Nyles y Sarah, dos almas perdidas, se conocen en una boda...

No, no, no huyáis, este puede ser el tono de decenas de comedias románticas fotocopiadas una sobre otra, pero aquí es sólo un punto de partida que utiliza su aparente banalidad para ocultar el contenido de una de las mejores sorpresas que el género puede ofrecer en 2020.
Porque, sí, bien mirado, el desenfado del comportamiento de Nyles en los primeros momentos de la película, que tanto seduce a Sarah, parece extrañamente controlado, como si tuviera un curioso conocimiento exacerbado de todos los acontecimientos de su entorno. Y con razón, "Palm Springs" pronto revela que este amable perdedor está de hecho atrapado en un bucle temporal que le hace revivir el día de la boda una y otra vez. Un fenómeno inexplicable al que Sarah se une accidentalmente...
Ya te vemos venir: "¿Una comedia romántica con el conocido concepto de ciencia ficción de "Un día sin fin"? ¡Qué original! Bueno, no podemos estar completamente en desacuerdo con la idea general de esta asociación, pero resumir "Palm Springs" de una forma tan caricaturesca realmente no haría justicia al imparable encanto y a la suave locura que emanan de este nuevo largometraje producido por el trío "The Lonely Island" (Andy Samberg, Jorma Taccone y Akiva Schaffer, conocidos por sus sketches de Saturday Night Live y las películas "Flipando sobre ruedas" y "Popstar: Never Stop Never Stopping").
Sin revolucionar la noción misma del bucle temporal al que un tal "Atrapado en el tiempo" dio sus credenciales cinematográficas, "Palm Springs" se limita a apropiarse del concepto y a abordarlo con su propio tono alocado, con una inventiva absolutamente formidable que siempre se ciñe lo más posible a la evolución sentimental de sus dos protagonistas.
Inicialmente símbolo perfecto del estancamiento existencial de Nyles, el bucle se introduce finalmente de forma muy original, con un personaje que se ha resignado a vivir así eternamente, lo que de alguna manera permite al espectador prescindir de una fase de descubrimiento demasiado larga y redundante en comparación con otras obras que utilizan el mismo dispositivo. El funcionamiento de esta anomalía temporal se nos explicará, por supuesto, pero sólo a partir de la llegada de Sarah, su nueva cautiva, que aportará una dinámica realmente original desde varios puntos de vista en el corazón de este bucle. Y ni que decir tiene que, en cuanto a su trepidante ritmo narrativo, "Palm Springs" nos deleitará con su asombrosa maestría, jugando constantemente con la perspectiva de uno u otro de sus dos protagonistas para ampliar el espectro de su repetido día con numerosas sorpresas en los caminos tomados hacia la construcción de esta ¡pareja!
El primer largometraje de Max Barbakow -sí, sólo es el primer largometraje y eso ya es impresionante de por sí- es evidentemente una comedia romántica con un camino conocido para los aficionados al género para unir/separar a sus dos héroes sentimentalmente discapacitados (algunos giros son un poco demasiado esperados en este sentido ), pero entre su humor y los notables descubrimientos que posibilita su bucle temporal (¡nos hubiera gustado que el periodo en el que la pareja se divierte no acabara nunca! ), "Palm Springs" es también la más adulta de las películas del trío "The Lonely Island", gracias a unos personajes muy bien dibujados, maravillosamente interpretados, dotados de una amargura que les hace asombrosamente lúcidos sobre la tristeza de sus destinos respectivos. Además de una galería de personajes secundarios muy logrados (¡levantemos una estatua a J.K. Simmons!), Andy Samberg interpreta uno de sus mejores papeles hasta la fecha, aportando una profundidad bienvenida más allá de su habitual desenfado, mientras que Cristin Milioti brilla en todo momento, llevando a su personaje a sus rincones más oscuros y brillantes con una facilidad pasmosa. La química en pantalla de estos dos y la escritura del guion, que nunca deja de revelar sus defectos para unirlos, nos arrastran en el impulso de esta historia de amor divertida, inventiva, entrañable y furiosamente romántica, que es de alguna manera atemporal en su modernidad y sus reminiscencias de los grandes clásicos de otra época.
Sólo puedo aconsejaros que os dejéis atrapar en este "matrimonio interminable" en Palm Springs - ¡estoy dispuesta a apostar que no veremos una comedia romántica tan irresistible durante mucho tiempo!

