Hoy ha sido una de esas tardes en las que no sabes qué ver y después de dos horas de reloj dando vueltas al catálogo de dos plataformas que no mencionaré porque no me pagan por la publicidad me he decidido por lo que yo creía que era una apuesta segura: una comedia romántica navideña. ¿Qué puede salir mal con una película de esas características? Incluso si no es lo mejor del mundo, como las que salen cada año churros, al menos será entretenida, y si no lo es, al menos te dejará buenas sensaciones en el cuerpo. Aquí me tengo que quedar con el "al menos es corta".

Cómo una comedia romántica "navideña" puede ser tan sosa es algo que de verdad que no me explico. Y pongo las comillas porque la navidad no es más que una excusa como cualquier otra, el único motivo por el que dos hombres comprarían regalos para sus respectivas parejas nada menos que en Tiffany's, porque lo de regalar algo a alguien simplemente porque te apetece supongo que no valía, y más para que coincidan dos hombres a la vez y se monte el lío que se monta. Era eso o San Valentín, y supongo que esa otra opción ya estaba muy vista, pero no esperéis una película de lo más navideña porque aparece un árbol por ahí con luces y poco más. Ah, y nieva un total de tres segundos.

Podría haber sido una curiosa comedia de enredos por el intercambio accidental de cajitas, por el malentendido que se origina, pero no. Podría haber sido una buena película romántica, porque ese malentendido hace que las personas equivocadas terminen compartiendo momentos y surja algo que sabes perfectamente cómo va a terminar, pero es que no hay chispa, no hay química, no hay nada. Menos mal que ella es chef y está todo el día haciendo pan y los hornos dan un poco de calor al ambiente, porque es que no hay donde rascar. No tiene química con su pareja, no tiene química con el claro interés romántico de la película, él no tiene química tampoco con nadie, la hija sólo está por estar porque tampoco aporta ningún momento entrañable, y una escena concreta pedía a gritos un abrazo (sí, la de la cocina, la del pan) y se quedan todos tiesos y claramente incómodos.

A Kendrick Sampson no lo conocía pero por favor, que se dedique a otra cosa, por los menos que deje las comedias románticas porque está claro que no son lo suyo. Shay Mitchell simplemente pasaba por ahí, y está claro que su personaje está para lo que está, sobre todo porque se empeña en que te caiga mal por razones obvias y ya. Ray Nicholson es un nombre que definitivamente no esperaba ver por aquí, pero es que tampoco, simplemente no. Y eso nos deja a la pobre Zoey Deutch, que hasta ella está tremendamente sosa, pero es que por mucho que se esfuerce ella sola no puede levantar esto con lo que tiene, tanto un guión que no da más de sí como una química que aún estamos buscando porque no ha venido.

Me duele mucho ponerle esta nota, le iba a poner al menos un 5 porque es cierto que no es horrible y por lo menos es cortita, pero es que no, no puedo ponerle más a esto porque es lo más insulso que he visto en mucho tiempo. Ni comedia, ni romántica, ni, sobre todo, navideña.

TV Movie forzadamente navideña. De estas comedias románticas carentes de sentido que en estas fechas salen hasta debajo de las piedras, porque se ve que estamos más sensiblones, y con el sofá y la mantita es lo que pega...

Navidad en little Italy NY, que podría ser en agosto perfectamente, pero que si lo haces en esta época tienes unos cuantos visionados más, y yo he picado. Buscaba una nueva película navideña, que siempre veo las mismas, y he picado, pero de navidad poco.

Aunque es lo de menos, porque la historia es muy forzada, sea en la época que sea, y no la salvan grandes actuaciones, ni escenarios (porque NY en Navidad habría valido la pena, pero casi ni aparece), ni banda sonora, hasta la maravillosa "get ready" del final.

En fin, sólo hay 2 personas capaces de devolverme la fe en la Navidad, Kevin McAllister y Frank Cross, os necesito