Crítica de La hermanastra fea por El9Pasajero

La hermanastra fea…. Mejor dicho horrorosamente vestida y peor maquillada. Y si ya le pones una ortodoncia podrida es para salir corriendo.
Elvira es el nombre de nuestra patita fea y sueña con casarse con un principe de novela pero le aparece un Guillermo Tell con bastantes dioptrias y se olvida de poner la manzana fallando estrepitosamente la flecha del amor. Cosas de la monarquia chunga que hasta en los lazos de Oniria pierde las formas.
Su nuevo papá por gracioso y grotesco ira por la via ràpida al infierno. Empezamos bien con el patriarcado tóxico y romperemos el cànon Disney.
Me encantan los títulos de crédito acompañados por musiquita de paseo por la mesa de banquete puesta y la cabeza del patriarca rodeada de manjares, creo que voy a disfrutar de este cuento gótico nórdico.
Pero las verdades ponen las cosas en su sitio y solo interesa el dinero de mamá. Pobre Elvira Ricitos de Marrón.
Llegan notícias de palacio y un mensajero anuncia que el Rey y su hijo el principe Julien van a montar una fiesta con baile real en cuanto pasem cuatro lunas, invitando a todas las virgenes del reino.
Como le gusta a la monarquia montar bacanales.
Pero habrá que llevar a Elvira al doctor Esthetique que le recomendará quitarse los braquets y donar su nariz a la ciencia.
El suelo chorreando sangre garantiza una posible carniceria. La nariz n. 7 encajará perfectamente para la época en la que estamos aunque la convertirà uno dias en la chica de la máscara.
Tambien tendrá que pasar por la escuela de etiqueta más prestigiosa del reino regentada por la Señorita Sophie un cruce entre la Srta Rottenmeier y la profesora Lydia Grant, esa que decia que la fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor. Y con sangre que añadía yo tras pasar por la escuela de Ted Nugent.
Habrá muchas aspirantes para escoger entre tanta niña pero no tendrán que preocupar-se si no salen victoriosas pues el baile estará lleno de la nobleza y el poder y seguro que acaban todas colocadas.
Pasará a la siguiente ronda porque mamá pagará el peaje para incluirla en la segunda fase .
La Rottenmeier además de torturadora sádica es ‘libiana’ fijo y le dará la fórmula mágica para perder peso. un huevo de solitaria, que es un remedio muy viejo .
Para liar más la cosa pasamos al culebrón, pues su hermosísima hermanastra Agnes flirtea con el picaflor del mozo de cuadras y tras ver el primer culo, saldrá el miembro cirilo para perpetrar la enculada patrocinada por Parmalat . Asi no llegarás al baile integra.
Continuaremos con el tratamiento al más puro estilo Clockwork Orange porque siempre hay que rendir pleitesía al maestro Kubrick.
Agnes caerá en desgracia y favorecerá la ascensión de Elvira, pero cuidado que los sueños que se materializan también tendrán un precio carísimo a pagar. Y el dinero no bastará. Pero nuestra prota se pondrá cada vez más horrorosa y egocéntrica a medida que se vaya transformando y el cuento pinta cada vez más a pesadilla.
La madre de Agnes se le aparecerá para acabar de liar más el cuento y le regalará el kit de Milicienta completo .Y aquí si que se acaba de liar bien la cosa .
QUE ES LO QUE MENOS ME HA GUSTADO? Me ha gustado todo en general, pero por ponerle una pega los momentos musicales me han sobrado un poco.
QUE ES LO QUE MÁS ME HA GUSTADO?
El pupirri de cuentos que pasan por la batidora de sus creadores es de matrícula de honor. Lo tiene todo en su justa medida y no abusa en demasía de nada en especial. Hasta los momentos gore y asquito están bien proporcionados.
La crítica al canon de belleza y de los cuentos de princesas modernos patrocinados por las redes sociales, influencers y demás parafernalia es brutal, pues no llevarán a buen puerto a cualquiera que les haga caso. Y por desgracia veo a pocos adolescente que no estén encarrilados ya. Esperemos que sea solo fruto de una época y maduren, porque todos hemos pasado por un momento de rebeldía . O al menos eso deseo.
QUE TÍTULO ALTERNATIVO LE PONDRÍA ?
- Casa de locas.
Moraleja:
- Mientras Papi sigue criando malvas, Mami se follará hasta a los ratones . .