Cuando todos creíamos que ya nunca íbamos a conocer el apasionante origen de los Cheetos picantes, llega Eva Longoria y cumple al fin nuestros sueños con la curiosa 'Flamin' Hot', un entretenido biopic sobre la figura de Richard Montañez, el humilde conserje de raíces mexicanas que, según él mismo afirma, creó el que ya es uno de los snacks más vendidos de todos los tiempos. La película, basada en la propia autobiografía de Richard, recoge su fulgurante trayectoria para denunciar prejuicios, reivindicar la importancia de la población inmigrante en la cultura —y economía— estadounidense y, de paso, dar forma a un relato clásico de superación personal. O, al menos, así debería ser en caso de que toda esta historia no estuviera tan ficcionada como parece estar. Y es que, aunque es cierto que Richard pasó de empleado de mantenimiento a empresario de éxito, todos los testimonios apuntan a que la verdadera receta de los Cheetos Flamin' Hot fue concebida en un laboratorio y no en la cocina de la familia Montañez.

Evidentemente, todo esto no afecta al factor puramente lúdico de la película, pero sí que le resta bastantes puntos en esa faceta de cuento inspiracional que se nos intenta vender. Al final no deja de ser la enésima revisión del tan manido sueño americano, solo que, en esta ocasión, desde el punto de vista de un hombre de ascendencia latina para así reforzar ese concepto idealizado de que en Estados Unidos, tierra de libertad y grandes oportunidades, cualquiera puede triunfar (o eso dicen). Dejando eso de lado y el hecho de que la población latina acabe representada como un mero mercado a explotar, lo cierto es que 'Flamin' Hot' cumple sobradamente su propósito como cine palomitero y nos ofrece una película ligera, repleta de momentos entrañables y que, eso sí, dejará con unas ganas tremendas de zamparse una buena bolsa de Cheetos picantes. Anuncio largo de Frito-Lay que se ve con facilidad y se pasa volando.

**Aviso para el consumidor: Esta película puede contener trazas de leche, gluten y adulterantes de la verdad.

◅◅ Falmin' Hot ◅◅

He de ser de las pocas personas a las que le suele atraer bastante los biopic. El hecho de conocer la historia detrás de algunos icónicos personajes – Artistas, Atletas, Cineastas, Historiadores, Físicos, Músicos, o el creador de Cheetos Picantes…– me resulta interesante pues, sea falsa o verídica, siempre terminas sacando algo útil.

Flamin’ Hot, es la divertida historia de “Richard Montañez”. Un ex criminal e inmigrante mexicano quien, tras conseguir un puesto de conserje en la fábrica de “Frito Lay” en el “Rancho Cucamonga”, tuvo la brillante idea de crear un nuevo sabor picante de snacks para la comunidad latinoamericana. Lo que nos lleva, una vez más, a una emocionante historia de superación dónde el esfuerzo, la constancia y el trabajo duro terminan siendo la clave del éxito. No obstante, este biopic dirigido por mi adorable “Eva Longoria”, ha generado polémica. Al parecer, las afirmaciones de “Richard Montañez” sobre ser el inventor de los “Cheetos Picantes” , tanto en su libro como en sus múltiples entrevistas, parecen no ser ciertas. Es verdad que aportó diversas ideas a la compañía sobre los gustos de la comunidad hispana, pero, según varias investigaciones, la creadora original de los “Flamin’Hot” fue “Lynn Greenfeld” .

Tras descubrir este curioso detalle, no solo me desmonta el biopic, sino que me hacen cuestionar la falta de información sobre un hecho que pretenden vender como “verídico”; y eso que los productores fueron avisados con anterioridad sobre esto (>ლ) ¿Conclusión? Hay que seguir informándose después de ver cada biopic, porque uno no puede fiarse de Hollywood, ni de los Oscar.

A parte de su dudosa fiabilidad y sus libertades creativas, reconozco que esta pelicula me ha parecido una comedia ligera, graciosa y entretenida con la que matar el gusanillo. Además, las actuaciones de “Jesse García” & “Annie González” son icónicas y resaltables.

(*´ο`*)ﾉ Recomendable, pero no como biopic ◅.

