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El creativo cineasta texano “Wes Anderson” obsequia a los amantes de la literatura con esa serie de cuentos antológicos – La Maravillosa historia de Henry Sugar, El cisne, El desratizador, & Veneno – que adapta cuatro historias del autor británico “Roald Dahl”. Autor destacado por exitosas obras como son “Charlie & La Fábrica de Chocolate”, “James & El Melocotón Gigante” o “Matilda”.

La Maravillosa Historia de Henry Sugar, es un hecho real respaldado con una sutil fantasía. El cuento está inspirado en un mago e ilusionista paquistaní llamado “Kuda Bux”, cuyo número principal consistía en asombrar al público con su habilidad de ver sin sus ojos. A raíz de esta idea, el multimillonario “Henry Sugar” decide dominar la técnica con fines lucrativos, sin ser consciente de que va encaminado hacia una didáctica e importante lección vital.

El aspecto más destacable de este cortometraje, es la ingeniosa combinación entre “Anderson & Dahl”. Mientras mantiene intactas las sofisticadas palabras del escritor, el director opta por dejar su sello personal – Un estilo teatral respaldado por tramoyistas, que irrumpen para cambiar la escena de cartón piedra decorada en tonos pasteles – reflejada en esta obra. También resaltaría las actuaciones de “Benedict Cumberbatch, Ralph Fiennes & Ben Kingsley”, pues encarnar a sus personaje a la vez que recitan con agilidad ese guion tan complejo… tiene mucho mérito.

Si aprecias el cine de "Wes Anderson” y la literatura de "Roald Dahl”, esta original serie antológica no te la puedes perder.

-` ( ˘▽˘)っ Os la recomiendo ☆´-

Cuando salieron las nominaciones a los Oscars no sabía nada de este corto, sólo había visto una imagen por ahí de Benedict Cumberbatch, la de la portada, pero cuando leí que era de Wes Anderson no sólo no me sorprendió, sino que me cuadró totalmente, y eso sólo viendo una imagen.

Y es que es puro Wes Anderson, con esos colores brillantes, los planos simétricos, incluso alguno de sus intérpretes habituales, pero reducido a algo menos de 40 minutos. Lo que no esperaba era la forma de hacerlo, es totalmente teatral, con los decorados moviéndose de un lado para el otro, gente pasando por delante de la cámara para realizar esos cambios y también de vestuario de los personajes, la narración rompiendo en todo momento la cuarta pared como si estuviéramos sentados en una butaca frente a un escenario...

La verdad es que al principio, como no me esperaba este formato, me ha chirriado un poco y me ha costado entrar en ello, aparte de que no siempre me apasiona Wes Anderson, pero me he quedado totalmente hipnotizada mirando a la pantalla casi sin pestañear, siguiendo esta historia dentro de otra y dentro de otra, he perdido la cuenta de ellas. El reparto es excelente, no sólo Benedict Cumberbatch, que es quien hace de Henry Sugar, también Ralph Fiennes como Roald Dahl, que empieza narrándonos esta historia, Ben Kingsley, Dev Patel y Richard Ayoade, aunque cada uno de ellos interpreta a más de un personaje, algo también muy teatral con reparto reducido.

En cuanto a esas historias que nos cuenta, me han parecido fascinantes. No conocía el relato de Roald Dahl, pero diría que está narrado palabra por palabra, en cada momento con un personaje haciendo de narrador según la parte en la que estemos, aunque resulta un tanto asfixiante. Es casi como si durante los 40 minutos fuéramos nosotros los que estamos pronunciando todas esas palabras, contando todas esas historias a ese ritmo tan vertiginoso, yo he terminado completamente agotada y sin aliento. Pero también muy gratamente sorprendida con esta propuesta donde, aunque la historia es muy interesante y fantástica, y tiene un gran mensaje en la evolución del protagonista, lo más llamativo es la forma, y me ha encantado el momento levitación, ya que, por supuesto, aquí no hay efectos, estamos en el teatro.

Muy recomendable la experiencia, aunque sólo sea para verlo una vez, ya que no creo volver a verlo, al menos en un tiempo, pero es muy curioso y merece la pena echarle un vistazo.

Después del fiasco que me supuso 'Asteroid City', la última película de Wes Anderson, necesitaba urgentemente que este director me hablase a través de la pantalla como tantas otras veces y volviese a convertirme en una "friki fan" de su cinematic universe. Gracias a los cielos, lo ha vuelto a conseguir con este corto en el que Dev Patel deja bien clarito que sería una fantástica incorporación a los actores de cabecera del director.
La historia, que adapta un relato de Roald Dahl, sigue al millonario y excéntrico Henry Sugar quien conociendo la existencia de un pintoresco personaje capaz de ver sin utilizar los ojos, se propone dominar dicha técnica para hacer trampas en los casinos y ganar más dinero. Con una estética que grita "made by Wes Anderson" por todos los poros y una puesta en escena de lo más teatral rompiendo la cuarta pared constantemente, 'The story of Henry Sugar' es una experiencia fresca, sencilla y sumamente gratificante.

De esos cortos que desearías que fuesen películas de dos horas. Ahí es nada.

De nuevo la N imperialista y su Tachán!!!
Roald Dahl según Wes Anderson.
A los amantes de este curioso y colorido director estarán de suerte.
Los que no sabemos entrar en su mundo, nos rompemos la cabeza para averiguar como descifrar los entresijos pertinentes para aprender a disfrutar de su arte. En mi caso no lo consigo.
Sus estravagancias no me llaman la atención, la presentación de sus peculiares personajes me resultan anodinos, su armoniosa y colorida puesta en escena no despierta mi curiosidad, en definitiva, no está hecho para mi gusto, de momento.
Sabe rodearse de grandes actores, pero aún así, no consigue enamorarme, llevarme de paseo por sus extensos campos flowreados .
Normalmente las presentaciones teatrales en pantalla grande atraen mi curiosidad, pero en este caso, la frialdad o quietud de los actores no ha ayudado a encauzar las intenciones de su director y hasta me he aburrido un poco. Quizás porque Dahl ya consigue mi admiración solo con utilizar una pluma..