Crítica de Instinto básico por Migatoyyo

Revisitar Instinto básico casi 30 años después de haberla visto en tormentoso VHS me producía una sensación confusa... por un lado temía que hubiera envejecido mal y por otro me apetecía recuperarla, una vez aislada de su excesiva polémica (creo recordar que se emitió el cruce de piernas en el telediario de Piqueras).
Pues Instinto Básico, años después de su estreno, es un notable thriller al que le perjudica su etiqueta de erótico (si bien sus desnudos están bien justificados) que se muestra como un grato homenaje a Hitchcock, desde la inspirada partitura de Goldsmith que nos evoca a Vértigo, los planos de las viradas carreteras que nos traslada a las europeas curvas del Mónaco de, por ejemplo, Atrapa a un ladrón y, como no, la maravillosa presencia de Sharon Stone, la rubia femme fatale, rubia que hubiera hecho las delicias del fetichista genio británico.
Y es que el ruido solo hace que perjudicar a una trama bien construida, con diálogos muy interesantes y unos personajes tan bien dibujados desde las primeras escenas que, tal vez lo único que podamos achacarles es un exceso de perfección. La ambientación es excelente, nos remite a los años cincuenta, sin ser relamida, con una sensación de atemporalidad que se ha mantenido años después (alguno de los que la habéis visto habéis echado de menos, por ejemplo, la utilización del móvil). Los personajes, además de atractivos, son suficientes para conseguir el efecto despiste necesario para la trama y la fotografía remarca el caracter de neo-noir de forma muy acertada.
Parece que uno no pueda regalar tantos elogios a una película que ha sido recordada más como bloclbuster que como película de nivel, pero es que tengo que decir que en su revisión me ha gustado más que en su estreno y me he encontrado con un filme francamente muy disfrutable.