Noches blancas es una de esas películas con varias historias independientes pero con alguna relación o encuentro mínimo, como Love actually o Noche de fin de año, y también está ambientada en la época navideña, aunque lo que la diferencia es que aquí todos los protagonistas son adolescentes, y además está firmada por Netflix, así que creo que cualquiera que se acerque a esta película sabrá dónde se está metiendo.

Como dice el título, se trata de tres historias principalmente, aunque también hay otras tramas secundarias y terminan todas reunidas en un mismo lugar, con pequeñas uniones antes de eso. Tenemos a dos mejores amigos de toda la vida entre los que parece haber otro tipo de sentimientos, sobre todo por parte de él, pero nadie dice nada ni da ningún paso; un cantante famoso que sólo quiere ser normal por unas horas y se encuentra con una chica preocupada por su madre y por su futuro; y dos mejores amigas con dramas amorosos que se centran en lo que no deberían y olvidan lo que realmente importa. Todo ello en un pueblo cubierto de nieve y con una fiesta en marcha, además de otras actividades relacionadas con la época en la que se sitúa.

Es una película 100% adolescente, de eso no hay duda, y es excesivamente blanca y predecible, porque además los personajes son clichés andantes. Pero, como ya he dicho, no creo que nadie se sorprenda con lo que se encuentre al darle al Play, sabes a lo que vienes, y de vez en cuando una película así es lo único que se necesita, porque es muy navideña, con mucha nieve, con historias que no sólo son románticas, sino que destaca la importancia de la familia, cuidar de los tuyos, recordar lo realmente importante, poner la amistad por encima de otras cosas, decir lo que sientes antes de que sea demasiado tarde, abrazar quién eres y quererte más, sin tener que depender de lo que piensen los demás o la atención que te presten. Es una película muy blanda, sí, pero dan ganas de tomarse un buen chocolate caliente mientras la ves tapada con una manta bien gordita y suave, es muy reconfortante y no llega ni a la hora y media, así que sí, de vez en cuando apetece algo así.

En cuanto al reparto, aunque hay algunos personajes más protagonistas, es de lo más coral y está formado por caras y nombres muy conocidos, sobre todo en el panorama actual y como promesas presentes y futuras, como Jacob Batalon, Kiernan Shipka, Mason Gooding o Isabela Merced, aunque también aparece Joan Cusack interpretando un personaje que parece pequeño pero que es muy importante.

Soy de las que creen que cuando uno va a ver una película como 'Let it snow', debe dejar los argumentos cinematográficos, las puntualizaciones gafapasta y los prejuicios a un lado. Todos sabemos lo que vamos a ver incluso antes de darle al play: una comedia romántica de temática navideña. Punto. Es evidente que no nos vamos a encontrar con unas interpretaciones dignas de Oscar, con una fotografía que nos quite el sentido o unas reflexiones que condicionen nuestra vida a partir de este momento. Cuando alguien elige una película como esta, de entre todo su catálogo, la elige por algo. Porque quiere pasar un buen rato sin pretensiones, con unas palomitas, una mantita y despertar su espíritu navideño. Criticar este tipo de obras porque sean banales, planas o tópicas me parece una absoluta ridiculez.
Dicho esto, el film es simpático, entrañable y dulce. Recuerda en muchas ocasiones a 'Love Actually' siendo una comedia agradable, sencilla y consciente de lo que es. A su favor está su emotividad, su sensibilidad, Liv Hewson y Kiernan Shipka y la representación de las historias de amor. Aunque como siempre pasa con estas películas, su predictibilidad es su mayor hándicap.

Let it snow es la adaptación cinematográfica de la novela del mismo nombre de John Green, Maureen Johnson y Lauren Myracle. En esta película se cuentan tres historias diferentes: un cantante que quiere pasar unas navidades normales, un chaval que está enamorado de su mejor amiga y un par de amigas que intentan sacar adelante sus respectivas relaciones.

Es la típica película navideña que rezuma adolescente por todos lados. No sé cómo será como adaptación porque no he leído el libro, pero tiene ese tono adolescente que tienen todas las adaptaciones de los libros de John Green. No lo digo como algo malo, pues es exactamente lo que venía buscando cuando la he puesto.

Me ha gustado mucho cómo se han ido entrelazando las historias, hasta que al final todos han acabado en el mismo lugar. Todas las relaciones tienen los típicos clichés que te puedas imaginar, pero acabas shippeando a las parejas. Las que más me han gustado han sido la de Tobin y Angie y la de Dorrie y Kerry. La historia de Stuart y Julie me ha recordado muchísimo a Starstruck en el buen sentido.

Let it snow es una película sin pretensiones más allá de la comedia romántica navideña, pero es entretenida y merece la pena verla al menos una vez.

PD: Qué mono es Mitchell Hope, por favor.

·Noches blancas: Tres historias de amor inolvidables· es más bien tres historias de amor adolescente olvidables, no son algo digno de recordar, ni especiales como para querer hacerlo, aunque tenga un gran reparto juvenil: Mason Gooding, Kiernan Shipka o Jacob Batalon; también tiene a una actriz de renombre como Joan Cusack, pero ni ella es capaz de levantar esto. Se supone que es una comedia, pero me parece un humor muy flojo. Salió como bombazo de navidad y se quedó en chascado sobrevalorado hinchado por publicidad engañosa, vamos como si Papá Noel te dejase un regalo muy grande que acabas abriendo y era simplemente una caja de cartón.

La calidad de imagen y sonido es muy buena, con voces de doblaje castellano realizado por Netflix.

No la recomiendo, hay cosas mejores.