Todos quieren ser ya gato jazz...

Esta es otra de las películas de Disney que no recuerdo haber visto, o si lo había hecho, definitivamente no recordaba nada. Y teniendo en cuenta que soy michilover, eso está muy mal, y he de decir que he muerto de amor con los pequeñajos, aunque por lo demás no es en absoluto memorable.

La trama nos sitúa en París en el año 1910 en una gran mansión en la que tan sólo vive una mujer muy elegante y con mucho dinero y sus cuatro gatos, la también elegante Duquesa y sus tres hijos, Marie, Berlioz y Toulouse, que no sé a quién habrán salido porque son cada uno de su padre y de su madre. El caso es que la buena mujer, ya entrada en años, decide llamar a su abogado para realizar su testamento, en el que pretende dejárselo todo a los gatetes, por lo que Edgar, el mayordomo, intenta librarse de ellos para quedarse él con la fortuna. Para que luego digan que no es siempre el mayordomo.

Parece ser que Los aristogatos está considerada la última película del Disney clásico, porque fue la última que aprobó Walt Disney antes de morir y la última producida por su hermano. En este caso no está basada en ninguna novela ni ninguna obra anterior, aunque a mí no me parece que eso sea así. Y es que me imagino perfectamente la conversación en el estudio: "¿Y si hacemos una mezcla de La dama y el vagabundo y 101 dálmatas? Pero tengo una idea de lo más original, hagámoslo con gatos". Que no es que me queje, adoro a los gatos, pero es básicamente eso. Y es que por una parte tenemos a Duquesa, que pertenece a la alta sociedad y está acostumbrada a lo mejor de lo mejor, y a Thomas O'Malley, un gato callejero, por lo que literalmente tenemos a una dama y a un vagabundo. Y por otra parte tenemos a un grupo de animales que tiene que regresar a casa, pasando por diferentes aventuras, porque el villano ha intentado deshacerse de ellos, aunque este "villano" no le llega ni a la suela de los zapatos a la psicópata de Cruella de Vil. También tenemos algunos perros por ahí que también recuerdan a esas dos películas anteriores, a dos gansas que se dan un aire a los dos siameses de La dama y el vagabundo, el caballo y el ratón parecen recién salidos de La Cenicienta y, ya desviándonos un poco, Madame me ha recordado mucho a la Emperatriz viuda de Anastasia.

Aunque tiene algunas canciones, no es de las que más tienen de Disney, pero sí que tiene una banda sonora que destaca entre las demás por ser jazz, y tiene su escena psicodélica obligada, parece que en la época de Walt Disney le daban bien a las setas. Otra cosa que me ha recordado a otra película anterior del estudio ha sido parte del doblaje, y es que enseguida uno de los perros, con ese acento andaluz, recuerda a uno de los buitres de El libro de la selva.

Ya he dicho que no me parece memorable, pero es que no tiene nada de especial, de hecho es un tanto aburrida. Eso sí, es políticamente incorrecta, seguro que es una de las que ahora en Disney+ tiene una advertencia previa, por ese gato con "acento chino" y palillos chinos, hoy en día no se podría hacer. Pero sobre todo, por esas referencias que he mencionado, resulta demasiado repetitiva, esto ya lo hemos visto, y además no hacía tanto tiempo, porque una cosa es que a día de hoy repitan ideas o sintamos que ya está todo visto, pero pronto se quedaron sin ideas.

Humor, felino, jazz y romance, "Los Aristogatos" llegan maullando a coro y ritmo al París de 1910, donde la elegante Duquesa, con su más que felina perfección, y sus tres gatitos, Berlioz, Toulouse y Marie, ¡viven felices en casa de un excéntrico millonario que quiere legarles su fortuna! Pero Edgar, su vil mayordomo, se entera e intenta deshacerse de los gatitos para heredar la fortuna. Por suerte, los felinos permanecen unidos: una serie de pintorescos y simpáticos personajes acuden en su rescate, ayudados por el galante gato Thomas O'Malley, ¡que no puede resistirse a Duquesa! Este gato callejero sin ley introduce a la pequeña familia en un París fascinante que se mueve a ritmo de jazz y scat. Siguen la música y las canciones, desde la musette cantada por Maurice Chevalier hasta la famosa y pegadiza "Ev'rybody Wants to Be a Cat”. Aunque tuvieron que pasar varios largometrajes para que los estudios Disney dieran protagonismo a los gatos, "Los Aristogatos" es uno de los éxitos del género, con sus divertidos y entrañables personajes. Y, sobre todo, es una película de animación llena de buen humor...

Otro de los clásicos de Disney, pero este según han pasado los años como que ha perdido fuerza y se puede decir que es de los clásicos de segunda fila.

El largometraje nos sitúa en París dentro de una casa muy adinerada donde vive una señora aristócrata donde su única pasión y preocupación son sus adorables gatos, allí también está Edgar, el mayordomo, que se quiere hacer con la fortuna de la anciana en modo de herencia y para ello se tendrá que deshacer de todos los gatos de la casa puesto que los adora tanto que un buen pellizco va a recaer sobre ellos.

Dinámica y divertida película que nos mostrarán las diferentes aventuras que viven los gatos, la madre y sus tres pequeños felinos, que gracias a la ayuda de un gato callejero que tiene mucho descaro y tiene ese toque seductor les ayudará a volver con la anciana.

Uno de los puntos fuertes de la película además de su desarrollo sencillo y divertido es la banda sonora que acompaña durante toda la película, dándole muy buen rollo en todo momento.

Película muy familiar, no es de las mejores de Disney, pero es diferente y se sale de lo típico de princesas y príncipes, es verdad que aquí también tiene ese rollo de enamoramiento pero de otra manera, menos empalagosa e ideal y más divertida y canalla.

No es mi estilo dentro de las películas de Disney y creo que tenía un popurrí montado entre 'Los aristogatos', 'La dama y el vagabundo' y '101 dálmatas'. Pero entre que la historia me resulta pesada y que Duquesa no me acaba de caer bien tampoco tengo mucho que destacar.

La ambientación de París de 1910 es bonita, los tres gatitos son monos y el villano resulta bastante cómico en su torpeza.

Tampoco ha envejecido demasiado bien, presenta un ejemplo de roles de género tan anticuado que pensaba que la película era mucho más antigua, sobre todo si está destinado al público infantil.