Crítica de Ragnarok por Lis16f

Cuando comencé a ver esta serie estaba convencida de que iba a tratarse de una serie más de fantasía de la mitología nórdica, dónde aquellas antiguas leyendas cobraban vida. Y si, es verdad, cobran vida, pero hay mucho más.
No solo hay una trama de fantasía, sino que como plato principal encontramos una enorme crítica a la sociedad moderna, dónde las grandes empresas o las personas poderosas de las que dependen miles de sueldos y la subsistencia de miles de familias, pueden hacer lo que les de la gana sin ningún tipo de consecuencia para ellos, pero con grandes repercusiones para todo lo demás. Porque si hay dinero de por medio, la ceguera se vuelve contagiosa.
Me encanta la metáfora, la simbología, que guarda esta temporada. En ella aquellos que se dedican a destruir el mundo son los poderosos, los adultos, mientras que los que luchan por salvarlo son apenas unos críos de instituto. Una diferencia de fuerza frente a la sociedad arrolladora. Y demasiado realista.
A lo largo de la temporada he sido capaz de sentir confusión, frustración, preocupación, pena, sospecha e incluso indignación. Pero también me he visto sonriendo con el protagonista. Hay mucho misterio en ese pueblo y no todos parecen ser tan ignorantes como aparentan. Tengo la certeza de que el protagonista no esta solo, aunque me pregunto ¿Quién está con él?
Durante el primer episodio, me planteé la posibilidad de dejar de ver la serie, ahora me alegro de no hacerlo hecho. Me ha terminado enganchando y estoy deseando que salga ya la segunda temporada. Por lo tanto, la recomiendo.