Esto es la definición de absurdo.

Si no te gusta este tipo de humor te puedo decir ya que ni te acerques a esta obra, de hecho ni pierdas el tiempo leyendo esta crítica, porque esto es pura y llanamente un festival de humor absurdo en el que los gags se van sucediendo con la excusa de un documental sobre tenis.

Y es que si bien más o menos todo queda ligado por ese hilo conductor, muchas de las cosas que veremos como el ***contenido con spoilers*** o la ***contenido con spoilers*** , no tienen mucha relación con el tenis y podrían ocurrir con cualquier otro deporte (o incluso con cosas que no sean deportes).

El humor, aunque completamente absurdo también estará repletos de chistes sexuales y también algunos sobre drogas, aunque para lo pesado que llega a volverse, ninguno me parece que envejezca mal, simplemente hay muchos que parecen chistes hechos para adolescentes, pero yo me he estado riendo a carcajadas todo el tiempo así que me vale.

En lo que respecta a los personajes todos tienen sus momentos divertidos, pero quedándonos con los protagonistas, quien más destaca es Aaron, supongo que porque Andy Samberg desde The Lonely Island está metido en lo que es el humor absurdo, aunque el personaje de Charles también logra destacar en sus escenas, demostrando que Kit Harington tiene un tremendo timing cómico para esta clase de humor.

Sobre el estilo de mockumentary, aunque por lo general logra colar y realmente todo el montaje parece sacado de un documental, a veces se rompe la ilusión por lo exagerada que es la manera de actuar de diversos personajes, aunque para lo que se pretendía hacer con el estilo, me parece que cuela perfectamente.

En definitiva, es una obra para desconectar el cerebro que puedes ver te guste o no el tenis, pero para la que necesitas que sí o sí te guste el humor absurdo y algo pesado porque se cimienta en esto y toda la trama es una excusa para diferentes gags.