Aunque el bucle más conocido es el de Atrapado en el tiempo, me ha recordado más al de Muñeca rusa, sobre todo en las primeras repeticiones.

Está claro que es una comedia romántica y es muy predecible en ese sentido, pero también es muy divertida, tiene puntazos muy buenos, y la pareja protagonista tiene mucha química. A Cristin Milioti la conocía de Cómo conocí a vuestra madre, pero aquí ha tenido la oportunidad de lucirse más y me ha gustado más, y a Andy Samberg sólo le conocía de oídas pero me ha caído muy simpático y me ha hecho mucha gracia.

Lo mejor de todo es que no se hace repetitiva, algo que es difícil de conseguir en una película de este estilo, pero cada bucle es completamente diferente, y además de divertida es muy ligera. Se pone algo más seria cuando empiezan con ***contenido con spoilers*** , pero por suerte pasan muy por encima de eso y no ***contenido con spoilers*** , así que se le da un sentido y una explicación pero sin perder ese rollo de comedia ligera.

Por cierto, ***contenido con spoilers***

Me esperaba el típico telefilm de comedia romántica ñoño y aburrido pero me he llevado una agradable sorpresa.

Con una temática parecida a atrapado en el tiempo, Nyles y Sarah están atrapados en un bucle temporal y siempre se despiertan el mismo día, el 9 de Noviembre a las vísperas de la celebración de la boda de la hermana de Sarah.

Gracias a que Nyles es tan descarado, desenfadado y canalla hace que la trama tome ese punto cómico, divertido y desenfadado, haciendo que la historia sea fresca y no se vuelva aburrida ni monótona, es verdad que como ambos intentan hacer de todo para escapar de ese bucle vivirán en un mismo día situaciones totalmente diferentes, pero como siempre el roce hace el cariño y el espectador vivirá una historia de amor completamente diferente a las que está habituado a ver.

Ambos actores, Andy Samberg que interpreta a Nyles y Cristin Milioti que interpreta a Sarah hacen muy buena química en la película consiguiendo trasmitir una conexión especial por la pantalla. El personaje que interpreta el actor J.K. Simmons, Roy, dará ese personaje oscuro y misterioso a la trama y los demás son puro relleno.

Comedia romántica que no de las empalagosas pero con una trama divertida que recomiendo para todos los públicos.

Sin ser yo demasiado entusiasta de las bodas, lo cierto es que no me importaría quedarme atrapado en una tan divertida como la que tiene lugar en la sorprendente 'Palm Springs', una original vuelta de tuerca a los bucles temporales cargada de risas, algo de azúcar y buenas dosis de crisis existenciales. A primera vista, la enésima revisión a la explotadísima 'Atrapado en el tiempo', solo que con la particularidad de ocurrir en el transcurso de una boda y de que nuestro protagonista, Nyles, lleva ya incontables iteraciones dentro del mismo día y, en consecuencia, lo vive desde la inevitable apatía de quien ya ha perdido toda motivación vital. Es la parte que no suelen contarnos en este tipo de historias; la de esa infinita soledad que supone existir sin poder crear vínculos con nadie y que, por suerte para Nyles, se verá trastocada cuando otra alma perdida llegue al bucle y ponga patas arriba su pequeño mundo cíclico. Como bien decían Nine Inch Nails: "Every day is exactly the same", pero, con la persona adecuada, hasta el día más anodino vale la pena.

La película, desde su habitual tono cómico y desenfadado, toma esa esa premisa tan, a priori, poco innovadora, para crear una historia de reinicios temporales donde, a diferencia de otras propuestas similares, no hay dos repeticiones que sean ni remotamente parecidas. Cada nuevo día es otra oportunidad más que para que nuestros protagonistas, desde su estado de monotonía absoluta, se embarquen en alguna delirante aventura donde tan pronto habrá hueco para las locuras más gamberras como, a su vez, para aprender de sus errores y desarrollarse como personajes entre crisis y crisis nihilista. Tampoco faltarán los tópicos habituales de tantas y tantas otras comedias románticas, pero siempre desde la encantadora e inesperada complicidad con la que Andy Samberg y Cristin Milioti, ambos tremendamente carismáticos en sus papeles, logran sustentar esta pequeña, sencilla y ligera odisea temporal sobre el devastador efecto de la rutina y la soledad y, especialmente, sobre el valor de todas aquellas almas que nos ayudan a sobrellevarlas mejor.