Que alguien me explique cómo han engañado a Lee Pace para hacer esta película, rodeado de un montón de jóvenes entre los que no pega nada. Pero supongo que ahí está la gracia de su personaje, que destaca mucho respecto a los demás del grupo.

La verdad es que está entretenida, las comedias de terror me gustan y al menos tienen eso, que pasas el rato, y también me gustan las películas donde van apareciendo muertos y no se sabe quién ha sido. Y es que el grupo comienza jugando durante una fiesta, fingiendo que ha habido un asesinato, pero resulta que alguien termina muerto de verdad, y puede que no sea la última persona. Tenía clarísimo que ***contenido con spoilers*** sería quien cayera primero, no sé por qué, imagino que es predecible o es un deseo inconsciente que te termina creando el personaje.

Cierto es que los personajes son odiosos y es todo muy moderno, muy generación Z y muy odioso y tóxico, de hecho me he sentido en varios momentos tan fuera de lugar como el personaje de Lee Pace, no pertenezco a la misma generación que los personajes y me cuesta empatizar con ellos y sus cosas. Además en algún momento se estanca y podría tener algo más de ritmo, pero no me ha disgustado.

Lo mejor que tiene es el final, reconozco que no me lo esperaba y me he echado unas buenas risas.

Bee, una reservada estudiante extranjera, acepta pasar el fin de semana con los amigos de la infancia de su novia Sophie. Entre copas, drogas y agudos golpes en la cara, el grupo de jóvenes decide jugar a una partida de "Muerte, muerte, muerte", una especie de juego de cluedo de nueva generación, en el que un "asesino" tiene que colarse en la oscuridad para tocar a su víctima antes de que los demás encuentren su cadáver para volver a encender la luz e identificar a su asesino. En una lujosa casa, aislada en medio de una tormenta y con semejantes invitados, no hace falta decir que el juego saldrá muy mal...Película slasher totalmente dedicada a las penas de la generación Z y adornada con el cualitativo acrónimo A24, el film tenía potencial para despertar la curiosidad... Por desgracia, la película de Halina Reijn quedará probablemente como una de las propuestas de terror más anecdóticas distribuidas por la compañía. Los comentarios despectivos se suceden, las máscaras tras las que se escondían los personajes se resquebrajan poco a poco, los que intentan evitarlos huyendo de la situación de repente empiezan a convertirse en cadáveres y así sucesivamente: "Muerte, muerte, muerte" toma la forma de un ciclo perpetuo de sospechas sobre la identidad de su asesino, de verdades que se cuentan y de nuevas muertes que esperan levantar el velo sobre lo que realmente está pasando. El problema es que, aparte de dos o tres observaciones bien fundadas, la película se contenta con personajes jóvenes ciertamente modernos pero poco originales, una escritura mucho menos inspirada que la de sus modelos y que, de hecho, se esfuerzan por cautivar con sus pequeñas admoniciones a los demás. La película pasa mucho tiempo deteniéndose en la revelación de sus verdaderos rostros, la película se empantana en secuencias de cháchara cada vez más inútiles que lastran considerablemente el poco suspense que pueda haber en torno a sus entresijos slasher (que aquí se han convertido en meros pretextos poco generosos al respecto). Por otro lado, si has entendido rápidamente por dónde iba el discurso (como el autor de estas líneas), la conclusión de la película sólo puede parecer coherente y lógica con todo lo que se ha puesto en marcha para construirla, ningún efecto sorpresa pensado para hacerla un poco llamativa contradecirá el resultado de la empresa. Agradeceremos al convincente reparto, compuesto por jóvenes más o menos talentosos (Amandla Stenberg, Maria Bakalova, Rachel Sennott, Pete Davidson o Lee Pace entre otros), así como a la dinámica dirección de Halina Reijn, el haber conseguido que esta parte de "Muerte, muerte, muerte" no sea demasiado desagradable de seguir en su conjunto, pero está claro que la película no quedará como el slasher imprescindible para la generación Z que seguramente soñaba con ser.

Así de primeras la película es bastante cutre, de serie B, pero a mi me consiguió entretener de principio a fin sin ser una maravilla.

No considero que sea una película de terror, aunque lo pretenda, no hay momentos de sustos que hagan que el espectador de un sobresalto en la silla pero si creo que se puede decir que es una temática de suspense, cierto drama y por decirlo de alguna manera, es un cluedo algo sangriento, tampoco me parece una película de comedia porque no me reí en ningún momento, pero lo que no hay duda es que es una película muy de adolescentes, con actores muy jóvenes y con las hormonas alborotadas.

Película que llevará al espectador a una mansión donde una pandilla de amigos con mucha pasta se juntan para pasar un fin de semana mientras llega un huracán para pasar el rato, pero un juego tonto se volverá una persecución de quien es el culpable de todos los hechos que están ocurriendo en la casa.

Malas interpretaciones pero chicas atractivas para atraer a los jóvenes con hormonas alborotadas en esta película de fiesta, sospechas y acusaciones.

En resumen, película de serie B pero que consigue entretener, lo mínimo que se suele pedir a una película y con un final que no creo que deje indiferente a nadie. Ideal para pasar una tarde para matar el aburrimiento.

La primera mitad se me ha hecho muy lenta porque la presentación de unos personajes tan horribles no tiene mucha gracia, me daba igual el destino de todos. Tampoco tengo claro hacia dónde quería llevarnos, no es terror y no es comedia, como misterio no me interesaba y consigue cierta tensión en el tramo final.

El desenlace me ha sorprendido, eso se lo valoro, y con él el desarrollo se ve desde otra perspectiva.