Crítica de Alien, el octavo pasajero por AdrianStark

Todos sabemos que Alien es una de las películas de terror y ciencia ficción más icónicas del mundo del cine, pero pocos recaen en su particular simbolismo y doble intencionalidad que permite catalogarla como la mejor película de terror psico-sexual. Todo alrededor del xenomorfo gira en torno de la retorcida mente de Hans Rudolf Giger, quien con sus diseños macabros altamente sexualizados permitió modelar un monstruo que esconde mucho simbolismo a plena vista. Debemos tener también en cuenta el contexto histórico que enmarca la película, los años 70-80, marcados mor muchos miedos, entre ellos las agresiones sexuales y las enfermedades veneras. Precisamente de estos dos últimos conceptos se nutre toda la película, que es el xenomorfo si no una enfermedad letal contraída por el equipo de la Nostromo al entrar en una nave alienígena desconocida. Podría tirarme horas hablando de la rica y desquiciada psicología y simbología que seguro Giger imprimió en el film, desde evidentes símbolos sexuales (símbolos fálicos -como la cabeza y boca del xenomorfo, la Nostromo-…así como simbología femenina -solo hay que ver la entrada de la nave alienígena, los huevos eclosionando-), referencias a agresiones sexuales (el abrazacaras y la particular forma en que se reproducen los xenomorfos, las formas en las que ataca el propio xenomorfo -con la boca/pene a la zona de la cara imitando una felación forzosa o con la cola desde abajo en actitud sodomizadora-), e incluso las consecuencias de dichas agresiones (sangre acida del xenomorfo como simbología del VIH -sangre que mata-, embarazos producidos tras una violación y como ese ser nacido no es un niño querido -bien representado por la forma violenta en que “nacen los xenomorfos”-). Con todo esto quiero decir que la primera Alien es una película que va más allá del juego del gato y el ratón con un ser monstruoso llegado del cosmos. Es una pena que las secuelas descartaran seguir profundizando en estos temas para convertirse en películas donde los xenomorfos son superdepredadores y nada más. Os recomiendo que profundicéis en la obra de H. R Giger y su turbulenta historia para entender el profundo trasfondo que rodea a esta obra maestra.