Cuando me enteré de la existencia de esta película pensé que qué necesidad había, que a mí qué me importa quién inventó o descubrió los Cheetos picantes. Ahora lo sigo pensando, junto con que si Eva Longoria no tenía nada mejor que hacer con su vida.

A ver, no es horrible, y es ligera, cosa que no se puede decir de la mayoría de nominadas. Cierto es que esta está nominada por una canción, pero bueno, lo mismo da, sigue siendo llevadera y no muy larga, para un rato entretenido sin más y sin pensar demasiado, o nada.

El problema es que esta historia está muy vista ya. El típico nacido en familia pobre, encima inmigrante, latino en este caso, algo también muy visto, que se busca la vida, que toma malas decisiones, que cree que no sirve para nada porque así le han hecho sentir toda su vida y de repente lo peta haciendo lo que sea y asciende a lo más alto. Es la típica familia mexicana que nos muestran en las películas, con muchos hijos, dedicados al campo, religiosos, que terminan relacionados con la droga o siendo delincuentes porque es la salida fácil... Todo está ya más que visto.

Volviendo al protagonista y a la creación de los aperitivos picantes, es que me da igual quién fuera o sea este señor, me da igual si se llama Ricardo Montañez o Manolo el del bombo. No me lo he tomado como un biopic porque considero que es absurdo hacerlo, tal vez lo sea, pero no es el típico biopic como puede ser Oppenheimer o Maestro, y si en aquellas se tomarán licencias, aquí seguramente habrá unas cuantas. Me he tomado esta película como 100% de ficción, por mucho que sepa que esos Cheetos existen y que obviamente alguien tuvo que tener la idea.

Y aunque entiendo que tiene que ponernos en contexto y tenemos que ver esa evolución desde lo más bajo, tarda mucho. Es que lo importante ocurre en los últimos 15-20 minutos de la película, y entonces ocurre todo de manera atropellada y con prisas. Que la alternativa habría sido hacer una película de dos horas o más, probablemente, y en ese sentido se agradece que no lo sea, ya tenemos suficientes películas largas, pero creo que está mal organizada, al final se queda corta por la manera en la que está contada.

Así que como tal, como ficción, pues lo dicho, sin más, un entretenimiento fácil y ligero, para desconectar un domingo por la tarde sin mayores pretensiones, con un tono simpático sin recrearse en exceso en los dramas. Pero no creo que nadie se acuerde de ella en unos meses, o en cuanto termine la gala de los Oscars, y no es una película que vaya a recordar un día y decidir volver a ver.

BUUUeno, pues mi mujer desesperada preferida, aunque solo me durara una temporada, se pone manos a la dirección.
Que terror, miedo me da.
El año pasado ya me sorprendió por su interpretación en el corto Lago negro de Lucia Puenzo, presentado a los Oscars pasados en Tell it like a woman donde la actriz hacia su mejor interpretación.
Aunque al igual que en esta, la nominación venia por la banda sonora si no recuerdo mal. No por lo que nos cuentan, que es una milonga.
Porque ya se descubrió que lo que aquí nos relatan no fue del todo cierta la autoría del amigo. Aunque sabiendo como se las gastan algunas empresas o dirigentes a la hora de agenciarse ideas ajenas para su lucramiento personal ha saber donde reside la verdad. Quizás ese hubiese sido un enfoque más atractivo o serio.
Pero no vine a hablar de la autenticidad de la cinta, sino del despropósito a mi gusto de la historia. Llevada al género telefilm para agrado de los mas simples de la clase o para disfrazarla de falsa humildad, nos alecciona desde sus inicios de como tenemos que ser ejemplares, pero sin callarnos la boca. Irreverentes pero sin levantar la voz.
Eso a todos los que nos hemos dedicado por coj.... a currar, sabemos que no funciona así.
Pero vamos a montar una fábula simpática, con ciertos tonos picantes, macarriles y reinvidicativos para sazonar un producto artificial, como los snacks que publicita.
Por supuesto, no me ha gustado nada, como los productos que oferta.
La hubiese titulado: - Chula burra¡¡¡¡ me dicen los vecinos al pasar.