Crítica de Heretic (Hereje) por Sandris
Redactada: 2025-04-27
«-Mr. Reed: ya sabéis, "un gran poder conlleva una gran responsabilidad".
-Hermana Paxton: Spider-Man.
-Mr. Reed: Voltaire.
-Hermana Paxton: cierto».
¿Existe la religión perfecta o todas las religiones son constructos sociales basados en la dominación, el control y el plagio? ¿La fe es lo que somos, en lo que creemos o un arsenal de mandatos que nos han proporcionado desde que somos pequeños con la intencionalidad de construirnos de cierta manera? ¿Creemos en lo que creemos por nosotros mismos o simplemente nos ajustamos a la experiencia ajena? ¿Somos lo que creemos o lo que creemos, la fe, nos proporciona la esperanza para atravesar el camino que es la vida? Cuestiones como estas que suelen ser más bien desvelos nocturnos a golpe de dejar al cerebro echando humo, son las que dan forma a ‘Heretic’, una película de terror psicológico en el que dos misioneras mormonas acaban en la casa equivocada con el mártir equivocado. La hermana Barnes y la hermana Paxton gozan de la inocencia que les imprime su religión, transitando las calles sin descanso y visitando puerta tras puerta en busca de afiliar nuevas almas a su redil. Casi te hacen sentir un poco mal por todas esas veces que hemos cerrado la puerta en las narices a aquellos que querían vendernos su fe, porque las muchachas le ponen ganas. Pronto aparecerá en escena el señor Reed, un ermitaño narcisista que cree poseer todas las respuestas del universo, o al menos las que atañen a cientos de años de religión. Este curioso arquetipo pondrá en jaque a nuestras protagonistas obligándolas a cuestionarse todo lo que saben, todo lo que creen y todo lo que veneran, porque aparte de un ególatra sin escrúpulos con buen gusto musical, es un sociópata de los que pululan en cientos de true crimes, aunque los vecinos aseguren que “siempre saludaba”.
Una película tan ecléctica en la que tiene cabida la risa, el miedo, la tensión y la reflexión. Al ser una historia concentrada en un único espacio con múltiples recovecos, la trama se encapsula en un maremágnum de discusiones filosófico – existenciales, en las que no faltarán momentos en los que daremos la razón a nuestro psicópata de turno aun cuando resulte encantador contemplar la convicción de nuestras protagonistas. Y es que se enfrentan a un chalado... Cómo para no llevarle la contraria, ya que te quieren hacer picadillo pues dar un poco de guerra por lo menos.
-Hermana Paxton: Spider-Man.
-Mr. Reed: Voltaire.
-Hermana Paxton: cierto».
¿Existe la religión perfecta o todas las religiones son constructos sociales basados en la dominación, el control y el plagio? ¿La fe es lo que somos, en lo que creemos o un arsenal de mandatos que nos han proporcionado desde que somos pequeños con la intencionalidad de construirnos de cierta manera? ¿Creemos en lo que creemos por nosotros mismos o simplemente nos ajustamos a la experiencia ajena? ¿Somos lo que creemos o lo que creemos, la fe, nos proporciona la esperanza para atravesar el camino que es la vida? Cuestiones como estas que suelen ser más bien desvelos nocturnos a golpe de dejar al cerebro echando humo, son las que dan forma a ‘Heretic’, una película de terror psicológico en el que dos misioneras mormonas acaban en la casa equivocada con el mártir equivocado. La hermana Barnes y la hermana Paxton gozan de la inocencia que les imprime su religión, transitando las calles sin descanso y visitando puerta tras puerta en busca de afiliar nuevas almas a su redil. Casi te hacen sentir un poco mal por todas esas veces que hemos cerrado la puerta en las narices a aquellos que querían vendernos su fe, porque las muchachas le ponen ganas. Pronto aparecerá en escena el señor Reed, un ermitaño narcisista que cree poseer todas las respuestas del universo, o al menos las que atañen a cientos de años de religión. Este curioso arquetipo pondrá en jaque a nuestras protagonistas obligándolas a cuestionarse todo lo que saben, todo lo que creen y todo lo que veneran, porque aparte de un ególatra sin escrúpulos con buen gusto musical, es un sociópata de los que pululan en cientos de true crimes, aunque los vecinos aseguren que “siempre saludaba”.
Una película tan ecléctica en la que tiene cabida la risa, el miedo, la tensión y la reflexión. Al ser una historia concentrada en un único espacio con múltiples recovecos, la trama se encapsula en un maremágnum de discusiones filosófico – existenciales, en las que no faltarán momentos en los que daremos la razón a nuestro psicópata de turno aun cuando resulte encantador contemplar la convicción de nuestras protagonistas. Y es que se enfrentan a un chalado... Cómo para no llevarle la contraria, ya que te quieren hacer picadillo pues dar un poco de guerra por lo menos.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Sentimiento
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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Comentarios
A mí cague sí me dio, pero también hubo momentos para la risa propia de vivir en delululand jaja.
Sip, supongo que para cada persona la experiencia es distinta y mientras unos rompemos patrones ligados desde la infancia, otros simplemente repiten lo que les han inculcado. No tiene nada de malo tampoco, eso va con cada persona claro.