Últimas Críticas de Helldrinker en CINE
Orgazmo
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
4
Estamos ante un producto de 1997 y salido de una de las mentes creadoras de la popular serie de animación South Park, en concreto Trey Parker, quien es guionista, director y protagonista de este largometraje (aunque su inseparable compañero Matt Stone, creador también de South Park, hace un pequeño cameo como actor secundario).
Esta película es algo difícil de catalogar, digamos que es la típica película que ha sido grabada de forma algo despreocupada, sin un amplio despliegue de medios que cuenta con un guión bastante normalito y goza del cameo de diversos conocidos artistas para así intentar ampliar el target (público objetivo) del film, como pueden ser el siempre polifacético Ron Jeremy o el cineasta Lloyd Kaufman (de la factoría TROMA). Pero hay algo más allá de lo que se ve en pantalla, algo a lo que estos chicos nos tienen acostumbrados en sus historias de South Park, a mostrar entre lineas una realidad de la sociedad bastante tabú, todo ello adornado de risas fáciles y de hilarantes escenas.
Una de las características interesantes de la película es el hecho de que se trata de metacine, algo que a vosotros seguramente os importe un comino, pero a mí, como fiel amante de este inmundo arte, me encanta. No es otra cosa que el cine que habla del propio cine, en el que el argumento del guion gira en torno a los entresijos de las grabaciones cinematográficas.
Podríamos hacer una sinopsis breve de la película diciendo que un joven testigo de Jehová acaba encarnando a Orgazmo, un superhéroe inmerso en un mundo altamente sexual (vamos, que es una peli porno). Los derroteros del film giran en torno a la negativa de este peculiar cristiano a protagonizar las escenas sexuales de la película debido a su condición religiosa; al revés que sufre su relación amorosa al enterarse su pareja de la película que está llevando a cabo y de esos momentos de la vida que siempre rodean de forma fantástica a las estrellas de cine.
Es una película que puede tener dos claros visionados: con amigos y cervezas para desternillarse antes sus estúpidas escenas y estrepitosas acciones, y una visión más personal para darse cuenta de la dura crítica que se realiza tanto al sector audiovisual como al mundo religioso.
Un film a tener en cuenta para esas tardes de domingo que tanto nos gustan rodeados de amigos. Si la veis solos probablemente querráis quitarla
Esta película es algo difícil de catalogar, digamos que es la típica película que ha sido grabada de forma algo despreocupada, sin un amplio despliegue de medios que cuenta con un guión bastante normalito y goza del cameo de diversos conocidos artistas para así intentar ampliar el target (público objetivo) del film, como pueden ser el siempre polifacético Ron Jeremy o el cineasta Lloyd Kaufman (de la factoría TROMA). Pero hay algo más allá de lo que se ve en pantalla, algo a lo que estos chicos nos tienen acostumbrados en sus historias de South Park, a mostrar entre lineas una realidad de la sociedad bastante tabú, todo ello adornado de risas fáciles y de hilarantes escenas.
Una de las características interesantes de la película es el hecho de que se trata de metacine, algo que a vosotros seguramente os importe un comino, pero a mí, como fiel amante de este inmundo arte, me encanta. No es otra cosa que el cine que habla del propio cine, en el que el argumento del guion gira en torno a los entresijos de las grabaciones cinematográficas.
Podríamos hacer una sinopsis breve de la película diciendo que un joven testigo de Jehová acaba encarnando a Orgazmo, un superhéroe inmerso en un mundo altamente sexual (vamos, que es una peli porno). Los derroteros del film giran en torno a la negativa de este peculiar cristiano a protagonizar las escenas sexuales de la película debido a su condición religiosa; al revés que sufre su relación amorosa al enterarse su pareja de la película que está llevando a cabo y de esos momentos de la vida que siempre rodean de forma fantástica a las estrellas de cine.
Es una película que puede tener dos claros visionados: con amigos y cervezas para desternillarse antes sus estúpidas escenas y estrepitosas acciones, y una visión más personal para darse cuenta de la dura crítica que se realiza tanto al sector audiovisual como al mundo religioso.
Un film a tener en cuenta para esas tardes de domingo que tanto nos gustan rodeados de amigos. Si la veis solos probablemente querráis quitarla
Valoraciones en tu crítica:
Los invasores del abismo
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
3.5
Aquí tenemos un ejemplo de gente con altas miras, capaces de fusionar el pasado y el futuro, la ciencia y la fantasía, el spiz y la cocaína, el tranquimacid y el inistón.
