Cuarto largometraje del estudio de animación Laika, compañía especializada en el stop-motion que ya demostró de lo que era capaz con su genial debut 'Los mundos de Coraline'. En esta ocasión nos vuelven a traer una película de tintes oscuros (aunque no tanto como en Coraline) para contarnos la historia de Kubo, un cuentacuentos con gran habilidad para el origami que, curiosamente, nunca es capaz de terminar ninguno de sus relatos. La explicación detrás de sus cuentos inacabados será el punto de partida de su propio viaje iniciático, una variación del clásico periplo del héroe donde nuestro protagonista se enfrentará a peligros ancestrales al tiempo que descubre su propio pasado familiar, todo ello en un mundo de magia y fantasía donde oriente y occidente se dan la mano para crear un universo con una ambientación deslumbrante.

El apartado visual es sin duda uno de los puntos fuertes del film, donde Laika logra alcanzar tal nivel de detalle y fluidez que hace que olvides que toda la acción está animada mediante la técnica del stop-motion. Destaca también el uso de la iluminación y el color para jugar con una trama que, si bien al principio parece dirigida a un público más infantil, se acaba volviendo más oscura y turbia conforme avanzan los minutos. Quizás peque de ser algo lineal y previsible, pero nada de eso empaña esta mágica aventura que no solo entretiene, sino que además reflexiona sobre la pérdida, el respeto hacia el legado familiar y la importancia de mantener viva la memoria, convirtiéndose para ello en un homenaje a la creación y transmisión de historias como medio para no olvidar nunca quiénes somos y de dónde venimos.

Kubo o cuando la historia no da la talla.


Una obra peculiar, con una animación muy bien trabajada y una estética bastante conseguida.

La historia comienza de manera prometedora, nos introducen en este mundo fantástico y durante las primeras escenas no cabe duda de que estamos ante una historia épica. El problema viene cuando esta historia evoluciona de épica en predecible.

Entiendo que su enfoque recae sobre el público infantil, aunque en un principio no lo parezca. Por ello, la historia que se plantea de forma sobresaliente se convierte en algo simple, predecible y con toques "infantiles" que me han sacado de todo momento serio.

Seguro que los pequeños disfrutarán la obra más de lo que la he disfrutado yo. Una animación brutal y una historia que no da la talla. Ideal para los más pequeños e interesante para lo más adultos.

Gran película de animación con técnicas de stop motion (algo que me encanta por el gran trabajo que tiene tras las cámaras) hecha por la gran empresa Laika. Argumentalmente está basada en la época feudal japonesa, pues son tiempos de samurais, pero con magia y leyendas.

Tiene un gran reparto de voces.

Muy buena calidad de imagen y sonido.

Recomendable para pasar el rato entretenido.

Lo primero a destacar es esa técnica tan currada de animación, magníficos los actores que les ponían las voces, sobre todo matthew mconaughey. Y que bonita la dedicatoria de los créditos :'). La mejor peli de animación de su año.