Crítica de La princesa prometida por watered

La Princesa Prometida. Años 80. Sí, sí, sobrevalorada para unos, clásico para otros. No podemos negar el valor icónico de una parodia del género de aventuras de capa y espada; que en si misma, ya es una gran aventura, con todos los tópicos del género, pero con un cariño y una gracia que hacen de ella lo que es, y que tiene un gran cariño para muchos, entre los que me incluyo; y aunque fueran pocos, daría igual.

Este tipo de películas no abunda, no hay muchas que tengan esa aventura fantasiosa, con elementos románticos, humorísticos (en algún grado, dramático también) pero a la vez profundos, dentro de una aparente superficialidad aventurera.

La Princesa Prometida puede ser el estandarte y la más iconoclasta de todas ellas . Sólo se me ocurren un par más ahora mismo: Stardust, The Fall,..diferentes sin duda, pero con un espíritu parecido. Tiene acción, tiene historia de amor, desamor, dolor. Todo tamizado con un aspecto de parodia contenida, dentro de su seriedad, pero que no deja de tener su dramatismo en la tortura, en el sentimiento de traición, en el honor, el compañerismo, el respeto y admiración al adversario, en la maña y la fuerza, el respeto progresivo del nieto al abuelo...., hay muchos pequeños detalles en cada recoveco, que hace que sea un engranaje perfecto y que sea una "rara avis" que puedes ver y disfrutar cuando la dan porque te quedas enganchado.

Por supuesto que los efectos especiales y decorados, van acorde con la pretensión de la película, y son adecuados a lo que son, no desentonan y te hacen introducirte en ese entorno de cartón piedra en ocasiones, acompañados con bonitos paisajes también que sirven de marco a los diálogos, a la acción y a la relación entre los personajes. La Banda Sonora de Mark Knofler se acopla perfectamente con sus melodías bastante desnudas. Se les coge cariño a los personajes "malos", al forzudo Fezzik encarnado por el luchador de Pressing Catch "André el Gigante" y al pirata Iñigo Montoya y su cruzada en busca de venganza. ¿Quién no recuerda la frase?:

"Hola. Me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir".

A quien le parezca un poco edulcorada o sobrevalorada por el sentimiento ochentero, posiblemente no le gustará... tanto. No niego mi subjetividad en la crítica, aunque procuro poner factores objetivos que equilibren la balanza (el 10 no lo he puesto, aunque he estado tentado XD). No hay obra que guste a todo el mundo, ni de la misma forma, y eso está bien.

Es una película con mucha bondad, y que a veces va bien rememorar para recuperar esa esencia de inmadurez inocente que posiblemente se va perdiendo con el paso de los años.