Se trata ni más ni menos que una película de 1983 llevada al celuloide por el afamado director italiano Ruggero Deodato (creador de interesantes películas como La lavadora asesina o Mundo Caníbal)
Esta fantástica creación de 1983 transcurre en un futuro 1994 (algo ya pasado para nosotros). La historia nos transporta a Miami, centro neurálgico de gente rica y matones a sueldo. Para ser sinceros, la gran parte de planos que encontramos a lo largo del film, así como el montaje, dan a entender que al menos hay algo que han decidido cuidar y dedicarle un poco de tiempo (y damos gracias por ello). Se trata de un montaje dinámico y unos planos bien posicionados con información adecuada y no demasiada morralla.
Pero esto es cine cutre, no todo es bonito. Los planos que han sido grabados a bordo de un barco son lo puto peor que podrás ver en la película, al no ser que seas de esas personas enfermas que disfrutan mareándose. Según avanza la película os daréis cuenta de que alguien decidió dejar de realizar el balance de blancos a la cámara y, otro aún más gracioso, decidió dejar de lado el etalonaje para que los contrastes de luz en escenas que ocurren en el mismo lugar sean peor que ver a Espinete mendigando abrazos.
Vamos a la mejor parte, el guión. Tenemos a una encantadora pareja de dos fornidos hombres que entran en un chalet para cargarse a to quisqui y llevarse al dueño en una bonita bolsa blanca y meterlo en el maletero de un coche. Bien, vale, empezamos con acción e intriga, os mola eh? Pues os vais a quedar con las ganas de saber el significado de este inicio, ya que no vamos a volver a saber nada al respeto. Lo único que se mantendrá intacto será la ya citada pareja, que se suben a una lancha motora para darse un voltio. Para el futuro, estos dos se llaman Mike y Mohammed, aunque al pobre Moha le llaman Washington durante toda la película.
En otro lugar, no mucho más lejos, hay una estación en medio del mar en la que estudian el fondo marino y todos sus elementos. Así, como por arte de magia, parece que han encontrado un trozo de piedra que pertenece a la Atlántida, como si nada, y nosotros preocupados porque no sabemos peinarnos.
Ante este descubrimiento no podía quedarse todo normal, no, la tierra empieza a temblar y empieza a surgir una isla en medio del mar (los efectos especiales son fantásticos, de verdad, casi me creo que es real). La feliz pareja de antes acaba juntándose con los de la estación ya que se conocían de antes (si, todo explicadísimo). En esa tierra surgida del mar aparecen unos chavales que la lían pardísima, con unas vestimentas y unas formas de actuar dignas del universo Mad Max.
Estos macarras quieren aniquilar a la humanidad para que los Atlantes (los ciudadanos de la Atlántida y los verdaderos amos del planeta) se alcen en triunfo y hagan prosperar su civilización, por lo que los protagonistas se enfrentan a ellos en unas escaramuzas más mal creadas que el anuncio de KH7 y que intentan representar el infierno de Vietnam.
El final da risa por sí sólo, no se explica nada, se queda todo abierto y se continúan con los efectos especiales denigrantes, todo un lujo
Se trata ni más ni menos que una película de 1983 llevada al celuloide por el afamado director italiano Ruggero Deodato (creador de interesantes películas como La lavadora asesina o Mundo Caníbal)
Esta fantástica creación de 1983 transcurre en un futuro 1994 (algo ya pasado para nosotros). La historia nos transporta a Miami, centro neurálgico de gente rica y matones a sueldo. Para ser sinceros, la gran parte de planos que encontramos a lo largo del film, así como el montaje, dan a entender que al menos hay algo que han decidido cuidar y dedicarle un poco de tiempo (y damos gracias por ello). Se trata de un montaje dinámico y unos planos bien posicionados con información adecuada y no demasiada morralla.
Pero esto es cine cutre, no todo es bonito. Los planos que han sido grabados a bordo de un barco son lo puto peor que podrás ver en la película, al no ser que seas de esas personas enfermas que disfrutan mareándose. Según avanza la película os daréis cuenta de que alguien decidió dejar de realizar el balance de blancos a la cámara y, otro aún más gracioso, decidió dejar de lado el etalonaje para que los contrastes de luz en escenas que ocurren en el mismo lugar sean peor que ver a Espinete mendigando abrazos.
Vamos a la mejor parte, el guión. Tenemos a una encantadora pareja de dos fornidos hombres que entran en un chalet para cargarse a to quisqui y llevarse al dueño en una bonita bolsa blanca y meterlo en el maletero de un coche. Bien, vale, empezamos con acción e intriga, os mola eh? Pues os vais a quedar con las ganas de saber el significado de este inicio, ya que no vamos a volver a saber nada al respeto. Lo único que se mantendrá intacto será la ya citada pareja, que se suben a una lancha motora para darse un voltio. Para el futuro, estos dos se llaman Mike y Mohammed, aunque al pobre Moha le llaman Washington durante toda la película.
En otro lugar, no mucho más lejos, hay una estación en medio del mar en la que estudian el fondo marino y todos sus elementos. Así, como por arte de magia, parece que han encontrado un trozo de piedra que pertenece a la Atlántida, como si nada, y nosotros preocupados porque no sabemos peinarnos.
