Crítica de Dune: Parte dos por MartaPD
Redactada: 2025-02-26
Pues vamos allá con la segunda parte, ahora sí el quid del asunto, la acción, el desarrollo de la trama. Si la primera película ya rozaba la perfección visual, aquí no hay contención alguna: planos majestuosos, una fotografía excelente, sonido y efectos especiales excepcionales, un deleite visual. Pero es que argumentalmente Villeneuve da un paso al frente y ahora sí que sí podemos hablar de una adaptación ilustre con un guión muy robusto y lleno de épica. Veremos cómo los tentáculos de las Bene Gesserit lo mueven todo en las sombras y cómo Paul Atreides adopta (un poco entre destino y necesidad) el papel mesiánico que le tenían reservado, llevando a Arrakis a la gran guerra contra Harkonnen y, en última instancia, el Imperio en sí mismo.
La historia no puede dejar atrás en ningún momento sus white savior allegations porque esa es la saga que escribió Frank Herbert, qué le vamos a hacer. Los fremen son básicamente un pueblo colonizado y claramente racializado que sobrevive con su propia cultura dentro del desierto, pero su elegido, el profeta último que los salva tiene que ser el chaval blanco rico que viene de otro planeta; se supone que los hombres no pueden sobrevivir al "Agua de la vida" y por eso siempre son mujeres las que ocupan ese lugar de autoridad, pero Paul sí, Paul puede. En el fondo Paul es el hombre blanco colonizador perfecto, hundiéndose hasta el fondo en las tradiciones locales y emergiendo como su héroe entrelazando en sí mismo todas las líneas de poder que llevan generaciones urdiéndose en el imperio: religión, política, familias feudales, poder militar y económico...
Sobre todo, Dune: Part 2 es un enorme filme de ciencia ficción épica, ahora sí con grandes batallas y todavía más actores y actrices de renombre que se suman al ya de por sí archipopular reparto. También nos enseñan más sobre la casa Harkonnen, que siempre está bien, y sobre la influencia de las Bene Gesserit, sin dejar atrás seguir profundizando en la cultura y mundo de los Fremen. Me encanta cómo consiguen esa estética que aúna lo tradicional y la tecnología, con una mezcla entre una especie de mundo bereber desértico y rocoso casi rural, pero con un increíble capacidad moderna para la lucha armada y la construcción de increíbles lugares e instrumentos bien adaptados para sobrevivir al duro planeta. Y, aunque sigue sin gustarme Chalamet, lo cierto es que interpreta a un gran Atreides que me ha callado la boca.
A Dune siempre la van a seguir comparando con Star Wars (y es lógico) pero, si esa es la referencia, lo cierto es que esta segunda película le da mil vueltas a cualquier cosa que haya hecho Lucasfilm en décadas. Y no pasa nada por reconocerlo. Es una película muy larga, pero no he tenido la sensación de que haya tanto relleno porque había mucho que contar y me ha gustado cómo avanza la trama. Es verdad que a veces estaba un poco extasiada con la grandiosidad y potencia de las imágenes más que con la historia, pero eso también es el cine. Villeneuve se ha coronado.
La historia no puede dejar atrás en ningún momento sus white savior allegations porque esa es la saga que escribió Frank Herbert, qué le vamos a hacer. Los fremen son básicamente un pueblo colonizado y claramente racializado que sobrevive con su propia cultura dentro del desierto, pero su elegido, el profeta último que los salva tiene que ser el chaval blanco rico que viene de otro planeta; se supone que los hombres no pueden sobrevivir al "Agua de la vida" y por eso siempre son mujeres las que ocupan ese lugar de autoridad, pero Paul sí, Paul puede. En el fondo Paul es el hombre blanco colonizador perfecto, hundiéndose hasta el fondo en las tradiciones locales y emergiendo como su héroe entrelazando en sí mismo todas las líneas de poder que llevan generaciones urdiéndose en el imperio: religión, política, familias feudales, poder militar y económico...
Sobre todo, Dune: Part 2 es un enorme filme de ciencia ficción épica, ahora sí con grandes batallas y todavía más actores y actrices de renombre que se suman al ya de por sí archipopular reparto. También nos enseñan más sobre la casa Harkonnen, que siempre está bien, y sobre la influencia de las Bene Gesserit, sin dejar atrás seguir profundizando en la cultura y mundo de los Fremen. Me encanta cómo consiguen esa estética que aúna lo tradicional y la tecnología, con una mezcla entre una especie de mundo bereber desértico y rocoso casi rural, pero con un increíble capacidad moderna para la lucha armada y la construcción de increíbles lugares e instrumentos bien adaptados para sobrevivir al duro planeta. Y, aunque sigue sin gustarme Chalamet, lo cierto es que interpreta a un gran Atreides que me ha callado la boca.
A Dune siempre la van a seguir comparando con Star Wars (y es lógico) pero, si esa es la referencia, lo cierto es que esta segunda película le da mil vueltas a cualquier cosa que haya hecho Lucasfilm en décadas. Y no pasa nada por reconocerlo. Es una película muy larga, pero no he tenido la sensación de que haya tanto relleno porque había mucho que contar y me ha gustado cómo avanza la trama. Es verdad que a veces estaba un poco extasiada con la grandiosidad y potencia de las imágenes más que con la historia, pero eso también es el cine. Villeneuve se ha coronado.
Guion
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Banda sonora
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Interpretación
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Efectos
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Ritmo
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Entretenimiento
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