Redactada: 2019-12-18
El argumento de la película en sí no supone nada más allá que un divorcio, pero ¡Qué divorcio!, no por la dificultad del caso, sino por el proceso en sí que entraña. Lo que hace a esta película un trabajo exquisito es la actuación de Scarlett Johansson y Adam Driver, principales en esta historia, y secundarios en el divorcio, después de Henry.
Creo que la película es fiel a la realidad de muchas familias en el proceso de dejar de serlo, no de corazón ya que el cariño se mantiene por haber compartido la propia vida, sino en el día a día. El papel de Nora, Laura Dern, es muy similar al que interpreta en Big Little Lies, pero es un registro que resuelve con gran acierto.
Decir además de esta historia, que es la realidad de muchas parejas, no sólo por la dejadez de las relaciones longevas, sino por la necesidad de dar uno más que otro, y de generalmente ser la mujer quien "sucumbe", no digo que siempre sea así, pero sí que el trabajo de papá suele marcar más el destino de la familia que el de mamá, este es un marcador social que nos acompaña desde hace mucho tiempo, como muchos otro, por eso cuando Nora explica lo que una madre debe ser para la sociedad y lo diferencia de lo que un padre debe ser para la sociedad, realiza una crítica social acertada. Por lo demás, me parece bastante equitativa en la realidad del proceso, me resulta interesante cómo papá cede a vivir en Los Ángeles cuando ya nadie se lo exige.
Guion
5 ✮
Banda sonora
4 ✮
Interpretación
4 ✮
Efectos
0 ✮
Ritmo
0 ✮
Entretenimiento
4 ✮
Complejidad
3 ✮
Sentimiento
4 ✮
Duracion
0 ✮
Credibilidad
5 ✮
Fotografía
0 ✮
Dirección
0 ✮

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