Ante este descubrimiento no podía quedarse todo normal, no, la tierra empieza a temblar y empieza a surgir una isla en medio del mar (los efectos especiales son fantásticos, de verdad, casi me creo que es real). La feliz pareja de antes acaba juntándose con los de la estación ya que se conocían de antes (si, todo explicadísimo). En esa tierra surgida del mar aparecen unos chavales que la lían pardísima, con unas vestimentas y unas formas de actuar dignas del universo Mad Max.
Estos macarras quieren aniquilar a la humanidad para que los Atlantes (los ciudadanos de la Atlántida y los verdaderos amos del planeta) se alcen en triunfo y hagan prosperar su civilización, por lo que los protagonistas se enfrentan a ellos en unas escaramuzas más mal creadas que el anuncio de KH7 y que intentan representar el infierno de Vietnam.
El final da risa por sí sólo, no se explica nada, se queda todo abierto y se continúan con los efectos especiales denigrantes, todo un lujo
Valoraciones en tu crítica:
Mi gran noche
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
6.5
Me propuse ver Mi Gran Noche a sabiendas de que era una película española en la que actuaba Mario Casas y que podía quitarse la camiseta en cualquier momento, pero nos acabamos llevando una grata sorpresa.
En esta película Álex de la Iglesia nos propone una visión más interna del mundo de los rodajes televisivos, acercándonos a la grabación del programa especial de fin de año del 2015, en la que al igual que ocurre con la realidad, no podría faltar la gran estrella de Raphael, que en el film recibe el nombre de Alphonso.
Sinceramente no soy capaz de determinar un claro protagonista en la película ya que la historia tiene varias tramas que se suceden unas a consecuencias de otras y se mezcla todo, siendo la causa de una trama el efecto de la siguiente. Sea como fuera, podemos determinar que hay un claro escenario interno que es el set de rodaje donde confluye todo, mientras que a las puertas del estudio de grabación hay unos altercados debido a un inminente ERE por parte de la productora de la cadena.
Contar la historia sería algo engorroso ya que caeríamos en spoilers innecesarios sobre subtramas conexas y desvelaríamos gran parte de la magia de la película.
En resumen: la historia es un caos, pero un caos ordenado donde todo el mundo tiene su papel (si, chiste malo de doble sentido sobre los figurantes). Hasta el secundario con menos frases es un actor conocido de nuestras pantallas televisivas (desde Daniel Guzmán haciendo de policía hasta Ana Polvorosa como figurante, pasando por un Eduardo Casanova formando parte del equipo de Maquillaje), lo que hace que todo se vuelva un poco más íntimo y enternecedor, ideal para las fechas navideñas y festivas en las que se basa la historia.
Técnicamente estamos ante una obra brutal, planos cuidados con muchísimo detalle y un montaje espectacular, ya que tenemos una sola localización han podido invertir el dinero en muchas repeticiones de las escenas, y el resultado sinceramente es muy bueno.
Es una españolada algo difícil de digerir sí, pero sale Raphael, y con eso yo estoy satisfecho
En esta película Álex de la Iglesia nos propone una visión más interna del mundo de los rodajes televisivos, acercándonos a la grabación del programa especial de fin de año del 2015, en la que al igual que ocurre con la realidad, no podría faltar la gran estrella de Raphael, que en el film recibe el nombre de Alphonso.
Sinceramente no soy capaz de determinar un claro protagonista en la película ya que la historia tiene varias tramas que se suceden unas a consecuencias de otras y se mezcla todo, siendo la causa de una trama el efecto de la siguiente. Sea como fuera, podemos determinar que hay un claro escenario interno que es el set de rodaje donde confluye todo, mientras que a las puertas del estudio de grabación hay unos altercados debido a un inminente ERE por parte de la productora de la cadena.
Contar la historia sería algo engorroso ya que caeríamos en spoilers innecesarios sobre subtramas conexas y desvelaríamos gran parte de la magia de la película.
En resumen: la historia es un caos, pero un caos ordenado donde todo el mundo tiene su papel (si, chiste malo de doble sentido sobre los figurantes). Hasta el secundario con menos frases es un actor conocido de nuestras pantallas televisivas (desde Daniel Guzmán haciendo de policía hasta Ana Polvorosa como figurante, pasando por un Eduardo Casanova formando parte del equipo de Maquillaje), lo que hace que todo se vuelva un poco más íntimo y enternecedor, ideal para las fechas navideñas y festivas en las que se basa la historia.
Técnicamente estamos ante una obra brutal, planos cuidados con muchísimo detalle y un montaje espectacular, ya que tenemos una sola localización han podido invertir el dinero en muchas repeticiones de las escenas, y el resultado sinceramente es muy bueno.
