Tras catorce años de silencio y cinco títulos a sus espaldas, me acercaba a esta nueva entrega de 'Destino final' con muchas más dudas que expectativas, pero salgo de ella gratamente sorprendido y con la sensación de haber visto la que ya me atrevería a situar, sin lugar a dudas, como una de las más disfrutables de toda la saga. Ya no solo por su forma de reinventar una fórmula que parecía sobreexplotada hasta el extremo, sino, sobre todo, por haberlo hecho a base de abrazar su propia inverosimilitud hasta convertirla, sin por ello abandonar el habitual tono de slasher adolescente, en una comedia negra con todas las de la ley. Tanto es así que la película, quizás consciente de la deriva previsible y, hasta cierto punto, genérica que estaba tomando la franquicia, se permite incluso el lujo de anticiparnos el orden en el que irán cayendo los personajes para, en lugar de jugar con la incertidumbre de quién será el próximo, hacerlo con esa tensa anticipación de no saber cómo, cuándo ni bajo qué disparatada y retorcida sucesión de casualidades ocurrirá.

En ese sentido podría parecer que esta secuela no se distancia tanto de sus predecesoras, salvo por el hecho de que esa misma autoconsciencia, aquí impulsada por frecuentes guiños a toda la saga, se acaba trasladando también al propio devenir de todas y cada una de las muertes. Al fin y al cabo, si la película nos revela tanta información de primeras es, precisamente, porque nos tiene reservados otros muchos giros que, más allá de impulsar el evidente factor sorpresa, servirán para añadir interés a un guion tan refrescantemente original en su concepción como, al mismo tiempo, macabramente divertido en su desarrollo. Genial resurrección para una saga que no solo ha vuelto con más fuerza que nunca, sino también con un renovado espíritu de placer culpable donde sangre, comedia y terror se conjugan en esta delirante competición por ver quién muere de la forma más gore, rebuscada y absurda posible. Que '1000 maneras de morir' se jubile ya, porque la reina de las muertes tontas está de vuelta y lo ha hecho, definitivamente, por la puerta grande.

Destino final: Lazos de sangre es una película de terror e intriga con su punto gore, protaginizada por Kaitlyn Santa Juana y Richard Harmon.

Una joven a atormentada por sus pesadillas, decide investigar sobre ellas sin saber que está a punto de desencadenar el 'plan de la muerte', sobre su familia.

Pues es más de lo mismo, pero mejor. Es curioso que la mejor entrega de la saga sea la sexta. ¿Cómo lo han hecho? Ofreciendo la misma historia que ya funciona, pero planteada de forma diferente, con simplemente unos pocos matices, pero sobre todo currándose las muertes.

Me ha hecho especial gracia el familiar alérgico a los cacahuetes y su constante cara de víctima, aunque más gracia me ha hecho ese familiar ***contenido con spoilers***

Me ha gustado también ese recurrente regreso. ***contenido con spoilers***

Después de más de 20 años se retoma esta exitosa, morbosa y excitante franquicia que causó manía en su momento y que ahora continúa para nuestro divertimiento y solaz, aunque sin demasiada profundidad cinéfila. La tensión en la cinta, es manifiesta, a pesar de su previsibilidad, pero no por ello el cuento deja de interesar en toda ocasión, incluyendo su catástrofe inicial y aunque para sus protagonistas su «Destino final» sea irremisible, como todo el mundo sabe. ·PLACENTERA· .2️⃣/5. ··PICARD··

Peli juguetona como me gusta a mí llamarlas, porque es un poco parodia de las anteriores pero a la vez se toma en serio lo que hace, dejando algunas de las mejores muertes de toda la saga. Yo creo que era el mejor camino que podían tomar a estas alturas, porque la verdad es que la cuarta y la quinta ya flojeaban bastante, y en realidad ya en la tercera se empezaba a notar muy repetitiva la cosa. Entonces en vez de contarnos otra vez lo mismo, han tirado por un rollito más de comedia en el que la peli sabe que nosotros sabemos que todos o casi todos van a ir palmando uno a uno, así que nos van poniendo la miel en los labios continuamente para que pensemos que Fulanito o Menganito van a morir ya, pero la gracia está en que en realidad nunca lo sabemos. Es decir, parece previsible pero a la vez maneja muy bien la sorpresa, con lo que el resultado funciona muy bien y hace que estés atento todo el rato para ver cuál será el próximo pelele que morirá de la forma más bestia posible. El temita este de que las muertes sean como efectos mariposa donde alguien pisa una chincheta y desencadena una locura de eventos causa-efecto hasta que uno palma siempre ha sido de lo más divertido de la saga, y aquí se han superado, ya desde la secuencia inicial hasta el final, cada muerte es como una obra de arte que es estúpida y maravillosa a la vez.

Yo desde luego la recomiendo, me lo he pasado genial viéndola y creo que a cualquier fan de la saga le gustará. Mencionar también que la peli hace un pequeño homenaje a Tony Todd, que aquí ya se ve bastante desmejorado de su enfermedad, pero que tiene un muy buen momento y además recibe el cierre que merecía su personaje. Un grande Tony.