Crítica de Golpe en la pequeña China por MrPenguin

Apenas cuatro años después de haber impactado al mundo con 'The Thing', el maestro del terror de serie B John Carpenter decidió alejarse de su género predilecto para divertirse un poco y dejarnos 'Big Trouble in Little China', una gamberrada en toda regla que mezclaba aventuras, romance, fantasía, magia negra, artes marciales, mucho cachondeo y un airecillo constante de cutrez intencionada. Porque seamos sinceros, la película reúne una serie de ingredientes que en otras manos nunca habrían funcionado, pero que Carpenter consigue conjugar para crear un resultado final tan delirante como entretenido: Kurt Russell haciendo de camionero vacilón, chinos voladores, malos malosos que lanzan rayos, una incursión en un cochambroso y esperpéntico Chinatown y un villano llamado Lo Pan que parece que te va a vender un yogulado maldito en cualquier momento. Y todo este pifostio por una mujer de ojos verdes y un camión perdido. De locos.

También hay que decir que la película fue un fiasco absoluto en su día, siendo vapuleada por la crítica y poco respaldada en taquilla. Quizás no supieron entender el aire paródico de una historia que en ningún momento se toma en serio a sí misma o quizás es que yo la veo todavía a través del prisma de la nostalgia, pero el caso es que, a pesar de su fracaso, la película influenció notablemente a numerosas obras posteriores (hasta el videojuego 'Mortal Kombat' tomó ideas para algunos de sus personajes) y con el tiempo alcanzó incluso el estatus de film de culto de serie B, que no es poca cosa. En definitiva, un clásico irrepetible del cine palomitero en su vertiente más friki y un placer culpable que de culpable tiene poco, porque, al fin y al cabo, ¿qué puede ser más inocente que volver a sentirse niño viendo una película?