Es una españolada algo difícil de digerir sí, pero sale Raphael, y con eso yo estoy satisfecho
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Kung Fury
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
8
Actualmente estamos saturados de remakes, reboots y de su p*ta madre basados en los grandes éxitos de décadas anteriores. Si echamos la vista atrás descubriremos que los últimos años han pasado, en su mayoría, plagados de cuartas partes, de retornos de sagas, de precuelas de las mismas o de aquellos actores tan cachas cuyos músculos no son más que masa adulterada haciendo puenting constante sobre un cuerpo añejo.
Se intenta volver a una época donde el cine, con esos maravillosos efectos especiales, esas historias plagadas de magia y esos clichés y estereotipos tan manidos entretuvieron a muchas generaciones de niños y adultos.
Kung Fury, un hilarante mediometraje de apenas 30 minutos de duración (disponible de forma gratuita en Youtube), nos consigue transportar a una época distinta, donde los VHS eran los reyes de la fiesta y las máquinas recreativas aún no eran piezas de coleccionistas.
En esta película hay clichés como para parar un tren pero, si alguna vez has disfrutado del aire de la década de los 80 y de las producciones de bajo presupuesto de la época, vas a estar pegado a la pantalla sin pestañear hasta que decidas volver a verla de forma inmediata. Y si no cumples esos requisitos pero tienes una mente enferma, te gustará igualmente.
Al lío, un policía rebelde que (ojo, tras picarle una cobra, caerle un rayo y matar a un maestro ninja) decide seguir el camino del Kung Fu y convertirse en un maestro de ese arte. ¿El problema? Hay alguien que ya es un maestro del Kung Fu y hay que derrotarle para que nuestro protagonista sea el más grande. ¿Y quien es ese maestro? Pues un señor con bigote que habla en un idioma que bien podría ser alemán, o bien no, no se si os sonará un tal Hitler (a.k.a. Kung Führer).
Lo más lógico para aniquilar a ese servidor del mal es, cómo no, ir al pasado, pero ¿qué sería de una buena película sin un buen punto de giro? El viaje al pasado no sale del todo bien y se excede un poco en el número de años que viaja, llegando a una antigua época dominada por vikingos y bonitos dinosaurios (si, convivieron ¿no lo sabíais?). Kung Fury, como es muy majo, se hace coleguita de Thor, el dios del trueno, que lo envía a la Alemania Nazi para cumplir con su objetivo.
Dinosaurios que disparan rayos láser, máquinas recreativas que cobran vida, Hitler haciendo Kung Fu, escenas sin sentido y mucho macarreo; todo eso y más es Kung Fury. Pero eh! Que esto no ha terminado. Hay un conocidillo artista que se dedicaba a ir en un coche fantástico y vigilar las playas ya unos años que ha puesto voz a una de las canciones de la película, impulsando de esa manera la campaña de crowdfunding que se lanzó para el proyecto.
Ni más ni menos que el gran David Hasselhoff, the HOFF!!
Disfrutad de la película y trasladaos a una época donde todo era mejor (excepto el jako, el jako era y sigue siendo malo niños).
Se intenta volver a una época donde el cine, con esos maravillosos efectos especiales, esas historias plagadas de magia y esos clichés y estereotipos tan manidos entretuvieron a muchas generaciones de niños y adultos.
Kung Fury, un hilarante mediometraje de apenas 30 minutos de duración (disponible de forma gratuita en Youtube), nos consigue transportar a una época distinta, donde los VHS eran los reyes de la fiesta y las máquinas recreativas aún no eran piezas de coleccionistas.
En esta película hay clichés como para parar un tren pero, si alguna vez has disfrutado del aire de la década de los 80 y de las producciones de bajo presupuesto de la época, vas a estar pegado a la pantalla sin pestañear hasta que decidas volver a verla de forma inmediata. Y si no cumples esos requisitos pero tienes una mente enferma, te gustará igualmente.
Al lío, un policía rebelde que (ojo, tras picarle una cobra, caerle un rayo y matar a un maestro ninja) decide seguir el camino del Kung Fu y convertirse en un maestro de ese arte. ¿El problema? Hay alguien que ya es un maestro del Kung Fu y hay que derrotarle para que nuestro protagonista sea el más grande. ¿Y quien es ese maestro? Pues un señor con bigote que habla en un idioma que bien podría ser alemán, o bien no, no se si os sonará un tal Hitler (a.k.a. Kung Führer).
Lo más lógico para aniquilar a ese servidor del mal es, cómo no, ir al pasado, pero ¿qué sería de una buena película sin un buen punto de giro? El viaje al pasado no sale del todo bien y se excede un poco en el número de años que viaja, llegando a una antigua época dominada por vikingos y bonitos dinosaurios (si, convivieron ¿no lo sabíais?). Kung Fury, como es muy majo, se hace coleguita de Thor, el dios del trueno, que lo envía a la Alemania Nazi para cumplir con su objetivo.
