Crítica de El viaje de Chihiro por AdrianStark

Una autentica joyita de animación japonesa producida por Studio Ghibli y que nos muestra un Hayao Miyazaki en estado de gracia. Llegó a ser la película más taquillera del cine japonés y fue aclamada por la crítica internacional, hasta el punto de llegar a ganar un Óscar en la categoría de mejor película de animación. Su trama es muy sencilla una niña de doce años, Chihiro, se ve atrapada en un mundo mágico donde van a parar los espíritus y los seres fantásticos de la mitología japonesa, allí deberá romper la maldición que afecta a sus padres y encontrar el camino de vuelta para regresar a su mundo.

Como podemos ver, esta película la podríamos considerar como la versión nipona de “Alicia en el país de las maravillas”, con la cual comparte bastante recursos surrealistas y fantásticos. La protagonista, pese a su edad, demuestra bastante independencia, valentía y fuerza interior (como se espera de un personaje femenino de Ghibli), sin tener que depender de nadie, pero siempre acompañada y apoyada por sus amigos. Su paso por el túnel (que actúa como la madriguera del conejo) y su llega a este mundo mágico simbolizara una especie de rito de madurez y de aprendizaje, que le llevara a crecer interiormente y a ir adquiriendo responsabilidades. Este mundo esta plagado de color, diversidad, magia y misterio, quedando esta casa de baños como lugar común de reunión para apariciones y divinidades de lo mas variopinto. Aquí se introducirán tanto importantes valores como aceradas criticas a la sociedad: como el interés y la codicia de los trabajadores del local, la pugna entre las costumbres y la modernidad o los efectos de la corrupción y la contaminación ambiental con la figura de este tétrico “Sin Cara”.

La duración de la película y su ritmo, que obliga a los personajes a avanzar hacia adelante en busca de respuestas, permite adoptar un tono mas reflexivo a este viaje de autodescubrimiento, donde no solo vamos a descubrir más cosas del mundo que rodea a estos personajes, sino que vamos a descubrir más sobre ellos mismos. Si acabas de descubrir las obras de Ghibli vas a quedar encantado (y quizás quedes un poco mal criado de cara al resto de obras de Ghibli, de factura mas humilde), si no, entonces vas a descubrir la verdadera calidad de la que puede hacer gala este mítico estudio de animación.