Crítica de Veneno por Sandris

Hace unos años cada vez que oía el nombre de los Javis me salía urticaria; pero como todos maduramos, crecemos y cambiamos de opinión, ahora casi comprendo y aprecio su arte (gracias a mi gran Paquita Salas, por supuesto). Bajo su dirección, nos presentan un biopic homenajeando la figura de Cristina, o como la conocemos coloquialmente, La Veneno. Cristina fue una mujer atrapada en un cuerpo que no sentía suyo, una mujer que luchó toda su vida por ser quién quería ser y quizás eso fue lo que terminó con su vida y sus sueños. Guillermo Márquez, Marcos Sotkovszki, Jedet, Daniela Santiago e Isabel Torres son los encargados de dar vida a este personaje creado por la televisión y víctima de la misma. Porque Cristina, debajo de todas esas capas de patetismo, tenía una vida durísima y lo único que ansiaba era amor, que alguien la quisiese de verdad. Los medios de comunicación la utilizaron y la abandonaron en un camino siniestro del que ya no se pudo recuperar. Siempre acompañada por la fantástica Paca la Piraña (no he podido reírme más con ella), pero siempre sintiendo que no había lugar para ella.
La serie se basa en la obra '¡Digo! Ni puta, ni santa. Las memorias de la Veneno' de Valeria Vegas y para mí, es una de las series españolas del año (a falta de que concluya 'Patria' claro). Parece que últimamente decimos mucho esto, que algo es lo mejor del año, de la década o del milenio, pero 'Veneno' tiene algo especial. Tiene el don de narrar lo ordinario, lo cruel, lo tóxico de una forma extraordinaria, con una sutileza, un respeto y un saber hacer inaudito, de manera que todo fluye. Su narración, el folclore y costumbrismo de la época, la gran banda sonora y las impresionantes interpretaciones son lo que hacen de 'Veneno' una obra de arte.
Una serie de las que no se olvidan fácilmente y que consigue ahogarte entre tus propias lágrimas. ¡Brava Veneno!