Dinosaurios que disparan rayos láser, máquinas recreativas que cobran vida, Hitler haciendo Kung Fu, escenas sin sentido y mucho macarreo; todo eso y más es Kung Fury. Pero eh! Que esto no ha terminado. Hay un conocidillo artista que se dedicaba a ir en un coche fantástico y vigilar las playas ya unos años que ha puesto voz a una de las canciones de la película, impulsando de esa manera la campaña de crowdfunding que se lanzó para el proyecto.
Ni más ni menos que el gran David Hasselhoff, the HOFF!!
Disfrutad de la película y trasladaos a una época donde todo era mejor (excepto el jako, el jako era y sigue siendo malo niños).
Valoraciones en tu crítica:
Ator el Poderoso
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
2
Película italiana llevada a la gran pantalla por el director Joe D’Amato. Este film se estrena el mismo año que una película con la que “apenas” comparte similitudes, como es el film de John Millius: Conan El Bárbaro.
Siempre ha sido muy típico el ver como pequeñas productoras independientes aprovechan el tirón de producciones de más envergadura para sacar a la luz abortos cinematográficos e intentar subirse al carro de la publicidad gratuita. Y, en este caso, hablamos de un país que ha sido muy proclive durante una gran parte de su historia audiovisual a crear semejantes versiones de indudable calidad.
Lo primero que nos llama la atención es el título que aparece en los créditos iniciales, pues la película se llama “The Fighting Eagle”, y eso se parece a “Ator El Poderoso” lo mismo que un huevo a una castaña. Es muy frecuente que las películas reciban otros títulos en lugares de distribución distintos al país de origen, sobre todo cuando hay doblajes de por medio, así que lo tomaremos como una anécdota (por no decir que no hay águilas ni referencias a este animal en la película y no empezar a machacar el teclado tan pronto, vaya).
¿Qué nos cuenta esta película? Básicamente estamos en un mundo, donde, un malvado tirano tiene acojonado a medio territorio, y claro, como es el amo y señor de la zona, no hay nadie lo suficientemente vasco como para intentar cargárselo. Pero todo en esta vida tiene un punto débil, y claro, existe una profecía que habla de un niño que nacerá con la señal de Thor, y él será la clave para destruir el mal y reestablecer el orden normal de la tierra.
Es así como nace Ator con la señal de Thor, se llegan a comer más la cabeza con los nombres y les explota el cerebro a todos los guionistas. El malo, como es muy malo, acaba enterándose del nacimiento de una pequeña criaturilla con esa dichosa señal en su cuerpo y manda buscarlo para aniquilarlo (no se, me recuerda a un cierto Herodes y a un tal Jesucristo).
Al niño, para ocultarle la señal, le aplican un ungüento que, milagrosamente, hace que el símbolo desaparezca (si os arrepentís de un tatuaje…pillad de esto, mano de santo). No obstante, su padre, como buen padre que es, decide regalar el niño a otra familia para que lo cuide y así el puede dedicarse a disfrutar de los placeres de la vida (que consistirán en ser un voyeur viendo como crece su hijo).
La familia postiza de Ator tiene una pequeña jovencita, dulce y delicada llamada Sunna que protagoniza una de las más épicas escenas de la película junto a su hermanastro
A esta joven, maestra del incesto, la raptan los lugartenientes del malo malvado y el chaval, que nunca ha catado mujer y sabía que tenía a esta a punto de caramelo, decidirá ir en su búsqueda. Ator acaba conociendo a una amazona llamada Ruth, que acaba enamoradita perdida de él (maldito casanova) y decide ayudarle en su misión de encontrar a Sunna.
Después de muchas escenas estúpidas Ator encuentra al señor malo, el sacerdote que tiene a Sunna, un fetichista de las arañas que se acaba transformando en una de ellas (al igual que el antagonista de Conan, que era una serpiente que se rodeaba de sus congéneres). Tras una batalla nada épica con efectos para nada buenos, el sacerdote muere, pero cuando todos creíamos que iba a ser alegría y felicidad… aparece el padre de Ator, que ni es padre ni es ná, es sólo un crápula que quería aprovecharse de la muerte del sacerdote para convertirse él en el malo supremo.
Ante esta novedad, Ator lo flipa como si hubiera visto a Cthulu bailando chirigotas, y decide matarle, por que su mente está colapsada ya de tanto pensar. Tras su muerte la profecía se cumple y todos son felices y disfrutan de sus vidas. Ah no, Ruth muere (ups!).
