Crítica de The Last of Us por Moraine

Y termina una de las series de la temporada (en el buen sentido de la palabra).

Lo primero de todo, no he jugado a este videojuego, y ha sido positivo porque las sorpresas han sido mayores. De hecho muchas críticas que he visto se debe a la falta de masacre y sigilo, pero una serie que se hubiese centrado simplemente en esos aspectos habría resultado una verdadera porquería, pareciéndose a los engendros de Uwe Boll. Y nadie quería eso... aunque determinadas críticas parecían ir en esa dirección.

Hubo críticas a Pedro Pascal por no ser tejano, como Joel. Mala suerte, porque Pascal vivió durante años en ese estado. Hubo críticas a Bella Ramsey por no ser "mona" como el personaje del videojuego, lo que me da que pensar en el mal sentido sobre querer ver menores de edad "monas". Y hubo críticas al guion cuando el guionista de la serie - el principal - es el de los videojuegos, y es muy probable que él sepa más que los fanáticos más radicales. Vamos, he escuchado hasta críticas porque la copa menstrual no estaba extendida en Estados Unidos en el 2003.

La serie nos muestra a Joel, un personaje que vive en modo automático: perdió a su hija y no pudo superarlo, y a Ellie, una adolescente infectada por el hongo pero que no ha desarrollado. Y en el estilo de una road movie se van conociendo, y Joel va desarrollando sentimientos paternales por Ellie, mientras cada vez siente más miedo de no poder protegerla adecuadamente, a pesar que estos años había sido una personaje que provocaba miedo, porque no tenía nada que perder. Y en el momento final llega la decisión, y Joel elige lo más humano y lo más egoísta. No va a volver a perder a su hija.

Una gran serie y que para cuando termine el año estará en el topo 5. Y teniendo en cuenta la deriva de HBO, mejor disfrutarla porque no se mantendrá la calidad por las ideas del nuevo CEO, que viene de Discovery y sus bodrios varios.