Crítica de La casa de Jack por Sandris
Redactada: 2020-10-12
Si el cine de Lars Von Trier causa polémica con solo su mención, ‘La casa de Jack’ es el epítome perfecto de esta concepción. El director danés, el enfant terrible del arte fílmico, realiza aquí una oda a sí mismo de difícil parangón. Lo que podríamos denominar como el egocentrismo hecho película, una película para sí mismo y que le zurzan a lo que piensen los demás.
Conocemos a Jack como un arquitecto fracasado de vocación psicópata que goza con los asesinatos orquestados, violentos y escabrosos. Seguimos a este personaje durante 12 años de su vida, a modo de viaje terrible por la psicosis humana. La motivación de Jack está clara desde el primer momento, para él las muertes no son nada más que una representación artística suprema; como si la sangre, las vísceras y el propio dolor formasen parte de una expresión icónica de nuestro reflejo como seres humanos. El tono que se utiliza es una mezcla entre trágico y cómico, como si el propio Jack fuera un artista de variedades que elige su show diario, solo que en este caso el show es la muerte. Para mí, el punto fuerte se produce con el epílogo. Ese descenso a los infiernos artístico y de marcado carácter poético me resulta fascinante.
En definitiva, una obra incómoda y antipática, pero tiene algo en su forma que me atrae irremediablemente. Entiendo y respeto profundamente que nadie comparta mi opinión (solo faltaría), a la vista está la cantidad de gente que salió espantada de la proyección en los cines; pero lo que no se puede negar es que es la película más Trier de toda la filmografía de este señor.
Conocemos a Jack como un arquitecto fracasado de vocación psicópata que goza con los asesinatos orquestados, violentos y escabrosos. Seguimos a este personaje durante 12 años de su vida, a modo de viaje terrible por la psicosis humana. La motivación de Jack está clara desde el primer momento, para él las muertes no son nada más que una representación artística suprema; como si la sangre, las vísceras y el propio dolor formasen parte de una expresión icónica de nuestro reflejo como seres humanos. El tono que se utiliza es una mezcla entre trágico y cómico, como si el propio Jack fuera un artista de variedades que elige su show diario, solo que en este caso el show es la muerte. Para mí, el punto fuerte se produce con el epílogo. Ese descenso a los infiernos artístico y de marcado carácter poético me resulta fascinante.
En definitiva, una obra incómoda y antipática, pero tiene algo en su forma que me atrae irremediablemente. Entiendo y respeto profundamente que nadie comparta mi opinión (solo faltaría), a la vista está la cantidad de gente que salió espantada de la proyección en los cines; pero lo que no se puede negar es que es la película más Trier de toda la filmografía de este señor.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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Complejidad
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Duracion
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Credibilidad
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Fotografía
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Dirección
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