Atendiendo a más formalidades de la película, vamos a hablar de detalles más técnicos. La película está plagada de planos raros, pero raros de cojones, no los típicos planos aberrantes que puedan causar sensaciones extrañas no, planos en los que la composición visual brilla por su ausencia, donde los elementos dejan un peso visual en la imagen sobrecargada en unos de sus lados, cortando elementos importantes, mostrando otros que no significan nada…hasta mi abuela graba mejores cosas con el móvil (y eso que no tiene).
El sonido de la película, en su conjunto, se asimila bastante a un gato al que le están pillando los huevos con una puerta, los efectos de sonido son repetitivos, no aportan nada y en muchas ocasiones molestan más de lo que ayudan.
La iluminación es pésima, los planos nocturnos son casi imposibles de ver, menos mal que en el lugar de rodaje, a la luz del día, se ve bien, porque si no tendríamos una pelíula con un metraje totalmente a oscuras. Los planos a contraluz de esta película son de las cosas más maravillosas que he visto en toda mi vida.
Y diréis “joder tio, estás poniendo a caldo esta película, yo no la veo”, y haréis mal! Esta película es barata, ha sido rodada de forma precipitada y tiene más fallos que una escopeta de feria. Pero si la ves totalmente ebrio y rodeado de colegas puede que descubras momentos fascinantes entre alguna de sus escenas, y en el caso de que lo hagas, por favor hazme saber tu opinión.
Besis
Siempre ha sido muy típico el ver como pequeñas productoras independientes aprovechan el tirón de producciones de más envergadura para sacar a la luz abortos cinematográficos e intentar subirse al carro de la publicidad gratuita. Y, en este caso, hablamos de un país que ha sido muy proclive durante una gran parte de su historia audiovisual a crear semejantes versiones de indudable calidad.
Lo primero que nos llama la atención es el título que aparece en los créditos iniciales, pues la película se llama “The Fighting Eagle”, y eso se parece a “Ator El Poderoso” lo mismo que un huevo a una castaña. Es muy frecuente que las películas reciban otros títulos en lugares de distribución distintos al país de origen, sobre todo cuando hay doblajes de por medio, así que lo tomaremos como una anécdota (por no decir que no hay águilas ni referencias a este animal en la película y no empezar a machacar el teclado tan pronto, vaya).
¿Qué nos cuenta esta película? Básicamente estamos en un mundo, donde, un malvado tirano tiene acojonado a medio territorio, y claro, como es el amo y señor de la zona, no hay nadie lo suficientemente vasco como para intentar cargárselo. Pero todo en esta vida tiene un punto débil, y claro, existe una profecía que habla de un niño que nacerá con la señal de Thor, y él será la clave para destruir el mal y reestablecer el orden normal de la tierra.
Es así como nace Ator con la señal de Thor, se llegan a comer más la cabeza con los nombres y les explota el cerebro a todos los guionistas. El malo, como es muy malo, acaba enterándose del nacimiento de una pequeña criaturilla con esa dichosa señal en su cuerpo y manda buscarlo para aniquilarlo (no se, me recuerda a un cierto Herodes y a un tal Jesucristo).
Al niño, para ocultarle la señal, le aplican un ungüento que, milagrosamente, hace que el símbolo desaparezca (si os arrepentís de un tatuaje…pillad de esto, mano de santo). No obstante, su padre, como buen padre que es, decide regalar el niño a otra familia para que lo cuide y así el puede dedicarse a disfrutar de los placeres de la vida (que consistirán en ser un voyeur viendo como crece su hijo).
La familia postiza de Ator tiene una pequeña jovencita, dulce y delicada llamada Sunna que protagoniza una de las más épicas escenas de la película junto a su hermanastro
A esta joven, maestra del incesto, la raptan los lugartenientes del malo malvado y el chaval, que nunca ha catado mujer y sabía que tenía a esta a punto de caramelo, decidirá ir en su búsqueda. Ator acaba conociendo a una amazona llamada Ruth, que acaba enamoradita perdida de él (maldito casanova) y decide ayudarle en su misión de encontrar a Sunna.
Después de muchas escenas estúpidas Ator encuentra al señor malo, el sacerdote que tiene a Sunna, un fetichista de las arañas que se acaba transformando en una de ellas (al igual que el antagonista de Conan, que era una serpiente que se rodeaba de sus congéneres). Tras una batalla nada épica con efectos para nada buenos, el sacerdote muere, pero cuando todos creíamos que iba a ser alegría y felicidad… aparece el padre de Ator, que ni es padre ni es ná, es sólo un crápula que quería aprovecharse de la muerte del sacerdote para convertirse él en el malo supremo.
Ante esta novedad, Ator lo flipa como si hubiera visto a Cthulu bailando chirigotas, y decide matarle, por que su mente está colapsada ya de tanto pensar. Tras su muerte la profecía se cumple y todos son felices y disfrutan de sus vidas. Ah no, Ruth muere (ups!).
