno que tiene el fútbol que terminas aprendiendo geografía.

A mí me ha parecido un auténtico petardazo, es la típica película que ponen de sobremesa para pasar la tarde del sábado o del domingo, intenta entretener, pero no lo consigue, se me ha hecho desde el principio muy plomiza y eso que soy un enfermo del fútbol, pero ni con esas.

La premisa es sencilla, un entrenador foráneo de la isla que llega para mejorar los resultados de esta humilde, por no decir mediocre selección.

El espectador se va a encontrar la típica película de superación personal de los personajes, con entrenamientos más serios, relaciones personales entre jugadores y entrenador, muchos clichés por en medio en todo momentos.

Las interpretaciones son normaluchas, pero la narrativa y el guion no es nada original, es excesivamente previsible y termina aburriendo, se supone que es una comedia, pero no hace gracia en ninguna de las situaciones, se intenta sin conseguirlo que el contraste de pensamiento de jugadores y entrenador sea el motor humorístico del largometraje. Me sorprende que Michael Fassbender se haya prestado en hacer esta película tan malísima, donde interpreta al entrenador.

El punto más llamativo ha sido el jugador transgénero de la selección de Samoa Americana, desconocía la existencia de un jugador de fútbol con estas características.

Me ha parecido una película especialmente superficial en el argumento, no tiene carisma, ni épica, ni gracia, no aporta nada nuevo en este género y lo peor de todo es que estás deseando que se termine cuanto antes.

En definitiva, el director neozelandés Taika Waititi utilizando el argot futbolístico ha fallado un gol cantado de hacer una película de fútbol como mínimo entretenida, pero con algunos elementos ciertamente novedosos, de cierta crítica y debate de resultados tan abultados en el deporte. Honestamente no la recomiendo por mala ejecución, aburrida y llena de clichés que hemos visto ya en muchas películas deportivas de superación, pero con el hándicap que a este largometraje le falta épica. No me esperaba una maravilla, pero tampoco este bodrio.

El peor equipo del mundo, cuyo título original "Next Goal Wins" en inglés es un juego de palabras que es difícil traducir al castellano, ya que "Goal" se puede traducir como "Gol" o como "objetivo" con lo que el título traducido al castellano es "Próximo objetivo ganar" pero también "el próximo gol gana" (que es una típica frase de patio de colegio "Venga, el que meta el próximo gol gana"...)
Esta es una película biográfica tragicómica deportiva dirigida por Taika Waititi, quien co - escribió el guion con Iain Morris.
El filme está basado en un documental de 2014 del mismo título (En inglés) de Mike Brett y Steve Jamison sobre ***contenido con spoilers***
Lo cierto es que no me esperaba nada de esta película, y lo que me he encontrado aquí es una comedia ligera con corazón que me ha alegrado el día, pero que también ***contenido con spoilers***
Por lo que te la recomiendo totalmente, ya que es de esas cintas "buenrolleras" que ***contenido con spoilers***

El peor equipo del mundo (Next goal wins) es una película cómica y deportiva, protagonizada por Michael Fassbender y dirigida por Taika Waititi.

La película sigue a la selección de fútbol de Samoa Americana que, siendo la última en el ránking FIFA y tras recibir la mayor goleada de la historia de las selecciones, deciden contratar un entrenador europeo para tratar de cambiar el rumbo del equipo.

Fue al comienzos de los 2000, y mi padre me habló de este palizón, 31-0, ahí es nada. Somos futboleros y cuando nuestro equipo, el que sea, está en mal momento, aún bromeamos con "peor lo pasó la Samoa Americana".

Bromas aparte, en general la película es una liviana y bien intencionada comedia que se queda un poco a medio camino de todo.
En cuanto a la pasión deportiva y tal, la parte dramática, tiene, pero no destaca. También tiene algo de inclusismo, pero no es rompedora. Y en la comedia, que también tiene, y es lo que yo más esperaba, tiene algunas gracietas pero esperaba bastante más cachondeo, conformándose con ser simpática.

Se deja ver pero esperaba más en todos los frentes.