Llevar un libro a la gran pantalla siempre es tarea complicada, pero si además hablamos de una obra tan importante, emblemática y a priori inadaptable como lo es 'El Principito', la cosa parece directamente una misión imposible. No en vano han sido muchas las adaptaciones que fracasaron al seguir el clásico literario de Antoine de Saint-Exupéry al pie de la letra y, quizás siendo conscientes de eso, el director Mark Osborne y los guionistas Irena Brignull y Bob Persichetti decidieron crear una nueva línea argumental paralela a la del libro, partiendo de él y relacionándola con todo su universo para respetar su esencia. El resultado es una entrañable película que nos pone en la piel de una niña cuya vida ya ha sido meticulosamente estructurada por su exigente madre; un calculado plan que comenzará a tambalearse cuando la pequeña conozca a su pintoresco vecino, un anciano aviador que le contará el relato de un misterioso príncipe al que conoció hace mucho tiempo.

Las dos historias van así entrelazándose alrededor de una misma temática —la importancia de aprovechar la infancia y nunca dejarla atrás del todo— y lo hacen además utilizando, de manera muy acertada, diferentes técnicas de animación para cada una de ellas, optando por el CGI 3D para la trama de la niña y por el stop-motion para la narración basada en el libro. Esta última decisión es sin duda uno de los grandes aciertos de 'El Principito', ya que se partió de las ilustraciones originales del libro para llevarnos de una manera nunca antes imaginada a través de toda la magia contenida en sus páginas. El cariño y la admiración que los responsables del proyecto demuestran por la obra de Saint-Exupéry se hace patente en cada escena y, lo que es más importante, logra trasladarse con gran emoción hacia todos aquellos que alguna vez se dejaron llevar por el texto del escritor francés y que, al igual que ese accidentado aviador, volvieron a ver el mundo como cuando eran niños.

De esas peliculas que alegran los corazones con una bso impecable. Consigue llevar el libro por otro camino y funciona consigue entretener, atraparte. Buen uso del stop motion y acertadísimo para contar la historia y como contrasta con la animación tradicional de la historia de la niña una fusión con buenas transiciones entre ambas complementadose recomendada.

"El principito" es uno de mis libros favoritos desde que me obligaron a leerlo en 5º de Primaria y la profe, que era sustituta, terminó regalándome su ejemplar cuando se despidió de la clase, de tanto que me había gustado. A día de hoy, no recuerdo exactamente qué entendí con 10 años de un libro que es filosofía pura, pero desde entonces he leído ese ejemplar ya amarillento no sé cuántas veces. ¿Tendrá eso algo que ver con que a la media hora de la peli ya estuviese llorando como una magdalena? No sé, es posible.
No porque sea una película triste, no más que el libro al menos, aunque empieza casi como una película de terror (no puedo imaginar nada más horrible que cuadricular de tal manera la vida de un niño). No es una adaptación que destroce la obra original, porque lo que hace es ofrecernos una continuación, combinada con la historia que conocemos, con sus dibujos originales, y resultando en una historia de lo más tierna y emotiva. Mira que no me gusta para nada la animación en estilo stop motion, pero aquí soy capaz de hacer una excepción, me ha encantado la combinación de estilos para diferenciar ambas historias, y el doblaje del Principito me ha parecido tan dulce...
No sé, quizá sea porque la historia tiene significado para mí y por eso la exalto así, pero me ha parecido una historia preciosa y totalmente recomendable. SI no habéis leído el libro, hacedlo, no son ni un par de horas lo que lleva.
"Crecer no es el problema, el problema es olvidar", es una cita que no sale tal cual en el libro, pero de alguna manera la he tenido presente toda mi vida adulta. ¿Cómo vamos a entender a los niños si no recordamos qué sentíamos cuando éramos como ellos? Yo no pienso dejar de ser niña, nunca.

"El Principito" es una adaptación reconceptualizada del clásico de Antoine de Saint-Exupéry.

En este caso, la película pone su foco en una niña que tiene una madre muy estricta. Esta pequeña vive una vida cronometrada al milímetro para, según su madre, asegurar su futuro. Sin embargo, su camino se cruza con el de un antiguo aviador, que resulta ser su vecino. Este estrambótico hombre empieza a contarle la historia de cuando conoció al Principito, y la niña comienza a vivir una vida más acorde a su edad en ese mágico verano.

Lo que más me ha gustado ha sido la nueva perspectiva que le han dado a la historia respetando sus puntos más básicos y sus frases más icónicas. Me ha encantado también el contraste de la animación, con animación 3D para la historia principal y el stop-motion para la historia del Principito. Creo que esta última le da un toque muy especial (y eso que yo nunca he sido fan de esta técnica).

Si tuviera que ponerle un pero sería el final. ***contenido con spoilers*** Pero tampoco ha estado mal.

La moraleja final es muy bonita y la película en sí te deja el corazón calentito.