Sinceramente, a no ser que seas un fan empedernido de los cursos de socorrismo, ¿qué recuerdos tienes de la serie "Baywatch: Los vigilantes de la playa" en 2017? Como mucho, David Hasseloff, Pamela Anderson, chicas en bañador rojo desafiando las leyes universales del tiempo en cuanto empiezan a correr, los créditos,.... (los amantes de los tiburones nos acordamos de cómo en la primera temporada un lindo pececito se comió a una de ellas… decir que fue la mejor temporada antes de que David perdiera el norte ( y la brújula entera) y comenzara a sexualizar la serie de forma descarada). Y ya está, hasta nos habíamos olvidado de que las autoridades locales habían otorgado a estos socorristas el extraño poder de resolver grandes crímenes con sus salvavidas y certificados de primeros auxilios. Por supuesto, si una idea tan absurda pudo ser aprobada en los 90 (243 episodios en total, lo que equivale a 11 temporadas más TV movies y una serie spin-off), hoy nos estaríamos partiendo de risa, así que más vale acercarse a algo tan inverosímil con el ridículo que le corresponde, es decir, exactamente el mismo tratamiento humorístico que se le dio a la adaptación de la serie '21 Jump Street' y su secuela. Y qué mejor manera de conseguirlo que dar "Baywatch: Los vigilantes de la playa" a un nuevo triunfador de la comedia estadounidense, Seth Gordon ("Cómo matar a tu jefe").
La primera cualidad de este largometraje es, por tanto, que es completamente estúpido... y que tiene el perfecto derecho a serlo. La película se toma la libertad de hacer continuamente chistes mega ingeniosos sobre el concepto de la serie en la que se basa (el chico nuevo del equipo, interpretado por Zac Efron, no para de hablar de lo absurdo de las situaciones en las que los rescatadores se creen policías infiltrados), para poder entregarse a todo tipo de delirios. Y, desgraciadamente, son demasiado a menudo facilones, en particular el personaje del joven constantemente humillado (pero que, reconozcámoslo, provoca bastantes sonrisas). La apariencia de una trama principal que gira en torno a una operación de contrabando de drogas dirigida por un villano de pacotilla, y la difícil adaptación de un exaltado en el equipo, también conducen a una serie de pasajes forzados que no son muy memorables. Y algunos errores imperdonables (¿secuencias de acción en el mar sobre fondos verdes en una película de Los Vigilantes de la Playa? En serio, chicos... por no hablar de la chapucera aparición de David Hasseloff) hacen que esta versión de « Baywatch: Los vigilantes de la playa » esté claramente unos cuantos peldaños por debajo de la mencionada '21 Jump Street', por ejemplo. Pero no se puede negar que es divertida. Puede que no haya tantas risas como te gustaría, pero hay muchas (¡la pelea de The Rock en la habitación del bebé es enorme!), el tratamiento poco convencional de los estereotipos de la serie funciona más que bien, (aunque es una pena que el sexismo de la serie, aunque muy ridiculizado, siga algo presente) y la química entre los actores es contagiosa a más no poder, (especialmente los hilarantes intercambios entre The Rock y Zac Efron). Además, « Baywatch: Los vigilantes de la playa » tiene un ritmo agradable (nunca hay un momento aburrido) y combina humor y acción con cierta generosidad a pesar de los deplorables efectos visuales. Si puedes poner tu cerebro en modo "off", ésta es la comedia sin sentido perfecta para disfrutar en una tarde de verano con tus colegas.

Es un despropósito de cuerpos atléticos y palabras malsonantes, chistes tópicos de culos y tetas y socorristas que se extralimitan en sus responsabilidades. Tiene situaciones que dan vergüenza ajena, pero la apruebo justita porque no puedo evitarlo, The Rock es un tío que me cae bien, y aunque no me acostumbro a ver al High School Musical tan mazado, Zac Efron aquí encaja perfectamente. Es mala a rabiar, pero entretiene y por momentos te ríes aunque sea a regañadientes. No llega a ser una ofensa a la serie original, pero es mejor tomársela como una parodia (si es que no pretendía serlo), Baywatch Movie podría haberse llamado XD.

Definitivamente, la película no se toma en serio a sí misma. Aunque al principio me ha hecho dudar, ya que ha empezado muy *intensa*. Pero me lo he acabado pasando muy bien. Me he reído un montón, sobre todo con los motes de Mitch a Brody: One Direction, NSYNC, Jonas Brother, Malibu Ken y mi favorito, High School Musical. También me han gustado las referencias a la serie original, como los comentarios de por qué corrían a cámara lenta o Brody diciendo que los problemas a los que se enfrentaban parecían sacados de "un programa de televisión descabellado pero divertido". Sin olvidar, claro está, las apariciones de ***contenido con spoilers*** . La trama es lo más prototípico que te puedas echar en cara, pero era de esperar. Una película para pasar el rato, reírte y (para qué nos vamos a engañar) alegrarte la vista.

Partimos de que es un remake de una serie tan entretenida como intranscendente, así que esas son las dos características que se espera de ella. Por lo tanto, no me molesta que se caiga en clichés que se abuse de la fórmula, que se les vaya la olla en planteamientos y soluciones; al fin y al cabo es una película fresquita de entretenimiento sin más. Lo que es más difícil de aceptar es caer en el ridículo en más de una escena. Su mayor virtud: no ofende a los nostálgicos de la serie.