¿Os imagináis cómo sería la vida diaria con una cantidad constante y moderada de alcohol en sangre? (La semana después de acabar los exámanes finales en la universidad no cuenta, he dicho moderada). Pues esa es básicamente la premisa de 'Druk', la historia de cuatro profesores de instituto con vidas anodinas y rutinarias que deciden seguir una peculiar teoría del psiquiatra Finn Skårderud, que afirma que el ser humano nace con una deficiencia de alcohol del 0'05 y que recuperarla nos haría ser más creativos y estar más relajados (ese señor existe de verdad y defiende esa misma teoría, aunque yo creo que solo se la sacó de la manga porque le va la marcha).

Con un punto de partida tan interesante como arriesgado, 'Druk' sabe navegar hábilmente entre el simple entretenimiento con toques de humor y el drama reflexivo, sin restar por ello importancia al tema ni caer tampoco en moralinas vacías. A través de sus creíbles personajes, la película explora cuestiones como la apatía derivada de la crisis de los 40 (extensible a otras edades), las consecuencias —tanto beneficiosas como perjudiciales— del alcohol o la forma en la que se ha normalizado su consumo en la sociedad. Roza la polémica y se mete en temas delicados, pero siempre dejando claro su mensaje: la solución a la falta de motivación no está en el fondo de una botella, pero que nadie nos quite unas risas entre cervezas con los coleguis.

Yo también he sufrido muy de cerca lo que el alcoholismo puede hacerle a una persona pero sobre todo a quienes están alrededor, y por eso no estoy de acuerdo con algunas críticas que he leído. Aun así, creo que si ciertas partes te provocan rechazo, es que lo está haciendo bien.

En primer lugar, soy de esas personas que piensan que no hace falta beber para divertirse, ya ves, llamadme loca. Que sí, que todos salimos (ahora menos) y bebemos y nos divertimos, pero a lo que voy es a que hay gente que lo tiene por sistema y que sólo sabe divertirse si bebe, eso me parece muy triste.

Pero creo que en esta película el alcohol sólo es una metáfora, al menos hasta cierto punto. Tenemos a cuatro cuarentones pasando la crisis de los 40, totalmente sumidos en la monotonía pero sobre todo en el aburrimiento, ya no les apasiona nada en la vida, ni siquiera su trabajo, y eso también está repercutiendo en todo su entorno. Por lo que se dan cuenta de que necesitan darle una chispa a su vida, volver a sentirse vivos, volver a encontrar aquello que les apasiona y disfrutar precisamente de eso, de que están vivos, porque se están muriendo en vida. Y en este caso es el alcohol, pero como digo para mí sólo es una metáfora de esa chispa que necesitan. Y no hace falta que nos hablen de personajes históricos en la película, todos sabemos que la mayoría de artistas reconocidos de distintos campos tomaban alguna que otra sustancia para ser mejores en lo suyo, o para buscar la inspiración. Algunos se ponían hasta arriba de ciertas sustancias, por lo que hacer un experimento con cierta cantidad de alcohol tampoco creo que sea el fin del mundo.

Así que la primera parte de la película, que se correspondería con la primera hora, me ha parecido no sólo entretenida y divertida, sino también muy interesante por ese "experimento". Como he leído en otras críticas, todos conocemos los efectos negativos del alcohol, pero aquí nos están mostrando también los positivos, aun sabiendo que podrían entrar en polémicas como por lo visto ha ocurrido, así que no es fácil lo que han hecho. Y es que no creo en absoluto que se estén riendo de nada ni de nadie, no están celebrando el alcoholismo, de hecho los mejores momentos de Martin han sido con 0 alcohol, en determinado momento dice "lo noto incluso estando sobrio" y después lo vemos en la excursión con su familia, con 0,0%. Así que ahí se ve lo que digo, no es el alcohol, es la chispa que necesitaba para volver a ser el mismo que era.

