Redactada: 2020-11-20
Reyes, reinas, alfiles, caballos, torres y peones forman este juego interesante a la par que serie de lo que sería una historia de obsesión, adicción y complejidad del ser humano además de mostrar una lucha feminista en un "deporte" en el que no hay demasiadas mujeres (y además se las valora peor). Scott Frank (como ya hizo en Godless) vuelve a Netflix en el formato de miniserie para darnos la que posiblemente es la miniserie de Netflix de este año 2020, un año tan atípico a la par que interesante como la vida humana.

Anya Taylor-Joy representa a Elisabeth Harmon, una chica que desde muy pequeña lo pierde todo, mostrando esa rutina que sigue desde que entra en el orfanato hasta incluso ser una adulta. El ajedrez se convirtió en ese juego que pudiera calmarle después de seguir metódicamente todos los horarios y pautas del propio orfanato. Podría decirse incluso que es similar a la vida de un jugador de ajedrez, ya que algunos tics que tienen se asemejan a los de momentos metódicos y de pautas a seguir que tiene. Con la ayuda del señor Shaibel, va descubriendo poco a poco que tiene un talento innato para ese juego, a la par que siente necesidad de otras cosas para concentrarse en el propio juego del ajedrez como los tranquilizantes o ya cuando es mayor algo más fuerte. Beth utiliza la mayor arma que tiene para destruir a sus adversarios con la mirada de esos ojos penetrantes. A la par que se va haciendo un nombre en un mundo en el que no es precisamente muy visitado/seguido por las mujeres, necesita más y más. Arrastrada en el pasado por la muerte de su madre, decide hacerse un nombre fuera del orfanato dedicándose al Ajedrez, al igual que seguir siendo una chica normal.

El personaje de Beth se hace cada vez más complejo, mientras crece como persona hasta obsesionarse con ganar a sus adversarios (se puede ver incluso en su evolución del rostro cuando se enfrenta a Borgov y a Benny en sus primeros enfrentamientos), hasta que descubre que esa obsesión por ganar también se convirtió en su perdición (después del 2º enfrentamiento contra Borgov). La forma con la que esta serie trata el tema de las adicciones es simplemente sublime, mostrando que la caída hacia el abismo es tan posible como la caída de la cuerda de un trapecista de circo y que cualquiera, si no nos ponemos control, podemos caer en ese foso en el que no será fácil salir. Gracias a la ayuda de algunos personajes como su madre adoptiva y algunos rivales de los campeonatos, va encontrando su camino hacia la persona que quiere ser.

Muchas veces algunos ajedrecistas (y otros amateurs, entre los que me incluyo) tienen algunas manías que hace que empatices muy fácilmente con los gestos y las realidades que muestran. El motivo de los colores, los gestos, la forma de ser de Beth, y su obsesión por ganar hace a la serie un producto sublime y merecedora de las críticas que se han leído en algunos periódicos y páginas web especializadas en series de TV. Con un reparto sobresaliente (Anya Taylor-Joy, Thomas Brodie-Sangster, Marielle Heller, Harry Melling, etc.) y un guión sólido basado en la novela de Walter Tevis, podemos considerar "The Queen's Gambit" como uno de esos productos imprescindibles de este 2020 atípico, pero que nos deja grandes sorpresas.

Si después de ver esto te entran ganas de jugar al Ajedrez, puede ser un buen inicio. Como dijo el Sr. Shaivel: "People like you have a hard time. Two sides of the same coin. You've got your gift and you've got what it costs"
Guion
0 ✮
Banda sonora
0 ✮
Interpretación
0 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
0 ✮
Entretenimiento
0 ✮
Complejidad
0 ✮
Sentimiento
0 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
0 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮

Valoraciones en tu crítica:

Comentarios

Todavía no hay comentarios