Críticas de Drive my car

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Pese a no ser capaz de recuperarse de un drama personal, Yusuke Kafuku, actor y director de teatro, acepta montar la obra 'Tío Vania' en un festival de Hiroshima. Allí, conoce a Misaki, una joven reservada que le han asignado como chófer. A medida que pasan los trayectos, la sinceridad creciente de sus conversaciones les obliga a enfrentarse a su pasado.

2021
179 min
Drama

RESEÑAS Y VALORACIONES DE Drive my car

Crítico honorable
PTG 1
7 / 10
El comienzo es tan bueno, tan interesante, que el resto se diluye en absolutamente nada. Muy japonés, y lamentablemente, lo "muy japonés" es básicamente un insulto. Se diluye en conceptos mundanos, la obra no parece tener relación con lo que sucede, y las tramas se terminan entrecruzando de formas muy artificiales, demasiado guionadas. ¿Cuál sería el mensaje de la película?... ahí esta, bastante claro, y es un: meh!

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Crítico honorable
PTG 333
7 / 10
Intima, de ritmo lento y muy bien dirigida y trabajada.
Estoy de acuerdo con los que dicen que si conectas con su ritmo la película pasa volando, pero a mi solo me ha pasado hacia la mitad del metraje. La primera mitad se me ha echo terriblemente lenta, pero una vez entras, no te enteras del paso del tiempo.
No suelo ver mucho cine asiático, pero sí que suelen compartir una cierta frialdad en sus personajes. En este caso le sienta bastante bien, personajes contenidos, con poca exposición de sus emociones, pero con unas actuaciones suficientemente buenas como para entender por lo que están pasando.

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Crítico maestro
PTG 111
8.5 / 10
Me encantan las pelis de almas perdidas.
De los mundos oníricos de Haruki Murakami nos llega esta maravilla. Y nos cuenta historias dentro de historias como una matriuska. Que va desgranando el guión con movimientos sutiles e hipnóticos clásicos del cine oriental.
Además nos adentra en una producción teatral de uno de mis rusos preferidos Chėjov y una de sus obras magnas Tío Vania. Nos llevará a la construcción del guión para tener una mejor perspectiva de los personajes que nos han sido introducidos al inicio con algún claroscuro.
Y que sucede cuando encuentras a tu pareja manteniendo relaciones extramatrimoniales sin tu consentimiento y además no actúas y lo mantienes en secreto. Pues aquí tenemos un ejemplo. .
Una delicia que hay que saber saborear con calma, los momentos en el coche nunca pensé que pudiesen ser tan profundos, han ganado muy bien el espacio y lo compaginan muy bien para cambiar de acto y llevarnos al ritmo deseado.
Una gozada de conducción.
Y saben rematar la faena, que a veces el autor peca de ser en exceso generoso con la libre interpretación y entrega el trabajo final a los leyentes. Aquí cierra con mucho estilo y no dejando cabos sueltos.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
6 / 10
Ryûsuke Hamaguchi (Happy Hour) decide adaptar un relato corto 'Drive My Car' extraído del recopilatorio de cuentos 'Hombres sin mujeres' de Haruki Murakami.

Seamos directos, gran parte del cine japones es lento, y 'Drive My Car' es un claro ejemplo. Ryûsuke Hamaguchi coge un relato corto y lo transforma en una película de tres horas, donde la parte más ágil es la introducción, que dura nada menos que 40 minutos, y entones aparecen los créditos iniciales. Si has llegado hasta los créditos, seguramente te gustará la película.

Es cierto que en 'Drive My Car' el coche juega un papel propio, aunque no sea realmente una road movie. Más bien, el choche es el canalizador para que los personajes se liberen y tengan conversaciones de brutal sinceridad.

Hermosa fotografía, muchos detalles, un buen guion y buena historia... realmente Hamaguchi ha conseguido una bella obra cinematografica, aunque para mi gusto personal, innecesariamente larga, y un poco fría y sobria.