Entonces alcanzamos la segunda hora de película, el momento clave es cuando Martin, que se podría decir que ya había concluido su experimento y ya volvía tan feliz con su familia, se da la vuelta para beber y hacer la fase 3, la peor de todas. A partir de ahí la película me ha dejado muy mal cuerpo porque ciertas escenas traen flashbacks de guerra y no es agradable, igual que me dejó mal cuerpo Ha nacido una estrella. Pero precisamente por eso no entiendo a quienes opinan que está haciendo apología del alcoholismo, es justo lo contrario, ahí es donde demuestra que un poco está bien, pero cruzar la línea sólo trae cosas negativas. No creo que nadie pueda decir que a partir de ahí, cuando alcanzan el alcoholismo, a los personajes les ocurren cosas buenas y por eso están diciendo que eso está bien. De hecho, es el motivo por el que terminan con el experimento, porque se dan cuenta de que alcanzar ciertos niveles o hacerlo de manera continuada da pie justo a eso, al alcoholismo. Y precisamente porque esta parte es la habitual, la que se suele mostrar en las películas, el final es predecible, pero también supone un punto de inflexión.

Y por favor, esa escena final con esa canción y el señor Mikkelsen bailando... Oro puro, lo mejor de la película con diferencia.

Cuando Thomas Vinterberg y Mads Mikkelsen se juntan algo mágico ocurre. Bien sea para retratar el exceso de protección infantil de la sociedad danesa como nos enseñaron en 'La caza', o bien sea para tratar un tema un poquito más divertido como en 'Druk'. Un grupo de amigos profesores de un instituto deciden poner a prueba la teoría del psiquiatra Finn Skârderud, quien teoriza que mantenernos en un estado constante de ligera alcoholemia nos vuelve más creativos y unos seres sociales más abiertos. Al principio apenas notan la diferencia, hasta que llegan a la conclusión de que realmente el alcohol está mejorando ciertos aspectos de su vida porque se convierte en el catalizador de sus problemas. Hablamos de un grupo de profesores de mediana edad que sufren depresión, falta de motivación, desgana familiar o simplemente están hasta las narices de la vida que llevan. El alcohol simplemente es la anécdota de la película, es el punto sobre el que desarrollar una interesante historia sobre cómo nos comportamos en sociedad, cómo hablar de nuestros problemas y cómo volver a ser la persona que éramos y que olvidamos ser por el camino.
Su tono desenfadado es lo que hace de esta obra algo especial y una verdadera experiencia, pero conviene no olvidar que los verdaderos problemas crecen cuando no hablamos de ellos y que el alcohol no los va a solucionar por arte de magia. Aunque no voy a ser yo la que niegue que la vida con unas cañas encima es un poco más hermosa y brillante.

PD: Ese baile final del señor Mikkelsen se merece un Oscar y todo lo que le pongan por delante.

Me ha gustado, ha sido interesante, te puede hacer pensar sobre un posible juicio moral en muchos de los actos que transcurre en ella.

Nos encontramos con un profesor que debido a su rutinaria vida de enseñanza en un instituto, su día a día irá hacia un camino de aburrimiento, falta de chispa, emociones ,etc. Pero todo esto cambiará a través de una reunión con unos amigos, y no solo cambiará para él ,sino también para el resto de ellos.

Empieza bien, nos presentan esa situación anteriormente comentada, y al poco surgirá esa idea, y con ella un desarrollo ameno, en el que se podrá ver la evolución de cada uno de ellos. Pero luego,a partir de la primera hora, y tras unos cambios que aparecen en la trama, la historia como que va decayendo pero vuelve a resurgir en unos espléndidos minutos finales, con unas últimas escenas que te dejan con un buen "sabor".

Sobre lo que mencioné de los juicios morales, pues se puede plantear lo ético que resulta algunos hechos. Sobre beber en tu horario de trabajo y más en un colegio, y sobre incentivar que un menor o un alumno, beba para sus exámenes. . Pero también. tiene un punto a su favor cuando, si bien se muestra esas cosas positivas de ese plan, también muestra las malas si se cruza unos límites.

Hay un buen trabajo en muchos aspectos de ella, así como en esas actuaciones de estos cuatro protagonistas. Mencionaría a Lars Ranthe y Thomas Bo Larsen. Punto y aparte es para el señor Mads Mikkelsen, quien tiene mayor peso en la historia y está sensacional.

En general, diría que es entretenida, es diferente, natural y que merece la pena echarle un vistazo.