Atendiendo a más formalidades de la película, vamos a hablar de detalles más técnicos. La película está plagada de planos raros, pero raros de cojones, no los típicos planos aberrantes que puedan causar sensaciones extrañas no, planos en los que la composición visual brilla por su ausencia, donde los elementos dejan un peso visual en la imagen sobrecargada en unos de sus lados, cortando elementos importantes, mostrando otros que no significan nada…hasta mi abuela graba mejores cosas con el móvil (y eso que no tiene).
El sonido de la película, en su conjunto, se asimila bastante a un gato al que le están pillando los huevos con una puerta, los efectos de sonido son repetitivos, no aportan nada y en muchas ocasiones molestan más de lo que ayudan.
La iluminación es pésima, los planos nocturnos son casi imposibles de ver, menos mal que en el lugar de rodaje, a la luz del día, se ve bien, porque si no tendríamos una pelíula con un metraje totalmente a oscuras. Los planos a contraluz de esta película son de las cosas más maravillosas que he visto en toda mi vida.
Y diréis “joder tio, estás poniendo a caldo esta película, yo no la veo”, y haréis mal! Esta película es barata, ha sido rodada de forma precipitada y tiene más fallos que una escopeta de feria. Pero si la ves totalmente ebrio y rodeado de colegas puede que descubras momentos fascinantes entre alguna de sus escenas, y en el caso de que lo hagas, por favor hazme saber tu opinión.
Besis
Valoraciones en tu crítica:
R.O.T.O.R.
Crítica de Helldrinker
hace 1 mes
3.5
¿Habéis visto Terminator? ¿Y Robocop? Pues ya habéis visto R.O.T.O.R. Esta película, dirigida por el siempre conocido Cullen Blaine, es una mezcla perfecta (¿he dicho perfecta?) de ambos títulos, aunque si nos ponemos técnicos también tiene un cierto aire a la historia original del monstruo Frankenstein y ciertos guiños a la primera versión cinematográfica de Juez Dredd.
Tan sólo viendo los títulos de crédito iniciales del film nos damos cuenta que esto es una obra hecha entre colegas donde todo el mundo hace de todo, aquí hasta el más tonto reparte el bacalao.
La historia, de haberse desarrollado de una forma más elaborada y con un tratamiento de guión mucho más adecuado, podría haber elevado las expectativas iniciales de esta película. La trama principal ocurre realmente en un flashback que nos relata el protagonista. Nos ponemos en situación: en un laboratorio científico perteneciente al cuerpo de policía se desarrolla un prototipo robótico llamado R.O.T.O.R. (no recuerdo el significado de las siglas y me niego a volver a ver la película para adivinarlo). Este prototipo, al cual le quedan aún años de desarrollo, es activado de forma accidental, lo que hace que este espécimen robótico con apariencia humana cobre vida y salga a la calle a impartir la ley…SU LEY!
Una buena premisa de revolución de las máquinas y los efectos de las nuevas tecnologías en la sociedad que se ven apartados por unas carencias técnicas y literarias deficitarias. La película hace uso de planos aéreos a mansalva, han rellenado el film con planos estáticos que no aportan información alguna a los acontecimientos, demasiado uso de narraciones con voz en off, así como localizaciones poco elaboradas que demuestran una falta de presupuesto que no pudieron solventar mediante un gran trabajo artístico.
Hay momentos en el film que sobran totalmente, unas escenas que de no haberse grabado quizás hubieran aumentado un poco el caché de la película. Pero, por el contrario, y como era de esperar en este tipo de producciones, hay escenas que quedarán grabadas en tu retina para la posteridad, tales como el momento en cual el protagonista (que es un badass de cuidado), echa una serie de pastillas en una taza de café para que se las beba su caballo.
Una cosa curiosa de esta película son sus minutos finales, en los que creemos tener un clímax de la película con el protagonista y una científica que hace wrestling repartiendo ostias a ROTOR como si no hubiera un mañana, pero…tan tan taaaaaaaaaaan, resulta ser sólo el clímax de la trama de ROTOR, ya que el clímax perteneciente a la historia del protagonista…está aún por llegar, y vaya forma de llegar! (y otra sorpresa más que tiene tela).
Si las ves en compañía se hace amena
Tan sólo viendo los títulos de crédito iniciales del film nos damos cuenta que esto es una obra hecha entre colegas donde todo el mundo hace de todo, aquí hasta el más tonto reparte el bacalao.
La historia, de haberse desarrollado de una forma más elaborada y con un tratamiento de guión mucho más adecuado, podría haber elevado las expectativas iniciales de esta película. La trama principal ocurre realmente en un flashback que nos relata el protagonista. Nos ponemos en situación: en un laboratorio científico perteneciente al cuerpo de policía se desarrolla un prototipo robótico llamado R.O.T.O.R. (no recuerdo el significado de las siglas y me niego a volver a ver la película para adivinarlo). Este prototipo, al cual le quedan aún años de desarrollo, es activado de forma accidental, lo que hace que este espécimen robótico con apariencia humana cobre vida y salga a la calle a impartir la ley…SU LEY!