'Drive My Car' es una nueva obra de arte del cine japonés, pero no recomendable para todos.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
4.5 / 10
Drive My Car tiene todos los ingredientes para ser un drama convincente basado en el dolor, el arrepentimiento y la miseria reprimida, pero no por ello tiene que resultar tan monótona.
Resulta extraño que para una historia completamente emotiva, todo el mundo carezca de emociones, con la casi totalidad de la película esperando algún tipo de reacción a todo lo que ha pasado. sin apenas alguna expresión facial que muestre algo.
Me sentí distante y alejado más que conmovido por esta historia, y tal vez fuera debido al repetitivo entrelazamiento de los ensayos de la multilenguaje "Tío Vania". Supongo que los temas de la obra de teatro, como la desilusión o el amor imposible sean relevantes para la historia y los personajes, pero cada vez que se ponían a leer los textos se me hacían interminables.
La narración tiene varios hilos argumentales, pero me quedaría con la extraña relación entre el director y su chófer, con muy pocas palabras y ese tono de culpabilidad que ella carga a sus espaldas, pero el más apasionante de todos es la cortante tensión y los problemas subyacentes entre la joven estrella del teatro y el propio director.
La película es larga, pero el problema es que se me hizo larga, más que un paseo en coche escuchando cintas de "Tío Vania".

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✪ Crítico estelar ✪
PTG 111
7 / 10
Ryûsuke Hamaguchi adapta un relato corto de Haruki Murakami para dar forma a 'Drive My Car', la segunda de las dos películas que el director japonés estrenó a lo largo de 2021 y una de las sensaciones de todos los festivales de cine en los que se ha proyectado. Hamaguchi extiende y reinventa el texto de Murakami para conducirnos a un viaje de tres horas cuyos personajes, conectados por el dolor de la pérdida y el pesar de la culpa, nos irán desvelando poco a poco todas las capas de su núcleo emocional a lo largo de esta historia sobre la aceptación del pasado, la complejidad del amor y el poder liberador de la comunicación.

La forma en la que Hamaguchi desnuda emocionalmente a sus personajes resulta especialmente interesante debido a la incorporación del elemento teatral, el cual se encuentra presente durante toda la película gracias al trabajo de su protagonista, Yusuke Kafuku, quien intenta seguir adelante con su vida mientras dirige una representación de la obra 'Tío Vania' de Antón Chéjov. La línea que separa a los personajes de Chéjov de los de Hamaguchi se acaba difuminando y, como si fueran uno solo, se abren ante nosotros sobre el escenario. Esa intensidad tan presente en las escenas teatrales se contrapone al estilo sereno de la película y, especialmente, al otro elemento con efecto liberador de la misma: el coche. Dentro del reducido espacio del Saab 900 de Kafuku, los protagonistas compartirán reflexiones que convertirán a ese pequeño vehículo en un confesionario sanador y en el hilo conductor —nunca mejor dicho— de esta historia.

Hamaguchi firma así una atípica road movie marcada por sus impecables interpretaciones, su fascinante narrativa, sus cautivadores silencios y un ritmo pausado que no será del gusto de todo el mundo, pero que sirve para construir esta intimista travesía vital que nos recuerda la necesidad de seguir hacia delante y que, aunque a veces sea inevitable echar la vista al retrovisor del pasado, siempre estará en nuestras manos el retomar el control del volante y continuar avanzando.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
8.5 / 10
'Drive my car' es la mayor cumbre que ha alcanzado el cine de Hamaguchi hasta el momento. Una obra en la que se condensan elementos presentes en muchas de sus primeras películas, como la introducción del teatro que era el alma de 'Intimacies', la infidelidad de 'Passion' o la complejidad emocional de 'Asako I y II.

Por lo que tengo entendido, la obra se inspira en un relato de Murakami pero difiere bastante del mismo. Dentro de sus tres horas de duración podemos diferenciar claramente dos partes separadas entre sí por un salto temporal. La primera hace hincapié en plasmar la peculiar relación entre el protagonista y su mujer, con un tono sensual por momentos que le sienta muy bien. Esta parte introduce la complejidad emocional que rige su relación y que será la base para las segunda parte, que ocupa prácticamente las dos horas posteriores del metraje.

En esta segunda parte es donde se introduce por fin al personaje principal femenino, una mujer joven poco habladora y muy diligente con su trabajo con la que el protagonista conectará a través del dolor y de las cicatrices que han marcado sus vidas, creando entre sí un vínculo que conseguirá calmar y consolar el dolor que ambos arrastran de una forma muy íntima y sincera.

Hamaguchi ya había usado el coche -o el metro- en otras de sus películas como espacio íntimo para desarrollar conversaciones profundas, pero aquí está en otro nivel. Especialmente interesante el uso del propio silencio para intensificar las pocas palabras que se recitan en ciertos momentos. Hamaguchi siempre maneja esto de una manera que resulta cautivadora.

La integración de la obra de teatro es un elemento muy interesante, tanto por el carácter multilinguístico de la obra como por la forma en que exprime la posibilidad de introducir personajes secundarios que alimentan la trama principal. Los ensayos y la ejecución de la obra se llevan algunos de los mejores momentos de la película, especialmente con la mujer coreana muda que interpreta mediante el lenguaje de signos.

