Maniquí. Hay arquetipos que son clásicos, y el romanticismo de comedia ochentero de chico pringao y chica atractiva, existía. Puede que hayan cambiado los tiempos y que ahora hayan cambiado un poco los parámetros y se suela decir que hay crisis de películas románticas, ya que se busca lo alternativo, lo no tan visto, y ciertamente, a veces hay que dejar un poco de buscar tanto lo alternativo si es de forma artificiosa.

Posiblemente no sea tan masivamente conocida como puede ser "Un, dos, tres splash", ejemplo más conocido y de una magnitud mayor, pero de espíritu parecido; que es hacer sentir que le ha tocado la lotería al chico perdedor de conocer a una chica atractiva y encantadora, tanto fuera Daryl Hannah en la referencia, como Kim Cattrall en esta; una viniendo del mar, y otra del antiguo Egipto. Tal vez tenga más tópicos atribuibles a la época como el amigo diseñador gay y los colorines, el malo histriónico, el enlace con "Loca Academia de Policía"... pero al final, lo que disfrutas aparte de esos momentos gags, es simplemente ellos dos estando juntos en esos momentos de, simplemente, pasando tiempo juntos en los grandes almacenes o en la ciudad.

No es cuestión de pedir más, aunque es entendible que sin ese factor de niñez nostálgica, sin ese punto romanticón blanco, quien la vea con ojos solamente actuales, la pueda encontrar simple y un poco tonta y sin mucho desarrollo; pero creo que ha envejecido bien en lo que es, y eso, hablando de esa época y este género, ya es mucho.

Admito que vi esta película por aquel gag de Padre de Familia en el que le decían a Peter que si veía esa película, se moría. La película en cuestión era Maniquí. Mera curiosidad y el hecho de que mi madre tenía buenos recuerdos de la misma. Es muy fácil cebarse con esta película por muchos motivos. Intenté entender el contexto y la época en que se hace pero no, no deja de ser una mala película que algún despacho tuvo su visto bueno. Bromas sobre acoso laboral, el personaje gay gracioso que no falte, planos propios de cine amateur... Sin embargo, tengo que decir que me la tragué sin pestañear. Quizás porque la vi sin ninguna expectativa más allá de la curiosidad.

Ojo! Presupuesto de 8M $ frente a una recaudación de 42M $. Nada mal para esa época.