"I'm gonna be a damn good lawyer, and people are gonna know about it". Esto es lo que dice en cierto momento Jimmy McGill antes de convertirse en el chanchullero supremo, en el abogado del diablo y en uno de los personajes con más matices que ha parido nunca la televisión. Al principio, muchos empezamos 'Better Call Saul' con recelo pensando que estaríamos ante otro spin off descafeinado que serviría al menos para calmar nuestra nostalgia, pero Vince Gilligan y Peter Gould han demostrado con creces a lo largo de seis impecables temporadas que esto no es 'Breaking Bad' y que tampoco es un spin off más. Estamos ya ante una entidad propia, con un universo propio que crea nuevas tramas con personajes ya conocidos. En este periplo seremos conscientes de como el inocente e ingenuo Jimmy McGill llega a ser el desalmado y liante Saul Goodman, capaz de valerse de todo tipo de artimañas para salvar a sus clientes y de paso hacerse un nombre.

Bob Odenkirk y Rhea Seehorn están absolutamente magistrales en ambos papeles, conviertiendo a Jimmy y Kim en dos seres deleznables sí, pero a los que llegas a comprender y sobre todo, querer (a pesar de todo). Completan el reparto muchas caras conocidas de la serie madre que no hacen más que redondear un espectáculo indispensable con el que finaliza un hito. Es el fin de un fenómeno (tanto BB como GOT) que catapultó el mundo de las series a un plano mayor, el fin de una forma de ver y entender la televisión que difícilmente se repetirá.

"What do you get when you cross the Godfather with a lawyer? An offer you can’t understand."

Llego tarde, aunque pensaba que iba a ser un poco antes, pero ya una vez teniendo todo bastante despejado y más tiempo personal he decidido dar carpetazo a una de las series, y a uno de esos universos que nos han acompañado durante catorce años y a puesto cierre a uno de esos capítulos de la edad dorada de la Televisión. Vince Gilligan y Peter Gould, después del éxito cosechado con Breaking Bad, deciden darle una vuelta de tuerca a la historia y mostrarnos el origen de uno de los personajes más interesantes y a la vez más histriónico, como es Jimmy McGill/Saul Goodman.

La historia nos sitúa años antes de los sucesos de Breaking Bad en la que nos muestra la vida de Jimmy antes de convertirse en Saul y las consecuencias que van teniendo sus actos una vez los realiza, donde además juega un papel relevante personajes que, por un lado o por otro, tienen una conexión con la serie de Breaking Bad, mostrándonos ese origen y esa suerte que acaban teniendo como son Gustavo Fring, Hector Salamanca o Mike Ehrmantraut . Pero a veces, tiene la oportunidad de ver cómo fue ese futuro del personaje de Jimmy ahora convertido en Gene Takovic, que a lo largo de las distintas temporadas huye de cualquier atisbo de su pasado bajo otro alias y alejado de su trabajo como abogado.
Hay varios personajes que merecen mención aparte por la profundidad que les dan y por esas interpretaciones que realizan como son Michael Mando haciendo de Nacho Varga, un personaje que acaba metido en medio de la guerra del Cártel entre los Salamanca y Fring, Michael McKean haciendo de Charles McGill, el hermano de Jimmy McGill que conoce la realidad y la verdadera naturaleza de Jimmy y Patrick Fabian como Howard Hamlin, dueño del bufete HHM y amigo de Chuck de muchos años . Pero las mejores interpretaciones son las de Bob Odenkirk y de Rhea Seehorn, que se meriendan la pantalla y consiguen meter momentos inolvidables dentro del Universo Breaking Bad/Better Call Saul.

A diferencia de otras personas que han podido seguir día a día durante estos seis años, a mí hubo temporadas que esperaba a que estuvieran completas, como me ha pasado con esta última y la cuarta y quinta, y de ahí que no la haya disfrutado de la misma forma especulando sobre qué pasará en el siguiente episodio. Tiene una historia increíble y unos personajes redondos. Si hubiera que buscarle algún defecto sería el hecho de haber tenido seis temporadas ya que había tramas que, aunque bien contadas, se alargaban y a veces no llegaban a ser tan rotundas, y cuando llevas ese tiempo en emisión, se puede comprender. Y el otro es que ha vivido todos estos años a la sombra de la serie de Breaking Bad y siempre se las ha comparado, no de malas maneras, sino como historia en sí. Y hay gente que decía que no era una buena serie por "X" motivos, algunos calificándola de innecesaria. Y ellos son de la filosofía de "si algo funciona, no lo estropees y deja que fluya". Pero una vez vista la serie, solo puedo decir que está a la altura de su predecesora y que ese viaje que empezó hace 14 años, hoy da cierre a uno de los universos mejor contados. Gracias Vince Gilligan por una de las historias mejor contadas a través de antihéroes. Hasta siempre Saul, eres el abogado que necesitamos, aunque a veces te pueda el histrionismo y algunas mala praxis, y Kim porque eras la más "pura" de todos. "It's Showtime, Folks!"