Crítica de La maldición de Hill House por Selasor

Netflix y Mike Flanagan nos traen una de las sorpresas del 2018, una serie en la que el terror y el drama van de la mano, con sustos que funcionan, momentos emotivos y un final sólido.

Hay bastantes virtudes en esta serie, una de ellas es su gran elenco, desde los pequeños hasta los mayores todos se compaginan muy bien, dan espíritu a la serie y haces que te encariñes con los personajes.
El guión está muy bien trabajado, esto se nota cuando vemos determinadas escenas en las que no entendemos algo y tras pasar a otra escena distinta terminas llegando al mismo punto pero esta vez todo cuaja. En este sentido, hay que destacar también el montaje donde hay momentos en lo que a partir de un mismo fotograma consiguen unir dos momentos de manera magistral.

En cuanto al terror, hay momentos donde hay sustos que funcionan realmente bien, en algún momento también juega el terror psicológico, pero no es solo terror lo que encontramos también hay una gran presencia de drama, de hecho estos dos géneros van de la mano durante los 10 episodios.

El final es lo suficientemente bueno como para cerrar la historia sin necesidad de más temporadas, quizás personalmente me hubiera gustado un final más oscuro, pero creo que puede satisfacer a la mayoría.

Hill House está siendo todo un fenómeno, en las redes no se habla de otra cosa desde su estreno, y la verdad es que lo merece. He disfrutado mucho durante todos sus episodios y por ello os la recomiendo a todos, merece mucho la pena.