Crítica de Al diablo con el diablo por JPQP

Cuando vi este film por primera vez, por la época en la que salió, me quedé con lo básico: el Diablo en versión tía buena, los deseos que daban lugar a cosas absurdas... sin embargo el film tiene mucha más chicha.

Quedándonos en el humor, hay muchísimos chistes adultos que se me pasaron completamente en su momento, pero es que el humor en general, aunque con alguna cosita que no ha envejecido del todo bien, me ha hecho reír igual que la primera vez, y esos elementos que no han envejecido bien siguen siendo mucho mejores que en comedias más recientes.

Lo de los deseos como excusa para situaciones que funcionan como sketches largos está muy bien traído, ya que las clásicas trampas donde el deseo se da la vuelta para fastidiar a quien lo ha pedido logran sorprender y aun sin hacerlo (como en mi caso al saber el giro de cada deseo) sigue resultando divertido por ver cómo Elliot pide los deseos intentando arreglar el error anterior sin tener en cuenta las implicaciones de su nueva petición.

En lo que respecta a la caracterización e interpretación de Brendan Fraser resultan fantásticas, demostrando todo un rango actoral para poder llevar a cabo personajes tan dispares; por su parte Elizabeth Hurley como el Diablo, además de divertida tiene una grandísima química con el protagonista.

Probablemente los mayores problemas son los efectos, que no están muy allá y sobre todo en chromas se notan bastante, y la conclusión, que por el tipo de historia acaba resultando extremadamente previsible.

En definitiva, es una de estas comedias de comienzos de siglo (y finales del pasado) que resultan divertidas y no se basan en estudiantes de instituto/universidad queriendo echar un polvo.

No he visto la original como para hacer una comparativa, pero este film sí ha inspirado otros que han llegado después como When We First Met, logrando resultar más original que estos en la construcción de estas versiones alternas del protagonista.