Crítica de Flamin'Hot: La historia de los Cheetos picantes por Calibibi
Redactada: 2024-02-29
Un par de frases con gancho, una nominación populista a mejor canción y toda la propaganda pro inmigración que levantó económicamente a los Estados Unidos en los 80.
La reconocida actriz Eva Longoria de ascendencia mexicana, se sitúa está vez detrás de las cámaras, y nos trae una historia basada en hechos reales, para resaltar la importancia de la inmigración como motor fundamental del resurgir de las economías en crisis, que es por aquello de la mano de obra barata, control laxo de normativas laborales y escasa implicación sindical, pero queda mucho mejor venderlo bajo la búsqueda del glorioso sueño americano.
Y resulta que se permite muchas licencias, que se aleja de lo que realmente ocurrió, y abraza todos los clichés posibles sobre el mal trato a los inmigrantes, a la vez que los ridiculiza, los caricaturiza, todo para que nos resulte más fácil de asimilar.
Es como si cogen todos los cheetos, doritos y fritos que salen mal de la fábrica, y los envuelves en una gruesa capa de especias picantes para ocultar su mal sabor y los ofreces como un producto nuevo (no creeriais de verdad que pararían toda la línea de producción para apostar por la idea del conserje chicano, y que conste que no soy yo quien compara a los inmigrantes con patatas estropeadas, lo dejan caer en la propia película)
Suponiendo por el origen de los productores que buscaban una especie de propaganda política, una intención de modificar conciencias, que todos somos iguales y merecemos las mismas oportunidades y todas esas cosas, consiguen casi el efecto contrario, al mostrar todos los estereotipos posibles tanto de un lado como del otro del muro de Trump, haciendo más hincapié en las diferencias, que en el valor enriquecedor de la multiculturalidad.
Gran papel de Jesse García, hay que reconocerlo, pero poco más se puede rescatar de esta Flamin Hot, a la que la maquinaria publicista y populista de Hollywood elevará a los altares. Nos mean en la cara y nos dicen que llueve
La reconocida actriz Eva Longoria de ascendencia mexicana, se sitúa está vez detrás de las cámaras, y nos trae una historia basada en hechos reales, para resaltar la importancia de la inmigración como motor fundamental del resurgir de las economías en crisis, que es por aquello de la mano de obra barata, control laxo de normativas laborales y escasa implicación sindical, pero queda mucho mejor venderlo bajo la búsqueda del glorioso sueño americano.
Y resulta que se permite muchas licencias, que se aleja de lo que realmente ocurrió, y abraza todos los clichés posibles sobre el mal trato a los inmigrantes, a la vez que los ridiculiza, los caricaturiza, todo para que nos resulte más fácil de asimilar.
Es como si cogen todos los cheetos, doritos y fritos que salen mal de la fábrica, y los envuelves en una gruesa capa de especias picantes para ocultar su mal sabor y los ofreces como un producto nuevo (no creeriais de verdad que pararían toda la línea de producción para apostar por la idea del conserje chicano, y que conste que no soy yo quien compara a los inmigrantes con patatas estropeadas, lo dejan caer en la propia película)
Suponiendo por el origen de los productores que buscaban una especie de propaganda política, una intención de modificar conciencias, que todos somos iguales y merecemos las mismas oportunidades y todas esas cosas, consiguen casi el efecto contrario, al mostrar todos los estereotipos posibles tanto de un lado como del otro del muro de Trump, haciendo más hincapié en las diferencias, que en el valor enriquecedor de la multiculturalidad.
Gran papel de Jesse García, hay que reconocerlo, pero poco más se puede rescatar de esta Flamin Hot, a la que la maquinaria publicista y populista de Hollywood elevará a los altares. Nos mean en la cara y nos dicen que llueve
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Fotografía
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Dirección
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