Crítica de La lista de Schindler por rubenleobcn

Steven Spielberg consigue una obra maestra con 'Schindler's List', un gran drama sobre el holocausto.

Steven Spielberg, y su guionista Steven Zaillian, adaptan la novela 'El arca de Schindler' de Thomas Keneally para narrar la crudeza de la situación en la ocupación nazi. Durante la película veremos dos historias: Primero la narración biográfica de la vida de Oskar Schindler, checo de ascendencia alemana, empresario acaudalado, oportunista y vividor, y que enseguida supo ganarse la amistad de los altos mandos nazis situados en Polonia, llegando a conseguir rápidamente su confianza obteniendo el carnet del partido, y llegando a crear una gran industria con mano de obra judía. La segunda, es el marco en el que se desarrolla la narración, la ocupación nazi y el exterminio judío. La película comienza con planos de Schindler contandonos todos los aspectos de su vida, y ha medida que avanza la película y Schindler va cambiando, los eventos del holocausto van ganando protagonismo, adentrándonos en la crudeza de los campos de concentración. El ritmo de la película es muy bueno, siendo cruda y fría durante la mayor parte, y dando un golpe emocional al final, que acaba de romper al espectador.

Liam Neeson hace una increíble actuación como Schindler, consigue manejar el cambio gradual del personaje, sin hacerlo brusco. Ben Kingsley hace una fantástica caracterización de su papel como judío polaco Itzhak Stern. Ralph Fiennes transmite el horror del terrible como Amon Göth. El resto del electo está realmente a la altura, sin sobreactuaciones, y encarnando personajes realmente humanos con rasgos positivos y negativos.

La fotografía artesanal en blanco y negro de Janusz Kaminski es puro arte. La ambientación, el vestuario, y sobretodo las recreaciones de ciudades son increíbles. Destaca el uso de todos los tipos de planos durante la película, lo que la hacen también artísticamente enriquecedora.

Spielberg retire y escoge a su compositor favorito, el gran maestro John Williams para componer una banda sonora ganadora de todos los premios de aquel año. Podría calificarse como desgarradoramente emotiva, y cada vez que se escuchan los primeros acordes de violín se ponen lo pelos de punta. La partitura de Williams está considerada la mejor composición original del siglo XX, y obviamente una de las mejores de la historia. Aunque pueda sorprender, la fuerza de la composición se encuentra en su sencillez, que se destaca por ejemplo en el tema principal, 'Theme for Schindler's List' donde solo escuchamos un violín interpretado por un virtuoso Itzhak Perlman, que consigue impregnar de sentimiento cada nota.

No me duele decir que inevitablemente llore de emoción con la película, convirtiéndose en una de mis favoritas indiscutible.