Todo esto hace que las 3 horas de metraje transcurran con una velocidad pasmosa, a diferencia de lo que ocurría en 'Happy Hour' donde los minutos pesaban más. Sorprendentemente, no es una película densa pero tiene un calado emocional muy profundo. El contraste entre la complejidad emocional y la sencillez con la que va poco a poco liberando ese nudo es maravillosa. El estilo de Hamaguchi, especialmente en esas conversaciones sin cortes donde los diálogos y el silencio se dan la mano, me resulta completamente arrebatador.

Es, sin duda, una de las mejores películas japonesas actuales que he visto en mucho tiempo.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
3 / 10
Drive My Car

Pese a no ser capaz de recuperarse de un drama personal, Yusuke Kafuku, actor y director de teatro, acepta montar la obra 'Tío Vania' en un festival de Hiroshima.

Pensaba que al igual que el año pasado, la opción extranjera sorprendería y nos dejaría una peli tan buena como la del año pasado, pero... nos encontramos ante una historia bastante diferente y mala... pues los temitas de lo que se hablan un ratito no es nada malo pero no parar de insistir en lo mismo... me sobra.

Por una parte, como ya dije los temas de los que se hablan son muy extraños. Pues por una parte las conversaciones me han sonado muy rancias, entre que comienzan siendo muy randoms se acaban convirtiendo en algo más filosófico que no me han llegado a ofrecer nada de nada. Y lo siento, pero esperaba algo más, una película con un guion que sorprenda y no de la manera en la que ha sido, de una manera más subjetiva....

Lo siento, pero no la recomendare.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
8.5 / 10
Es la primera película que veo del director Ryusuke Hamaguchi, pero no será la última.
En esta obra nos presentan a Yusuke Kafuku, un director de teatro, el cual, después de una serie de golpes de la vida, tiene que dirigir en Hiroshima la obra “Tío Vania” de Chejov.

Nos encontramos dos situaciones diferenciadas pero unidas a través de Yusuke. Una sería el interior de su coche, donde Yusuke encuentra un oasis de relajación y paz, donde analiza el pasado, presente y futuro de su vida, acompañado de su chofer, una joven poco habladora. La otra seria la obra de Chejov, donde el teatro pasa a hacerse uno con los actores y actrices, y donde Yusuke ve reflejada su vida.

Aquellos que hemos hecho teatro podemos entender los vínculos que se forman en una obra, y como los sentimientos pueden salir a la luz y se dan conexiones que posiblemente nunca se den otras situaciones, lo cual me parece maravilloso.

La duración de la película me parece perfecta ya que no se hace pesada para nada, y las actuaciones me parecen maravillosas.

Una de las mejores películas de 2021 sin duda.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico leyenda
PTG 111
5 / 10
\ō͡≡o˞̶ // ┊ \\

Drive my car, es un drama intimista.

✶El matrimonio entre «Yusuke» & «Fukaku» parece perfecto pero, cuando esta última desaparece, una serie de sentimientos latentes empiezan a aflorar de su interior. ✶

Realmente tenía muchas ganas de ver este film de los «Oscar» pues, a excepción de las ya vistas, esta obra era de las pocas nominadas cuya historia realmente despertaba mi interés. Pues bien, no sé si ha sido un chute excesivo de expectativas o una idea errónea preconcebida, pero no he conseguido en ningún momento empatizar ni con la historia, ni con los personajes en cuestión.

Mientras que los diálogos de la primera parte de la película entre «Yasuke» & «Fukaku» me resultaban un tanto anodinos, desconcertantes y extraños, – La mujer del protagonista tenía unas inquietantes ideas al más puro estilo Yandere – los diálogos de la segunda parte de la película entre «Yasuke» & «Misaki» me resultaban mucho más intimista, nostálgicos e incluso reflexivos – Especialmente esta última al hablar del sufrimiento que experimentó a causa del maltrato físico y emocional de su madre – pero sin llegar a conectar emocionalmente con ella.

Además la duración de la película me ha resultado demasiado extensa para lo que quiere contar, por lo que algo menos de metraje quizás le hubiese repercutido positivamente al film.

Cuestión ᕕ( ᐛ )ᕗ de gustos chicxs.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico leyenda
PTG 111
6 / 10
No sé qué es lo que tiene realmente, pero me ha mantenido con la mirada pegada a la pantalla todo el tiempo, aunque puede que sea porque la he visto en japonés y cualquiera deja de leer los subtítulos.