Una buena premisa de revolución de las máquinas y los efectos de las nuevas tecnologías en la sociedad que se ven apartados por unas carencias técnicas y literarias deficitarias. La película hace uso de planos aéreos a mansalva, han rellenado el film con planos estáticos que no aportan información alguna a los acontecimientos, demasiado uso de narraciones con voz en off, así como localizaciones poco elaboradas que demuestran una falta de presupuesto que no pudieron solventar mediante un gran trabajo artístico.
Hay momentos en el film que sobran totalmente, unas escenas que de no haberse grabado quizás hubieran aumentado un poco el caché de la película. Pero, por el contrario, y como era de esperar en este tipo de producciones, hay escenas que quedarán grabadas en tu retina para la posteridad, tales como el momento en cual el protagonista (que es un badass de cuidado), echa una serie de pastillas en una taza de café para que se las beba su caballo.
Una cosa curiosa de esta película son sus minutos finales, en los que creemos tener un clímax de la película con el protagonista y una científica que hace wrestling repartiendo ostias a ROTOR como si no hubiera un mañana, pero…tan tan taaaaaaaaaaan, resulta ser sólo el clímax de la trama de ROTOR, ya que el clímax perteneciente a la historia del protagonista…está aún por llegar, y vaya forma de llegar! (y otra sorpresa más que tiene tela).
Si las ves en compañía se hace amena
Valoraciones en tu crítica:
Orión y la oscuridad
Crítica de Helldrinker
hace 2 meses
6.5
Película de animación que a priori parece ser dedicada a un público infantil pero que el público adulto va a disfrutar y encontrar que está cargada de muchos mensajes inesperados.
Las aventuras de Orión van a sacar nuestros recuerdos más íntimos de la infancia y encariñarnos con unos personajes que, pese a tener poco desarrollo, van a estar presentes en esta aventura cuasi onírica haciendo que el pequeño protagonista avance en sus miedos.
Disfrutable en familia
Las aventuras de Orión van a sacar nuestros recuerdos más íntimos de la infancia y encariñarnos con unos personajes que, pese a tener poco desarrollo, van a estar presentes en esta aventura cuasi onírica haciendo que el pequeño protagonista avance en sus miedos.
Disfrutable en familia
Valoraciones en tu crítica:
En la mente de un gato
Crítica de Helldrinker
hace 2 meses
6.5
Entretenido documental sobre nuestros amigos felinos.
No es la panacea de la ciencia ni algo tan sorprendente como la resolución del asesinato de Kennedy, pero se deja ver y se disfruta si dejas la mente abierta a pseudociencias y experimentos de bochornoso rigor.
¿Qué le voy a hacer? Si mientras escribo esto tengo a mi gato entre las piernas ronroneando
No es la panacea de la ciencia ni algo tan sorprendente como la resolución del asesinato de Kennedy, pero se deja ver y se disfruta si dejas la mente abierta a pseudociencias y experimentos de bochornoso rigor.
¿Qué le voy a hacer? Si mientras escribo esto tengo a mi gato entre las piernas ronroneando
Valoraciones en tu crítica:
Match Point
Crítica de Helldrinker
hace 3 meses
8
Ya lo decía el protagonista al inicio de la película: "Trabajar duro es indispensable. Pero todos temen admitir qué tan importante es el papel de la suerte”
A veces estar en el lugar correcto en el momento exacto puede suponer un gran cambio en nuestras vidas, y en la de los demás
Película altamente recomendable de Woody Allen en la que su guion nos cautiva, nos atrapa y nos deja en vilo. El film está cargado de múltiples y maravillosos planos secuencias que nos ponen la piel de gallina. Magistral uso del silencio.
Si fuera tú, ya estaría viéndola
PD: Bien cantaban Los Suaves: "Las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti"
A veces estar en el lugar correcto en el momento exacto puede suponer un gran cambio en nuestras vidas, y en la de los demás
Película altamente recomendable de Woody Allen en la que su guion nos cautiva, nos atrapa y nos deja en vilo. El film está cargado de múltiples y maravillosos planos secuencias que nos ponen la piel de gallina. Magistral uso del silencio.
Si fuera tú, ya estaría viéndola
PD: Bien cantaban Los Suaves: "Las vueltas que da la vida, el destino se burla de ti"
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Críticas de películas
Helldrinker ha escrito 27 críticas que han sido valoradas un total de 112 veces.
Reparto en votos recibidos
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16.1 %
14.3 %
7.1 %
4.5 %
2.7 %
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38.4 %
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