La verdad es que me ha decepcionado bastante. La película se me hizo lenta y aburrida durante todo el tiempo, excepto el final, que quizás es lo único que levanta un poco la película, pero ni con esas merece la pena verla hasta ese momento.

El principal problema que tiene para mi es, aparte de la similitudes que veo con la coreana Parásitos, es que no encuentro ninguna motivación en el personaje de Javier Gutiérrez para hacer lo que hace.

Quizás la única nota positiva es que el personaje de Mario Casas no sale tan de chulo como en otras películas, y oye eso es un logro para un actor como él que nos tiene acostumbrados a ese tipo de personajes.

Película para pasarlo mal en la que sus puntos débiles son que la motivación inicial del personaje principal es un poco endeble ( ***contenido con spoilers*** ), una motivación que nos queda clara una vez terminada la película, pero esa asociación tan irracional es algo que nos puede costar a más de uno) y su ritmo muy pausado puede echar para atrás a algún público.
Sus puntos fuertes: las solventes interpretaciones tanto de Gutierrez como de Casas. y un guión sólido en el que los pasos se dan con sentido aunque puedan parecernos un tanto rebuscados. El comienzo, que apunta a cine social más que el thriller hacia el que despunta) es estupendo, describiendo una realidad precisa. Cuando el filme adquiere su identidad y nos muestra su verdadera naturaleza, genera una incomodidad buscada, pues el personaje de Gutierrez, con el que hemos podido empatizar inicialmente, nos muestra una cara aterradora.
La balanza de sus pros y contras resulta finalmente positiva, si bien, queda la sensación de que el film podría haber sido aún mejor.

No la recomendaría mucho. No es que sea mala mala... pero he estado mucho rato mirando el móvil y muchos ratos se me hacía eterna, porque había minutos en los que tenía la sensación de que no pasaba absolutamente nada, pero al final, la cosa iba cogiendo un poco de fuelle y no acaba del todo mal, pero aguantar toda una película para esa eso... no es recomendable.

Me recordaba y recuerda totalmente a Mientras duermes, es que la historia parece casi calcada en muchos aspectos, solo que la anterior, me transmitió muchísimo más que esta que no me ha trasmitido nada.

Es bastante previsible. Y es, además, inevitable recordar a la excelente "Mientras Duermes" de Balagueró & Tosar. Pero la interpretación de Javier Gutierrez es muy convincente (no así la de Mario Casas, en su línea....) y se hace amena y en muchas ocasiones tensa, que es lo que persigue.