Para empezar, no sé quién ha escrito la sinopsis, porque ¿hola? Creo que he visto una película diferente. Diría que se hace larga, pero en realidad es que ES larga, y aunque es de las que se van haciendo a fuego lento le sobran minutos. Y es que al final la película es lo que le da el título, la relación entre cliente y chófer, eso es lo que se va cociendo lentamente en cada viaje y a través de la cinta que reproducen y de los distintos ensayos de la obra. Como dice el protagonista en determinado momento, el texto de la obra parece hablar directamente por cada personaje, y es que algunas de las partes, sobre todo cuando habla la esposa fallecida, parecen hablarle a él directamente. Y cuando terminan abriéndose el uno al otro y compartiendo sus sentimientos de culpabilidad, es cuando todo termina de hacer click.

La fotografía es impecable, está muy bien cuidada, y como digo tiene algo, tiene bastante belleza en general, pero no se puede pasar por alto que dura tres horas. Aun así me ha gustado más de lo que esperaba, no me llamaba nada la atención a pesar de haber leído buenas críticas en general.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
6.5 / 10
No es mi tipo de cine.
Se emplea un tipo de personajes con el que no conecto y que si en algún momento se hubieran despeñado con el cohe por un barranco el único pensamiento que me generaría sería: "Hmm, tampoco ha sido muy dramático".

En cuanto a la historia entiendo el atractivo que puede tener. Es un relato sobrio donde la atención recae a partes iguales en los diálogos y en los silencios y lo que no se dice. Que dura tres horas pero que aunque no lo parezca está avanzando continuamente sin pausa.

Es un tipo de narración que a veces me encanta y a veces me aburre.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
5 / 10
Mira que me hacia ilusión la candidatura japonesa a los Oscars, pero que chasco me lleve y es que a veces las películas japonesas muestran a sus personajes impasibles, sin emociones aparentes, sin expresión ni actitud alguna, como si de zombis se tratase, creo que es algo de lo que a veces pecan. He de decir que sentí esa tranquilidad y disfrute de cuando te lleva en el coche alguien de confianza, pero no entendí la actitud del protagonista ni sus decisiones. Con respecto al final... me dejo con cara de seta, pues no aclara ni cierra nada.

No la recomiendo.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
3 / 10
Soy de esas personas incoherentes que en una tarde se pueden ver del tirón cuatro o cinco capítulos de una serie, pero que si le pones una película de tres horas dice: ufff, qué pereza. Pero hago el esfuerzo y si la peli tiene ritmo y engancha habrá valido la pena. No es el caso. He tenido que ver “Drive my car” en dos veces, y la segunda hora y media me ha costado tela… Con deciros que los créditos iniciales salen aproximadamente a los 40 minutos de peli, podéis imaginaros si su ritmo es lento. Y por el medio hasta hablan de lampreas, ¡¡cuidado que vienen curvas!!
Pero lo he intentado, y si hay que reconocer que yo soy más de cine comercial, pues se reconoce. A mí estas largas escenas de silencio, recreándote en la profundidad de los personajes y sus sentimientos, o por el contrario esos diálogos o monólogos tan largos que llega un momento que pierdes el hilo y no sabes cómo ha empezado la escena… no me dicen nada y me aburren soberanamente. La misma historia del pobre director de teatro que pierde a su mujer (que encima le ponía los cuernos) e intenta superar su pérdida contándole sus penas a la conductora que lo pasea de un lado a otro, me la podían haber contado en una hora menos con la misma profundidad, estoy segura. O con más, porque no he empatizado con él ni me ha transmitido ninguna emoción. Y no digo que la actuación sea mala, sino que me ha podido el sopor por encima de cualquier emoción que pudiese transmitirme. Tampoco he entendido el final. Hay que seguir viviendo, vale. Tiempo después, la conductora tiene el coche de Kafuku, aunque yo diría que no es el mismo porque creo que la matrícula es distinta, pero sinceramente, no he retrocedido a compararlas. ¿Han seguido viviendo… juntos? ¿O es que le ha gustado el coche y se compra uno igual? ¿Él se lo regala?

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
5.5 / 10
Drive My Car nos lleva de la mano de Yūsuke Kafuku, un director y actor de teatro, en la aceptación de la pérdida.

Mi principal problema ha sido la duración. 3 horas me parece completamente excesivo para contar esta historia, creo que en 1 hora y media la podrían haber desarrollado perfectamente. Además de por la duración, Drive My Car se me ha hecho larga por la cantidad de silencios que tiene. Silencios entre conversaciones, silencios en viajes, silencios en planos que no tienen ni siquiera música… Las partes del teatro también se me han hecho pesadas y aburridas.

