Redactada: 2020-05-09
"Cuando se juega al juego de tronos sólo se puede ganar o morir" Está la frase que define 'Game of Thrones', hasta la fecha mi serie favorita y una de las grandes series de la década, con multitud de personajes, de tramas cruzadas, y sin miedo de deshacerse de protagonistas en pro del golpe de efecto.

Más allá de explicar la trama y otro detalles que se harían interminables, lo que hizo grande a la serie es la alta calidad en todos los aspectos: desde el guión al diseño de producción, el tono visual digno de la mejor película de fantasía, el nivel altísimo en las actuaciones y una historia que te va a tener en vilo desde el primer capítulo.

Las actuaciones son sublimes, cada personaje está dominado por una pasión humana. El honor de Jon Nieve encarnado por Kit Harington, la belleza y el coraje de Emilia Clarke transformada en Daenerys Targaryen, Sophie Turner nos vende su inocencia perdida como Sansa Stark, Maisie Williams transmite el ansia de venganza de Arya Stark, Sean Ben encarna la honestidad y valentía en Lord Eddard Stark, Iwan Rheon la crueldad de Ramsay Snow, al igual que hace un magnífico Jack Gleeson interpretando a Joffrey Baratheon, el gran Aidan Gillen plasmando la ambición de Meñique, increíble Lena Headey siendo la maldad personificada como Cersei Lannister, inolvidable Peter Dinklage como el cínico pragmático de Tyrion Lannister, Gwendoline Christie al fiel Brienne de Tarth... y otros tantas actuaciones brillantes como las de Carice Van Houten, Nikolaj Coster-Waldau, John Bradley y Jason Momoa.

En cuanto a la parte técnica, y como las propias promos de la serie dicen... "¡Y además tenemos dragones!" Y es que además del placer de los memorables diálogos, los episodios se combinan con espectaculares escenas de acción, batallas y magia. Dragones volando sobre increíbles campos de batalla, gracias a meses de trabajo de hasta 14 estudios diferentes de efectos especiales trabajando a la vez.
Igualmente la fotografía, vestuario, música y ambientación inmejorables con unos escenarios recreados a la perfección. La dirección artística y todo en su conjunto es brillante e irrepetible. Y por supuesto, unos títulos de crédito sencillamente geniales.

El broche final lo pone el compositor Ramin Djawadi con una banda sonora crea temas musicales para cada una de las principales casas familiares de la trama, así como para los protagonistas. La música es tan importante en la serie que cuando la escuchas puedes recordar perfectamente la escena.

Quiero añadir que personalmente no puedo perdonar que, tras dos años de espera, la última temporada contase con solo 6 episodios, llenos de errores técnicos corregidos a posteriori, y precipitando los acontecimientos. En especial el radical cambio de uno de los personajes más importantes e icónicos de la serie. El trato dado a Daenerys es vergonzoso. Situada en el Norte, donde ha conducido a todo su ejército para salvar a los Siete Reinos, sacrifica sus dragones y su orgullo para convertirse en el personaje más carismático y apreciado. Toda su invasión de Poniente estaba planificada para no ser la “reina de las cenizas” y salvar a la mayor parte de civiles posibles. Y continúa su beatificación perdonando al asesino de su padre, el Matarreyes sin obtener ningún beneficio a cambio y sin valor estratégico. Y de un capítulo a otro, los guionistas la convierten en una genocida psicópata que aspira a someter no sólo Poniente sino el resto del mundo. Lo considero un error final, al que hago la lista gorda a la hora de recordar la serie como un todo.
Guion
5 ✮
Banda sonora
5 ✮
Interpretación
5 ✮
Efectos
5 ✮
Ritmo
5 ✮
Entretenimiento
5 ✮
Complejidad
5 ✮
Sentimiento
5 ✮
Duracion
5 ✮
Credibilidad
5 ✮
Fotografía
5 ✮
Dirección
5 ✮

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