Crítica de El cazador de recompensas por gjulo

Homenaje a Budd Boetticher, "El cazador de recompensas" es un western de bajo presupuesto con una estética bastante austera. Sigue a Max Borlund y al sargento Poe, que son enviados a México para recuperar a Rachel Kidd, la esposa de un rico hombre de negocios que ha sido secuestrada por el desertor Elijah Jones. La historia es muy simple en su esquema, pero hay muchos pequeños ases bajo la manga. Todo el mundo tiene una misión, pero también hay un montón de pequeños entresijos entre los personajes que van y vienen, dando lugar a nuevos enfrentamientos y alianzas. Pero, la película empieza mal, con un prólogo troceado que presenta dos escenas sin nada en juego, meramente demostrativas, una para la acción y otra para presentarnos a dos personajes interpretados por las dos estrellas. Luego está la fotografía en tonos sepia descoloridos, que no es muy atractiva. También está la venganza del pistolero contra el cazarrecompensas, que lleva a un cara a cara entre las dos estrellas, por lo que podemos esperar un duelo en la gran tradición, y luego está el racismo, con dos retratos de dos hombres negros con dos visiones diferentes de su lugar en el país. El western de Walter Hill es poco atractivo y carece de alma, a pesar de sus temas interesantes y sus personajes estereotipados. Walter Hill debería haberse ceñido a lo que hizo el director al que rinde homenaje con una película mucho más corta. Afortunadamente, puede contar con un sólido reparto, encabezado por Christoph Waltz y Willem Dafoe. No tienen papeles enormes y sus interpretaciones no son impresionantes, pero su presencia es buena. Esta película confirma que el director necesita un largo descanso, antes de volver a filmar.