La historia no está mal y los planos son bonitos, pero me he perdido por el camino. No entiendo por qué ha gustado tantísimo a la gente. Quizá es que no soy su público objetivo.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
8 / 10
En principio puede echar para atrás que la película dure tres horas completas, pero si conectas con su ritmo y su narración parece mucho más corta. Se nota que el guión tiene un origen literario, sobre todo en la primera parte, pues tiene una atmósfera muy poética.

Aparecen bastantes personajes y las actuaciones me han gustado, el carácter frío de la cultura japonesa le viene muy bien a esta película.

A destacar también la fotografía y la dirección.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 222
5 / 10
Se me hace difícil escribir una crítica sobre "Drive my car", estoy convencido que el mensaje que tristemente trasmite de una forma positiva (y que es muy del escritor Haruki Murakami) ha llegado a mi al 80%. Pero es de esas críticas que se escriben más desde la obligación que desde las ganas profunda de hacerlo.

Creo que sus casis tres horas son un ejercicio de entrega que el espectador hace para con el producto, es una película lenta y que tiene un primer corta casi cuando llevas más de tres cuartos de hora.

Aún así me ha llamado mucho la atención la relación que el actor y director Kafuku tiene con su mujer, porque todo es muy caótico y no están nunca en un mismo lugar, ni física ni psíquicamente; y esta idea se refuerza con la utilización de un lenguaje visual muy interesante, hay espejos que enmarcan a casa uno, se usa mucho las videollamadas, las voz en off acompañado por planos del otro. Muy interesante.

A partir de ahí y cambiando casi de registro, el lenguaje bueno a tomar protagonismo en la película, ya sea entre Kafuku y su conductora, con la que vemos como su relación va aumentando conforme avanza el film y también visualmente, él comienza distante en el asiento trasero y termina de copiloto; y el habla o la necesidad de que no haya al escoger actores que no hablen el mismo idioma, para que en las tablas sea el sitio donde deban de interactuar entre ellos.

Pero esto que cuento aquí son más destellos en mitad de un desierto, creo que esto mismo y con otra duración, hubiese entrado mejor.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico maestro
PTG 111
9 / 10
Hay algo mágico en la gente que se dedica a contar historias. Algo intangible, volátil y extremadamente frágil. Puede ser la magia que se dota a la historia o simplemente el talento de construir un relato que va más allá de nosotros mismos. Ryûsuke Hamaguchi demuestra en esta película su habilidad como cuentista, ya no solo como director de cine, sino como un orfebre de la palabra y de la imagen. ‘Drive my car’ adapta el relato homónimo de Haruki Murakami en el que la trama se reduce a algo bastante simple y casi anecdótico. Un director teatral se verá obligado a aceptar la compañía de una joven conductora que le llevará hasta su trabajo diariamente y en la que encontrará el refugio que ansiaba encontrar. Ambos personajes parecen padecer la enfermedad de la nostalgia, de modo que son las historias que construyen sus personajes y todos los personajes en general, las que cobran vida propia y conducen el filme cadenciosa y armoniosamente.
Íntima, sensible y profunda como el océano. No gustará a todos, pero si su embrujo te atrapa ni siquiera notarás que en el reloj de tu muñeca han pasado tres horas porque el tiempo se habrá detenido. Ni siquiera te habrás dado cuenta, pero en la ventana los últimos rayos del sol han dado paso a una noche con luna. Una noche fría de febrero embargada por la calidez de una gran fábula que te hará creer que aún queda algo de esperanza en este cruel mundo.

Valoraciones en tu crítica:

Crítico honorable
PTG 111
6 / 10
Drive My Car es una película de autor, intimista, con diálogos pausados, larga y de desarrollo lento, pero por algún motivo, estuve pendiente durante sus 3 horas de metraje sin aburrirme.

La historia que nos quieren contar, realmente empieza aproximadamente cuando lleva una hora de película, hasta ese punto, lo que hacen es poner en contexto el punto de partida emocional del protagonista para las dos horas siguientes. En esas dos horas, la película se desarrolla en dos situaciones: el coche, y la evolución de su trato con su chófer, y los ensayos en la obra de teatro que está dirigiendo, quedando un viaje emocional después de varios traumas sufridos por el protagonista.

La verdad es que me cuesta un poco dar una opinión más clara, sólo puedo limitarme a describir un poco la película que he visto, avisando de que es larga, lenta y emocional, hay que estar preparado y predispuesto para verla, y aun así, me parece que es fácil que cualquiera se pueda aburrir, pero como he dicho antes, no ha sido mi caso.

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0 10 6.4 70